Respuesta contundente de las empresas eléctricas a lo que juzgan como ‘ocurrencia’ de Yolanda Díaz: cargar un impuesto mirando para otro lado ante los ingentes beneficios de las empresas gasistas y de las petroleras.
Las compañías eléctricas consideran un «error intencionado» de la ministra. Al hablar de beneficios significaría el beneficio de las energéticas, entre las que se incluyen todas las fuentes de energía, y, al referirse a sacrificios de las eléctricas, sus resultados se han visto mermados precisamente por su alta dependencia del gas para producir electricidad.
Fuentes del sector eléctrico sugieren la existencia de lobbies de las grandes empresas gasistas y petroleras, empotrados como consejeros y asesores de los Ministerios del Gobierno de España que conforman las decisiones relacionadas con la energía.
«Cuando los consumidores están pagando dos euros por litro en sus depósitos, las declaraciones de la ministra Yolanda Díaz son obscenas», afirman las mismas fuentes.
El 75% de los clientes de las eléctricas, sostienen las mismas fuentes, tienen precios fijos, por lo que un aumento en el precio del gas supone una minoración de los beneficios de las eléctricas en España, en contra de lo que se afirma.
Endesa, por ejemplo, ha logrado en 2021 un beneficio ordinario neto de 1.902 millones, un 11% inferior al de 2020. Iberdrola, por su parte, contabilizó un beneficio neto de 2.408 millones de euros en los nueve primeros meses de 2021, un 10,2 % menos que en el mismo periodo de 2020.
Su argumento se basa en que tanto la italiana Enel -matriz de Endesa- como Iberdrola, las principales eléctricas, obtienen beneficios fuera de nuestras fronteras. En España, las fuertes subidas del gas han lastrado su negocio.
En ese sentido, mientras los precios de la electricidad crecieron en 2021 exclusivamente en la tarifa regulada y no variaron en la tarifa liberalizada (80% de la demanda eléctrica), los precios de la gasolina crecieron vertiginosamente y los del gas como no se había producido antes.
