La situación insostenible de la “residencia de los horrores” de Babilafuente, de titularidad municipal pero gestionado por el Grupo BellaVista, llega a su fin con la dimisión de su directora y las inspecciones periódicas que la Junta de Castilla y León está llevando a cabo para evitar los abusos y el mal trato generalizado que los mayores recibían en dicho centro.
Desde posibles hurtos a residentes fallecidos a instalar más camas de las que otorga la administración
El delegado de la Junta de Castilla y León en Salamanca, Bienvenido Mena, ya confirmó a Diario16, que había solicitado al Ayuntamiento de Babilafuente el cese de la directora de la residencia. El propio delegado confirma ahora esa dimisión.
Fue el programa del cocinero Chicote de La Sexta quien dio la voz de alarma de las irregularidades de esta residencia de forma pública, aunque desde hacía más de año y medio las ex trabajadoras del centro denunciaban a la Junta la situación. Tanto Podemos como el PSOE habían llevado el tema a las Cortes de Castilla y León desde hacía un año sin éxito alguno.
La proyección pública del programa de Chicote ayudó a que la Junta tomara las riendas del asunto.
Como ya denunciaran las trabajadoras hace año y medio, por ocultar, tras esos muros, se llegó a ocultar la muerte natural de un anciano, porque como estaban obligador a tener médico 24 horas y no lo había, retrasaron horas el informar de su fallecimiento.
Además, de las dudas más que razonables de que incluso la ya ex directora hurtara una joya a una anciana fallecida por deshidratación, en esa residencia,llegaron a instalar camas en los cuartos de Enfermería, de forma irregular, para poder acoger a más ancianos. De 99 plazas concertadas de forma oficial, llegó a haber una ocupación de 102 camas.
