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Desplome mundial de las ventas de vino a causa del COVID-19

El comercio a nivel mundial del vino ha sido golpeado duramente por la pandemia. Italia, España y Francia han visto caer sus ventas de manera histórica

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análisis

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Según datos reportados por la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), durante el año 2019 el sector vitivinícola produjo 260 millones de hectolitros de vino. Supone una disminución del 12% en comparación con el 2018.

Italia, Francia y España representan la mitad de la producción mundial de vino, siendo los tres países que más exportan a nivel global. Sin embargo, debido a las medidas de confinamiento, al cierre de restaurantes y de bares, las ventas han caído en picado durante la pandemia.

«Se estima que en Europa, el cierre de los canales de distribución podría provocar una caída del 35% del volumen de ventas. Y esto podría conllevar más del 50% de pérdidas en las ventas«, ha indicado Pau Roca, Director General de la OIV.

Aumento de las ventas en supermercados

Se ha observado también una tendencia al aumento en las ventas de gran distribución: en los supermercados o en las tiendas pequeñas abiertas en los barrios. Sin embargo, este consumo, que se ha aumentado en los hogares, «no compensa las pérdidas producidas en los circuitos de los hoteles y restaurantes. Además, el cliente tiene menos opciones, puesto que algunas marcas no se encuentran en las cadenas de supermercados y el productor tiene menos margen de ganancia», señala Roca.

Ligero aumento de las ventas por internet

Las ventas on line también han sufrido un ligero aumento: botellas que se piden directamente a lo productores por internet. Sin embargo, todavía no se dispone de la logística necesaria para que estas compras sean realmente beneficiosas para los productores.

Diez millones de hectolitros de vino perdidos en Europa

Según los datos, se estima que puede haber tres millones de hectolitros de vino francés sin vender. Junto con los vinos españoles e italianos, la cantidad podría situarse en torno a los 10 millones de hectolitros en Europa que pueden terminar siendo destilados a finales de año.

«En términos económicos, la Segunda Guerra Mundial les costó a los vinicultores tres años de trabajo. Por lo que respecta a la crisis del COVID-19, el Banco

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