Los comportamientos políticos de Pablo Casado son muy previsibles porque, para el Partido Popular, todo vale si les benefician a ellos, pero no tiene validez cuando les perjudica. La incongruencia es tan sencilla que resulta intolerable, por no llamarla obscena. Un dirigente y un partido deben compatibilizar palabras con hechos y mantener una línea de coherencia en sus comportamientos.
La no investidura del candidato del PP a la Presidencia de la Región de Murcia, Fernando López Miras, ha provocado que el argumentario salido de Génova 13 haga mucho hincapié en que Vox ha votado junto a Podemos y el PSOE, es decir, contra la izquierda. «Los que decían que llegaban a la política para acabar con la izquierda ahora votan con ellos», «Vox ha votado con PSOE y Podemos», «Vox, cómplice de Podemos», son algunas frases que se han escuchado a los dirigentes del partido conservador.
Sin embargo, los principales líderes del PP se olvidan de que ellos mismos tumbaron la investidura de Pedro Sánchez en el año 2016 votando junto a Podemos, Esquerra Republicana de Catalunya, Junts per Catalunya, Izquierda Unida, Bildu y el PNV, es decir, junto a la izquierda, a los nacionalistas y a los independentistas. Tanto Pablo Casado, como Javier Maroto o Teodoro García Egea pulsaron el botón del voto negativo. Estaban allí. ¿Tienen memoria selectiva? ¿Han borrado de su cerebro ese momento como hizo el PP con los discos duros de los ordenadores de Luis Bárcenas?
En democracia no se puede acusar a otros de lo que tú ya hiciste. En la actualidad se está acusando al PSOE de pactar con nacionalistas y con Bildu en Navarra cuando el propio PP votó en el Parlamento Vasco con el partido abertzale en 127 ocasiones.
Por tanto, si ahora no han conseguido el apoyo de la ultra derecha para encumbrar a un presidente del PP o creen que está en riesgo que Isabel Díaz Ayuso sea nombrada presidenta de la Comunidad de Madrid, no pueden echar en cara a los de Abascal que voten con la izquierda. Casado y García Egea tienen muchos argumentos para atacar a Vox porque dan motivo para ello todos los días y en multitud de escenarios.
