Las criptomonedas atraen la atención de los geeks, los inversores y los curiosos del mundo digital porque las variaciones en el valor sugieren ganancias potencialmente muy grandes. Si esto es una realidad, Bitcoin y otras criptomonedas no deberían ocultar que se trata de una inversión arriesgada. Por lo tanto, lo importante es comprender los riesgos asociados con las criptomonedas para poder realizar transacciones más informadas y, como resultado, más rentables.
Volatilidad, la base de toda la fragilidad de las criptomonedas
Las criptomonedas son monedas virtuales altamente volátiles. Esto significa que nada les permite establecer su valor porque ninguna criptografía, Bitcoin (BTC) en mente, está respaldada por el valor de un activo sobre el que opera su valor. Asimismo, las criptomonedas no están respaldadas por una moneda física como dólares o euros, según podemos ver en immediate connect. Algunas monedas digitales tienen su valor que replica automáticamente el de una moneda importante como el dólar, pero esto no le da ninguna garantía.
La criptomoneda no es ni más ni menos que un sistema de trueque de valor virtual que, por lo tanto, solo se rige por un cierto equilibrio entre la oferta y la demanda. La idea de un sistema totalmente gratuito (ideado por el creador Satoshi Nakamoto) puede resultar atractiva. Sin embargo, esto también significa que es muy volátil. Lo que vale 1 hoy puede valer 3 mañana, luego 0,5 dos días después. Y esto es particularmente impredecible.
El hábito y el entrenamiento permiten aprender a leer, al menos parcialmente, las gráficas de valor de una criptomoneda. Excepto que siempre hay una parte de aleatoriedad que será tanto mayor cuanto que tengas poca experiencia en el campo.
Para responder a esta volatilidad, a la hora de realizar una inversión financiera en criptomoneda siempre se trata de colocar únicamente dinero que te puedas permitir perder. Si necesita recuperar sus inversiones financieras en criptomonedas muy rápidamente, lo hará con una mala estrategia y, por lo tanto, con pérdidas.
Para comprender la volatilidad de una criptomoneda, basta con mirar la curva de valor (las velas) de ciertas criptomonedas. No se sorprenda al ver que algunas criptomonedas aumentan en un 2000 %, existe. Algunos de estos aumentos son cuestionables, explicaremos por qué un poco más adelante, pero el aumento está ahí. E incluso en monedas bien establecidas, los aumentos espectaculares son innumerables. Aleatoriamente, en la curva Y-1 de ETH, encontramos, por ejemplo, un valor de 1828 € el 24 de abril y luego un valor de Ethereum de 3433 €, es decir, un crecimiento del 88 % el 11 de mayo. Si hubieras comprado unos cuantos ETH por unos pocos euros antes de que despegara, ¡imagínate la plusvalía que puedes obtener gracias a esta volatilidad! Y el 23 de mayo, nuevamente 15 días después, Ethereum bajó a 1735 €.
Una moneda completamente gratis
Por definición, cripto es una moneda completamente libre. Su precio se rige por la oferta y la demanda sin ninguna regulación de organismos internacionales como el BCE por ejemplo. Una criptomoneda no tiene curso oficial ni valor nominal. Una criptomoneda, una vez referenciada con plataformas de intercambio como Coinbase o Binance, generalmente vale unas pocas centésimas o milésimas de centavos de euro.
La criptomoneda es una nueva forma de ver las finanzas, también estamos hablando de DeFi. Por lo tanto, la regulación no está en los grandes organismos internacionales, sino en el principio mismo de Blockchain, que enumerará y registrará de manera inviolable todos los datos de todas las transacciones, garantizando así la seguridad y precisión de toda la información.
Si no hay regulación, tampoco hay garantía legal. En caso de estafa, depreciación, pérdida de acceso o cualquier otra cosa, los fondos desaparecen.
Estafas, robos y shitcoin, riesgos de seguridad en torno a las criptomonedas
Cualquier cosa que genere el dinero es susceptible de estafas. Siempre hay especuladores que quieren usar la credulidad de otras personas o la ignorancia de un tema para mantener la promesa de grandes ganancias. Existen estafas en el uso de Bitcoin. Muchas veces se trata de comprar criptomonedas a través de circuitos un tanto oscuros, alejados de plataformas reconocidas. Luego se le promete una bonificación o tasas más atractivas que el curso de la moneda. Pero en realidad, una vez realizada tu transferencia, nos vamos con tu dinero que nunca más tendrás la oportunidad de volver a ver. Compre fuera de una plataforma reconocida (como Binance), por intermediarios desconocidos, en plataformas sin ninguna visibilidad (no reconocida por la AMF, la autoridad de los mercados financieros en un país o su equivalente en el extranjero), estos son los signos de una estafa bien establecida.
Cuando roban un banco, su dinero se queda en su cuenta bancaria. Te roban el banco, pero no tus ahorros que están protegidos. En criptografía, la gestión del dinero es diferente. Las plataformas pueden tener las criptomonedas que se supone que deben proteger robadas. Y en este caso, usted es quien pierde sus criptoactivos. Así, ante determinados problemas, las plataformas pueden actuar (cuando su responsabilidad está claramente en entredicho), y existen soluciones de seguridad como una clave Ledger. Pero en términos absolutos, aunque sigue siendo raro, el robo es posible.
Otro de los grandes riesgos asociados con las criptomonedas y las monedas online en Internet son las shitcoins (o monedas de mierda). Debe entenderse que una persona acostumbrada a trabajar en la cadena de bloques puede montar una criptomoneda en menos de un día. ¿Qué significa? Hay cerca de 20.000 criptomonedas diferentes y la gran mayoría de estas no tienen ningún interés, proyecto o valor.
Una cuestión de capitalización de mercado
Las monedas menos interesantes se llaman shitcoins. Experimentan aumentos muy rápidos y disminuciones igualmente espectaculares. Su particularidad es no basarse absolutamente en ningún concepto ni objetivo. Solo existen por existir y solo te acaban arruinando, ya que si tienes grandes cantidades son imposibles de revender. De hecho, es importante comprender que el valor de una criptomoneda no lo es todo. Hay que fijarse en su capitalización, bursátil que representa el valor total de todos los tokens (monedas de moneda virtual) en circulación. Y en bitcoins, esta capitalización no vale mucho. Incluso si la definición de bitcoin sigue siendo subjetiva, podemos considerar todas las monedas como Dogecoin, Shiba Inu, Shiba thing-bidule, etc. como criptoactivos absolutamente sin valor ni interés.
Hard folk, Pump, ICO, todo un vocabulario a tener en cuenta
No imagine que cada transacción criptográfica es una estafa. Pero todavía hay situaciones de riesgo. El ICO, el lanzamiento de una nueva moneda, es uno de ellos. Si luego compra una criptografía en proceso a un precio bajo, la mayoría cae en picado tan pronto como se ponen en el mercado. Y ninguna estrategia a largo plazo puede hacer nada contra su total falta de interés. Una bomba también puede engañarlo con un aumento muy fuerte en un valor criptográfico, un valor que baja inmediatamente. Las bombas son a menudo el resultado de la manipulación de precios y no reflejan ningún interés real en la moneda mencionada. Crypto también se usa en el caso de lavado de dinero para pagar por actividades de mala reputación. En los riesgos, también podemos citar el hard folk, o interrupción del curso, que puede dar lugar a desapariciones de la divisa oa un split. Una vez más, existe el riesgo de perder sus inversiones.
La criptomoneda no está exenta de riesgos. Pero la mejor manera de evitarlos es en dos acciones. La primera es invertir solo dinero que te puedas permitir perder porque no es dinero para el día a día. Entonces, conocer los principales riesgos simplemente ayuda a comprender mejor qué criptomonedas son seguras.
