Comisaría de Via Laietana

Que el régimen clerical-catolico del franquismo tenía la tortura como herramienta política para implantar el terror y negar cualquier libertad, no es novedad. El problema es que la tortura fue, y deseo que no sea actualmente, el mismo instrumento para someter a disidentes aunque éstos fuesen muchas veces terroristas, tal como existen condenas dictadas por Europa contra el Estado español. Ninguna sociedad puede impedir que surjan asesinos entre sus miembros, pero esta sociedad, es decir el Estado, no puede ser asesino; sino todo lo que se afirma de democracia y libertad, es una farsa.