¿Estás bloqueado? No te preocupes, no eres el único. A todos los escritores les ha pasado lo mismo. Pero, fíjate, el bloqueo no se produce porque te falte imaginación, creatividad o una historia que contar, sino porque eres demasiado exigente contigo mismo. Así que te aconsejo que dejes de ejercer al mismo tiempo de juez y verdugo. No te evalúes como en el colegio. Sabes muy bien que no hay tiempo que perder. Escribe esa historia inspirada en tu pasado y que tiene ese fondo de verdad que, seguramente, a todos nos gustaría leer. Escríbela ya.

–No le tengas miedo a la sintaxis. El lenguaje solo es un vehículo para expresar nuestros sentimientos. Si tienes faltas de ortografía, ya se corregirán; si tienes errores morfosintácticos, ya se pulirán; si posees dudas en la trama, ya se irán resolviendo por el camino. Lo que nunca se podrá resolver es el folio en blanco, si no escribes. Solución: escribir. No hay otra.

–¿Siempre fuiste mal estudiante? No te acomplejes, que todos sepamos, ningún escritor se ha hecho a base de doctorados y másteres, sino de lecturas, escrituras y muchos ratos de pensamiento creativo.

 

Algunos consejos de escritores reconocidos:

Esther Tusquets

“[A los escritores principiantes] les diría que no se tomen demasiado en serio esa supuesta angustia ante la página en blanco: a lo largo de la creación de una obra, hay múltiples momentos de angustia y surgen en los puntos más inesperados. La última página puede generar tantos problemas e inseguridades como la primera”.

Yuri Herrera

“No existe eso que llaman bloqueo de escritor. Si no escribes: o no tienes nada que decir, o no es el momento de decirlo, o eres demasiado perezoso para ponerte a trabajar. En cualquier caso no hay por qué angustiarse, el mundo seguirá girando a pesar de tu silencio. […] Hay que dejar que a uno se le pudran las historias en la cabeza, que fermenten hasta despedir ese olor que indica que ya están listas para ser puestas en palabras”.

Lorenzo silva

“No escribas sin algo concreto que contar. Con eso, y la mente bien despierta, el folio o la pantalla en blanco son el más placentero campo de maniobra”.

Si te bloqueas o no puedes con la página en blanco de tu primer capítulo, prueba esto:

1.– Recurre a la escritura automática. Es uno de los mejores trucos para liberarnos de complejos, inseguridades, dudas, represiones, etc. Se trata de escribir sin pensar en las reglas represivas de la sintaxis, de escribir con fluidez sin saber a dónde te llevará tu escritura. Eso te servirá de precalentamiento, estimulará tu cerebro y te dará una mayor seguridad. Es algo similar a lo que realizan los actores o conferenciantes con la voz.

2.– Pon delante de ti el itinerario (la “escaleta”) de tu historia. Te valdrá para no andarte por las ramas ni experimentar nuevos caminos, cuando ya la historia la tengas decidida.

3.– No te detengas por las dudas: acumula más de una frase o deja el hueco en blanco. Nunca está todo decidido en un relato, por mucho que uno lo prepare. Existe siempre la duda en una frase, una acción o la personalidad de un personaje. Deja eso en suspenso y continúa con lo siguiente. No hay tiempo que perder.

4.– Escribe otra cosa. Si ese día no podemos continuar por bloqueo o indecisión de escenas, sigue estimulando tu cerebro con otro escrito diferente: haz un artículo, ensayo o empieza un microdiario. El caso es no parar. No parando llegará la lucidez de tu novela, aunque te parezca increíble.

5.– Pasea, cambia de actividad, muévete. A veces la sangre tiene que circular para que todo fluya, incluso tu historia. Somos humanos, no lo olvides.

6.– Lee libros donde se desarrollen escenas similares a las tuyas. Ve al cine, al teatro, reúnete con tu pareja o amigos, aficiónate a las series de TV. Estás en un momento de gran recepción y creatividad y cualquier cosa que veas u oigas podrías utilizarla en tu favor.

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