viernes, 26abril, 2024
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¿China odia a los extranjeros pobres?

Al-Hakam Morilla Rodríguez
Al-Hakam Morilla Rodríguez
Coordinador de Liberación Andaluza.
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análisis

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«A su muerte se apagaron los brillantes astros; los que con bondadosa guía contaban se hallaron perdidos; la vitalidad del espíritu aletargada sucumbió…» Historiador granadino Ibn al-Jatib, cuyos poemas aún pueden verse en la Alhambra, dedica a la memoria de su amigo, el médico almeriense Ibn al-Játima (padre universal de la Epidemiología), estos versos… hoy ni una callejuela de la ciudad de la Alcazaba lleva su nombre

 

No fustigaremos con el látigo de nuestra crítica al presidente al que le ha tocado lidiar con esta catástrofe pandémica global. No porque nos parezca el mejor, sino porque tal vez sea el menos malo en las actuales circunstancias. No hace pequeño sólo a un estadista su mediocridad pusilánime, sino una oposición de liliputienses, presa de parajesuítica amoralidad. Nos repugna el cinismo del máster en Harvaravaca, el pelele opusino Casado cuyo partido, con mayor sevicia aún que la PSOE, se dedicó a privatizar la Sanidad y a desmantelar la medicina pública. Asquea por su caradura contemplar a la alcaldesa de Madrid, ‘Caraheidi’ Ayuso, en la metrópoli foco principal del neumovirus y a su vez contagiada, arremeter contra Sánchez, como si hubiésemos olvidado que las de Génova 13 acudieron las manifestaciones del 8M, a pesar de las advertencias de la OMS. Podía haber impedido con su bastón de regidora toda aglomeración multitudinaria por riesgo grave adverso a la salubridad ciudadana, y no lo hizo. Provoca náuseas la histérica cantamañanas Arrimadas, cuando su formación naranja actúo de consuno con los charranes del capitán araña aznarín, monje-soldadito por vocación que para dar intrépido ejemplo por la crisis raudo se agazapó en su fincón marbellí, del mismo modo que su mujer cuando era alcaldesa, ante la tragedia con muertos del Madrid-Arena, se escondió de los media con él en Lisboa. No olvidaremos jamás que la presidente de la Comunidad Autónoma, Begoña Villacís, se retrató dándose autobombo entre la concurrencia feminista, con el norte de Italia desbordado por la hecatombe vírica, y ya con casos de infectados en el Estado español. Sin dejar a un lado a los salvapatrias vox-mitivos que se aglomeraban por miles en un palacio de congresos, regalándose generosos aleatoriamente esta enfermedad tan contagiosa. La inconsciencia de la camarilla de gerifaltes de la ‘derechita valiente’ del Trifachito indeleble permanecerá en los anales de la estupidez humana. Con su parroquia de descerebrados incondicionales puede que hasta les propongan para una medalla. Quizá si hubieran tenido funciones de gobierno central andarían ahora muy preocupados… ¿sobre todo para que las procesiones de la SS (Sem. Santa) siguieran por sus fueros y poder corear el ‘soy el novio de la muerte’?

Si bien la  total irresponsabilidad no puede achacársele sólo a los susodichos petardos. Carmen Calvo, vicepresidente del gobierno – ahora desaparecida por miedo a exponer la jeta o cuarentena – había aceptado en febrero convertirse en la coordinadora del Comité Interministerial para la prevención del Coronavirus. Sí, la misma que animaba a acudir a la demostración de fuerza hembrista el 8M. (‘Nos va la vida en ello’ vaticinó la misma visionaria artistaza autora de la frase ‘el dinero público no es de nadie’). Si no dimite o es cesada cuando remita este vendaval dantesco, contad con una oposición a Moncloa tenaz y visceral. Idéntico proceder cooptativo esperamos para la ‘hembra-beta’ del empoderamiento supremacista Irene Montero, aparcada por su positivo neumoviríco. Deseamos el pronto restablecimiento de ambas con sinceridad… y que las campeonas de la sororidad vírica no tarden en ceder su cartera de ministras. Lo del sultancillo ‘feministo’ de Galapagar, el Coletas, saltándose la obligada cuarentena y acudiendo al gabinete y a ruedas de prensa para promocionarse de ‘paladín de los más vulnerables’, le obliga a lo mismo que las anteriores por su papel de engreído arlequín cañí… Largarse a su casoplón por su falta de escrúpulos y desmelenada hipocresía. No debe demorarse al retirarse el tsunami. Con respecto al ‘ministro de Sanidad’ a la sazón, el títere de Iceta Salvador Illa, preferimos no abundar: hiede más que un zombi a cadáver político. Después de esta escabechina de víctimas mortales y ruina económica, ante la previsible sangría de votos próxima,  la remodelación ministerial se hace obligada. Si quieren perder la legitimidad por completo y quedar lastrado el gobierno sin remisión, ¡adelante!

Aunque lo que excita a las arcadas se manifiesta en aquellos que añoran la Guerra Fría, con intercambio de bravuconadas entre Washington y Pekín. Cuando no se actúa con una perspectiva geopolítica ante un problema planetario que amenaza a la especie humana, con las grandes potencias compitiendo por solapar su miopía suicida y ventajismo comercial, deberíamos echarnos a temblar. Blanquear a China resulta tan inútil como pretenderlo con el patán bocazas candidato del KKK a la Casa Blanca, colaborador en el genocidio del Pueblo palestino, yemení, sirio y libio, entre otros. Así observamos a mentes irreflexivas publicitar las bondades del régimen de partido único de Extremo Oriente. Nos lo intentan vender como ‘alternativa al neoliberalismo’. Sin embargo, ¿lo de ‘un país dos sistemas’ no supuso caer en el capitalismo más salvaje que el mundo ha conocido? ¿Y el Coronavirus y el anterior SARS… no fueron dos neumovirus surgidos en China por la causa más que segura de una zoonosis, por consumir bichos salvajes sin control, e intoxicar con virus animales de selvas y bosques al ser humano…? (la ramplona propaganda del portavoz de Exteriores chino, Lijian Zhao, con tintes conspiranoicos acusando a los yanquis de inocular el virus en Wuhan, incita más al asco  que a la vergüenza ajena, y no porque el gorilón Trump no fuera capaz). Y por cierto, demonizadores a la carta de las democracias occidentales por cuenta del Cambio Climático…. ¿dos de los mayores desastres de la humanidad, la desertización del Mar del Aral y Chernobil no ocurrieron en la URSS…? La contaminación por la megaindustrialización brutal de la gran Nación de Confucio y Lao-Tse, ¿no inficiona allí a millones de trabajadores, sin posibilidad de sindicación y con sueldos de miseria, mientras los hediondos ‘sindicatos’ orgánicos europeos miran para otro lado, con la sorna del celeste imperio de los nuevos potentados al arrimo de la burocracia? ¿Y la pandemia, ya no se ensaña sobre toda la humanidad… los virus son más ‘burgueses de derechas’ o agentes de la ‘vanguardia del proletariado’…?

La prueba de que el auxilio prestado por China forma parte de la farsa del marketing se advierte por dirigirse a sus mejores socios y/o clientes de Catalunya, Madrid y el norte de Italia, mientras que no les importa un comino que los emigrantes andaluces, manchegos, murcianos, canarios y los del mezzogiorno vayamos a morir en triajes espantosos, con el personal médico descoyuntado. Llamamos ante la desaprensión mezquina del país asiático a la solidaridad de nuestros hermanos latinoamericanos y de los países musulmanes… ¡boicotead todos los productos chinos, son clavos también de vuestro propio ataúd! ¡No adquirir nada de esa procedencia! Carecemos de respiradores, EPIs y material médico suficiente e indispensable en nuestros hospitales de Almería, Córdoba, Málaga, Badajoz o Granada. Nos condenan a la agonía, sin solidarizarse lo más mínimo con los meridionales estructuralmente desfavorecidos, en relación a los privilegiados del norte peninsular e italiano…

Entonces, sólo entonces, cuando no puede soportarse la podredumbre desalmada en la que han caído los dirigentes de aquel noble Pueblo milenario del YangTsé, evoco nuestro Legado andalusí que ellos ignoran o desprecian. El del padre de la Epidemiología Ahmed ben Al-Játima, aquel médico almeriense que por vez primera en la historia con un tratado documentado por escrito, superó en su campo al magisterio de Avicena y Maimónides aun con sus avances científicos para combatir enfermedades devastadoras. Algunos no llegaron más lejos que a describir fenómenos o a divulgar acontecimientos sin comprenderlos. Pero él acrisoló su experiencia al luchar, sin temor a fallecer en la batalla, contra la Gran Peste de 1348, detectando como origen del contagio ‘organismos diminutos’ o microorganismos. Instó además a tomar medidas de aislamiento sistemáticas todavía hoy vigentes, así como profilácticas para evitar la propagación de aquella Pestilencia, la cual mataría a decenas de millones de europeos y a ¡casi dos tercios de la población ibérica, quedando reducida a dos millones y medio de personas! Hizo hincapié asimismo en el amable trato debido al paciente, para que su decaimiento psicológico no obstaculizase su recuperación. ¿No os admira mientras en toda Europa se dedicaban a masacrar judíos, acusándoles en falso de provocar aquella monstruosa pandemia ‘envenenando el agua’?  ¿En un tiempo en el  que atribuían la Gran Peste otros a ‘conjunciones astrales’? Por favor, os lo rogamos… que ningún lugar público de Almería le recuerde, nuestro gigante del común acervo científico de la Humanidad no merece contemplar cada mañana la bandera del Horror. La impuesta por el actual alcalde de Almería, Ramón Fernández Pacheco: la de los comerciantes genoveses que trajeron a Europa la Muerte Negra.

Mas hoy, heroico médico frente a la invencible Guadaña, deja que un humilde pedrocheño, almeriense de adopción, te cante:

Nunca el sol se pone en Almería, donde la Salud y la Vida triunfaron sobre el Reino de las sombras. Todos los ocasos se han tornado perenne Aurora, Al-Játima victorioso ha doblegado a la Parca. El Barquero de la Laguna Estigia se arrodilla… un sabio galeno a los pies de la Sierra de Gádor le ha arrebatado su triste cosecha. ¡Ojalá al cerrar mis ojos por última vez la sonriente faz de Al-Játima me acompañe!

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