La compañía experta en ciberseguridad, Citizen Lab, que colabora con la Universidad de Toronto (Canadá) en el caso del espionaje a independentistas catalanes, entre otros, ha explicado que está en una nueva fase de su investigación.
Concretamente, está analizando otros 150 posibles casos de espionaje con Pegasus. En este caso, según informa ElNacional.cat, el acceso a los terminales móviles se habría podido llevar a cabo accediendo a través del listado de contactos de los primeros teléfonos intervenidos. Estas víctimas estarían ya lejos de la «primera línea» de activismo o responsabilidad política.
Citizen Lab habría ampliado ahora su capacidad de rastreo para poder averiguar si un dispositivo móvil pudiera haber sido infectado con Pegasus: hasta ahora solamente se trabajaba con terminales de una determinada compañía (Apple), pero ya se ha conseguido trabajar con formato Android.
El caso ante los tribunales
En el día de ayer, viernes, la asociación cultural Omnium reunió a cuatro de los abogados espiados por el sistema Pegasus: Antoni Abad, Andreu Van den Eynde, Benet Salellas y Gonzalo Boye.
Anunciaron que presentarán distintas querellas contra la empresa israelí dueña de Pegasus, NSO, que es quien vendió el programa y dispone de volcados del contenido de las personas espiadas; también contra el CNI, la Guardia Civil y la Policía Nacional. Mediante esta denuncia tienen como objetivo dilucidar quién ha hecho un uso ilegal del sistema, puesto que «ningún juez puede haber autorizado un espionaje de este tipo». Y de haberlo hecho, «estaría cometiendo prevaricación».
«El debate no es si hay autorización judicial o no para el espionaje, sino si hay justificación para violar derechos fundamentales con el único argumento de proteger al Estado del independentismo», ha afirmado el abogado Benet Salellas, según ha recogido Ara.
Todos los letrados que ayer intervinieron explicaron que el sistema Pegasus se vende, teóricamente, para luchar contra el terrorismo y contra el crimen organizado siendo muy difícil, según subraya Boye, que en Europa se avale que el independentismo suponga un peligro de este tipo para el gobierno español. «En Europa no entenderán la argumentación de la Ministra Margarita Robles, no entenderán que en una democracia se haya tenido que espiar a un movimiento independentista».
Van den Eynde, según Ara, considera que los indicios apuntan hacia el CNI porque varias fuentes apuntan al hecho de que es cliente del NSO, pero ha subrayado la importancia de que tiene que ser una investigación la que determine quién ha utilizado esta herramienta de manera masiva contra los soberanistas e independentistas y qué es lo que se ha hecho con la información.
