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Carmen Calvo, nueva presidenta de la Comisión de Igualdad en el Congreso, la esperanza del feminismo

El nombramiento de Carmen Calvo como presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados supone poner al frente de la lucha de las mujeres a la persona que ha impulsado en las últimas décadas medidas basadas en la igualdad real

Manuel Domínguez Moreno
Manuel Domínguez Moreno
Periodista, escritor, sociólogo, politólogo y perito en procesos de paz a nivel nacional e internacional
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análisis

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En el día de ayer se anunció el nombramiento de Carmen Calvo, ex vicepresidenta primera de Gobierno, como nueva presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados. Esto significa un gran avance para España, en general, y para las mujeres, en particular. Carmen Calvo es una mujer de Estado, es la mujer que ha impulsado en las últimas décadas las principales medidas basadas en la lucha por la igualdad real. Por tanto, se trata de un nombramiento de justicia.

Carmen Calvo es una mujer que viene de la ilustración política y de la más absoluta transparencia democrática. Una política que, en sus dilatadas responsabilidades de gobierno, ha dejado un libro ético de estilo que, sin duda, sus propios compañeros y compañeras deberían consultar a diario en cada momento en el ejercicio de su cargo.

Es notorio que cuando Calvo analiza un hecho lo hace desde la coherencia, no desde el oportunismo; desde las convicciones, no desde el populismo; y desde la razón democrática y feminista sin ambages ni medias tintas. Por eso se permite huir de la demagogia y decir que a ella siempre se la encontrará defendiendo los derechos de las mujeres y en primera fila de una manifestación por la igualdad real, la diversidad, la libertad y los derechos humanos, en general, respetando en todo momento la ley.

Mujer socialista y socialista mujer. Sin duda, Pablo Iglesias Posse la tendría siempre a su derecha  como impulsora y salvaguarda de la ideología de la ética, la verdad y, tal como dijera don Antonio Machado, trasmitiendo  el timbre de la voz humana. Sánchez, ¡eso es socialismo!

Para llevar a cabo  una gestión efectiva en la Comisión de Igualdad, hay que tener un nivel de conocimiento jurídico, humano y político muy interiorizados y fundamentado en valores constitucionales del Estado de derecho, defendiendo que el feminismo es una «revolución pacífica» frente a la ultraderecha, una revolución en favor de la ética y contra el «ordeno y mando» que ejerce quien y quienes, desde su deshumanización y cobardía, utilizan la igualdad real para manipular, engañar, traicionar y posicionarse dentro y fuera al lado de la violencia social en sus diferentes estilos, arrastrando las conquistas sociales de igualdad hacia un pensamiento que, sin duda, ha puesto «en la diana» a la mujer, en definitiva, a la igualdad real, esencia de la filosofía comparada del feminismo y, en el mismo renglón, defender el imperio de la ley por razones sanitarias obvias.

Carmen Calvo es una mujer que es consciente de que los dos pilares sobre los que se asienta la lucha contra la desigualdad, la violencia de género y el patriarcado son, sin duda, la formación y la seguridad. Y desde el poder legislativo, desde el lugar donde está representada la soberanía nacional, se pueden hacer muchas cosas en este sentido e, incluso, condicionar hacia los pasos positivos al propio Ejecutivo del que Calvo salió blanca, sin mácula alguna y con la cabeza alta por su trabajo basado en la coherencia ideológica con los valores reales del socialismo.

Carmen Calvo sabe lo que es la igualdad real desde la experiencia, e ilustración, desde su lucha de más de 40 años de activismo comprometido en la política con mayúscula, no sólo desde los tratados, los libros y la teoría. Esto es clave para comprender que una sociedad igualitaria es la base fundamental para avanzar hacia un mundo más justo. Desde la Comisión de Igualdad se puede conseguir que mujeres, hombres y la igualdad real se sitúen en un solo espacio de pensamiento y vida.  

La ex vicepresidenta, además, es consciente de que la presencia de los hombres es clave en la igualdad real porque, su propio desinterés o exclusión absoluta, iría en contra de principios fundamentales que son innatos al ser humano. El papel de los hombres no debe quedarse sólo como aliados de la igualdad con las mujeres, sino como un componente de elemental compromiso con el único fin de alcanzar la verdad en la propia esencia de la igualdad real.

Este nombramiento puede provocar que se dejen los debates estériles. Ha llegado el momento de que a la clase política alcance el legado de la historia y la historia nace cuando el mundo sueña. Se comenzó a soñar desde el compromiso de mujeres y hombres socialistas que fueron capaces de sentir el timbre de la voz humana que gritaba libertad e igualdad. Carmen Calvo representa ese socialismo, esa visión del feminismo y la igualdad real desde el socialismo. No tiene que demostrar nada. Tal vez sean los demás, desde cualquier ámbito ideológico, los que estén obligados a hacerlo.

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2 COMENTARIOS

  1. Esta mujer lo único que ha hecho es poner palos en las ruedas del gobierno de coalición. Es soberbia, envidiosa y poco dialogante. No veo que tienen que ganar las mujeres con esta persona. Ya tenemos un Ministerio de Igualdad que está trabajando por ellas.

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