La Comisión Europea ha anunciado que prorrogará las medidas excepcionales tomadas el pasado mes de mayo, y que afectan a Polonia, Hungría, Eslovaquia, Rumanía y Bulgaria, que consisten en prohibir la venta de cereales procedentes de Ucrania para no dañar a los agricultores de los países señalados.
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El año pasado, la UE suspendió los aranceles aduaneros sobre todos los productos agrícolas procedentes de Ucrania, para intentar así apoyar a este país ante su situación de guerra. Sin embargo, estos cereales, tan baratos, han ocasionado enormes pérdidas para la agricultura de países miembro de la UE, pues los agricultores han visto cómo sus productos no eran competitivos ante semejantes precios.
Por eso, algunos países de la UE anunciaron que tomarían medidas por su cuenta, prohibiendo la venta de este tipo de productos en sus territorios, para proteger así a sus agricultores. Ante esta amenaza, la Comisión llegó a un acuerdo el pasado mes de mayo, impulsando prohibición de venta de cuatro productos determinados en cinco países de la UE. Una medida excepcional y temporal, que se tomó para intentar proteger al sector.
Las exportaciones de cultivos ucranianos que la UE describió como «críticas para alimentar al mundo y mantener bajos los precios de los alimentos» estaban inicialmente destinadas a África y Medio Oriente, pero, sin embargo, se quedaron en Europa del Este, poniendo en peligro los medios de subsistencia de los productores locales.
Trigo, maíz, colza y semillas de girasol
Pero la medida no ha sido suficiente y por eso, ante la fecha de expiración, que era el 5 de junio, la Comisión ha presentado un borrador de una nueva regulación que prohíba la importación de estos cuatro productos (trigo, maíz, colza y semillas de girasol) provenientes de Ucrania.
