El tres veces primer ministro de Italia, Sílvio Berlusconi, a punto de cumplir 86 años, acabó este miércoles con las especulaciones sobre su futuro político, y anunció que se presentará al Senado en las elecciones legislativas del próximo 25 de septiembre.
El magnate de los medios , golpeado por varios escándalos , lleva casi 10 años fuera del Parlamento italiano, pero fue elegido para el Parlamento Europeo en 2019 “Creo que me quedaré en el Senado, así haremos felices a todos”, dijo Berlusconi.
En 2013, Berlusconi fue expulsado del Senado tras ser condenado por fraude fiscal en el caso Mediaset. El magnate, propietario de la cadena de televisión comercial más grande de Italia y del grupo de medios Mediaset, lidera el partido de centro-derecha Forza Italia (FI).
El martes, Berlusconi había dicho que sus partidarios le habían pedido que siguiera adelante. El exprimer ministro alguna vez desempeñó en gran medida el papel de líder de la centroderecha en Italia, pero ha sido reemplazado por el exministro del Interior antiinmigración y líder de la Liga de extrema derecha , Matteo Salvini.
Más recientemente, es la líder posfascista de los Hermanos de Italia (FdI), Giorgia Meloni , quien parece haber ganado un lugar en la carrera por convertirse en primera ministra de Italia.
La FdI se perfila como el partido más votado dentro de la alianza de centro-derecha (como se autodenomina la coalición), con un 23,8% de intención de voto este miércoles, frente al 12,5% de la Liga y solo el 8% de FI.
Salvini reiteró este martes que Meloni será primera ministra italiana si su partido consigue un voto más que la Liga.
Mario Draghi y elecciones anticipadas
Mario Draghi preside una coalición de unidad nacional desde febrero de 2021, cuando fue designado para gestionar la crisis de la pandemia de covid-19 y la recuperación económica del país, tras la caída de su antecesor, Giuseppe Conte, líder del M5S, que estuvo en la raíz de la actual crisis política.
La coalición contó con el apoyo de prácticamente todos los partidos con escaño parlamentario, desde la izquierda hasta la extrema derecha, excepto el movimiento de extrema derecha de Giorgia Meloni.
El 14 de julio, Draghi anunció que no quería seguir gobernando sin el apoyo del M5S, cuando este partido se abstuvo en un primer voto de confianza.
En ese momento, el presidente italiano, Sergio Mattarella, rechazó la solicitud de renuncia y pidió a Draghi que intentara nuevas soluciones políticas, con el debido apoyo en el parlamento.
A la semana siguiente, Mario Draghi ganó una segunda moción de confianza, pero perdió el apoyo de tres de los partidos que apoyaban su coalición -M5S , Força Italia y la Liga- , lo que justificó una nueva visita al Presidente, para reiterar la renuncia, que fue aceptado, lo que llevó a la anticipación de las elecciones.
