Desde el pasado viernes fumar en todas las playas de Barcelona será un recuerdo del pasado; el Ayuntamiento lo ha prohibido en todo el litoral de la ciudad.
La iniciativa que partió de una prueba piloto en las playas de Sant Miquel, Somorrostro, Nova Icària y Nova Mar Bella durante el verano de 2021, se ampliará a las seis restantes de la ciudad con el doble objetivo de reducir el número de personas fumadoras y las colillas abandonadas en la arena.
Desde el consistorio barcelonés justifican la extensión a todo el litoral de la ciudad a la alta acogida de la iniciativa por parte de la ciudadanía con una nota de 8,2 puntos sobre 10 y que supuso una reducción importante de las colillas altamente contaminantes. Los plásticos contenidos en los filtros de los cigarrillos necesitan una media de diez años para su degradación siendo los segundos artículos más encontrados en las playas europeas. “La medida busca facilitar lugares de convivencia más saludables, con menos residuos y respetuosos con el medio ambiente”, destacan en la web municipal.
Por otro lado, según los datos del Departamento de Salud de la Generalitat sobre los que se basa el ayuntamiento barcelonés para aprobar la prohibición del tabaco en las playas, en Cataluña se registran 9.030 muertes anuales atribuibles al consumo de tabaco lo que supone 25 muertes cada día. Además, un 70 % de la población adulta de Cataluña no fuma, y 9 de cada 10 personas declaran disfrutar de un entorno sin humo.
Una aplicación por fases
La puesta en marcha de la nueva normativa se hará en dos etapas. De abril a junio, el Ayuntamiento informará a la ciudadanía sobre la prohibición de fumar en las playas e intentará concienciar sobre las ventajas, beneficios y conveniencia que sean espacios naturales y públicos libres de humo.
Será a partir de julio, ya iniciada la temporada alta de turismo de verano, cuando el gobierno de la alcaldesa Ada Colau implante definitivamente la ordenanza a través de la Dirección de Playas y de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) cuyos agentes podrán multar a los infractores, en caso de reincidencia, por un importe de 30 euros. En cualquier caso se tratan de infracciones leves que son las mismas que actualmente se aplican a fumadores en la zona de juegos infantiles.
Si bien la nueva medida entró en vigor el pasado viernes al menos de forma escalonada, la prohibición de fumar en las playas barcelonesas será factible siempre y cuando el Ayuntamiento modifique la ordenanza sobre el uso de las vías y los espacios públicos de Barcelona (OUVEP), que el gobierno de Ada Colau prevé tener ya aprobada para julio. Mientras tanto, como ya se indicó anteriormente, la corporación iniciará una campaña informativa y publicitaria de concienciación social sobre los riesgos del tabaquismo y de la conservación de entornos naturales saludables.
La nueva ley estatal sobre residuos y suelos contaminados, aprobada en el Congreso de los Diputados el pasado 31 de marzo de 2022, que incluye a las playas, facilita el marco legal al gobierno del consistorio barcelonés para imponer restricciones, multar a infractores y garantizar playas libres de humo.
Es de sentido común