Isabel Díaz Ayuso ha vuelto a demostrar que va por libre y que nadie en Génova la puede controlar. Ya son incontables las ocasiones en las que la presidenta de la Comunidad de Madrid se ha salido del discurso oficial o que ha condicionado claramente la estrategia política de los populares. Hoy, en una entrevista en Antena 3 lo ha vuelto a hacer.
Ayuso, en referencia a la propuesta de Alberto Núñez Feijóo de alcanzar un pacto para que en las próximas elecciones autonómicas y municipales gobierne la lista más votada aunque no tenga mayoría, no ha dudado en reventar esta estrategia.
«Yo creo que si hay más escaños a un lado que hacia el otro que quieren un gobierno u otro, no lo veo mal.» Es decir, que Ayuso ha afirmado lo contrario de lo que lleva defendiendo Feijóo. Eso sí, ha propuesto una opción que, en la actualidad, no está contemplada en la Ley Electoral: la segunda vuelta.
Alberto Núñez Feijóo ya no sabe qué hacer con Ayuso. Todos sus intentos de alejarse de la extrema derecha o del trumpismo que lidera la presidenta de la Comunidad de Madrid se van al traste. Con Díaz Ayuso en el candelero todo el día, con declaraciones incendiarias en clave de política nacional, a Feijóo le dejan muy poco espacio de maniobra. La lideresa real del PP es Ayuso y sólo es cuestión de tiempo que se haga efectivo un cambio en el liderazgo conservador que desde las bases se está pidiendo a gritos.
Descontento en el PP con Feijóo
Isabel Díaz Ayuso, con estas palabras, se ha ganado muchos más apoyos de los que ya tenía en la dirigencia del Partido Popular. La propuesta de Feijóo de que gobierne la lista más votada se ha encontrado con la oposición de varios dirigentes autonómicos que ven que el camino del presidente nacional les cierra el paso a alcanzar el gobierno de sus comunidades en coalición con Vox.
Por esta razón, la actual presidenta de la Comunidad de Madrid ha censurado la propuesta de Feijóo. Se ha ganado más apoyos internos de cara a un supuesto cambio de líder una vez pasadas las elecciones de mayo, lo que, evidentemente, supondrá que la candidatura del PP a las generales podría tener rostro femenino.
