Ayuso «compra» votos obreros por 26,16 euros

ETA, Bildu, Sánchez. Bildu, Sánchez, ETA. Estos son los tres puntos principales sobre los que ha asentado su campaña electoral Isabel Díaz Ayuso. La candidata del Partido Popular, cuando terminaba de atacar la nueva Ley de Vivienda porque afecta al 1% de la población para la que ella gobierna, dedicaba unas pocas líneas de sus discursos a intentar defender su gestión al frente de la Comunidad de Madrid. Como no podía ser de otra manera, ha hecho bandera de sus políticas de reducción de impuestos que, en realidad, sólo tienen un impacto directo sobre quienes más tienen.

Ayuso siempre ha dicho que las bajadas impositivas benefician a todos los ciudadanos por igual. Esto, directamente, es mentira, puesto que, en porcentaje, quien en realidad las disfruta es ese 1% de privilegiados a los que da igual que los servicios públicos funcionen bien, mal o regular porque no los necesitan.

La Comunidad de Madrid tiene en su página web una herramienta en la que se puede calcular la cantidad que cada persona, en función a sus ingresos y su situación familiar, se ahorra en impuestos gracias a las políticas de Ayuso.

Diario16 ha realizado un análisis poniendo como hipótesis a una persona con dos hijos menores de 25 años y los resultados son escalofriantes. Para un salario bruto de 15.120 euros anuales, es decir, el salario mínimo interprofesional, el ahorro impositivo es de 0 euros. Para un sueldo bruto anual de 20.000 euros, el ahorro de impuestos es del 9%, lo que supone 122,96 euros al año (10,25 al mes).

A partir de aquí entramos en los salarios que podrían calificarse de clase media: 30.000 y 50.000 euros brutos anuales. En base a los cálculos que proporciona la propia Comunidad de Madrid, el ahorro impositivo en el primer grupo sería de 275,64 euros cada año (22,97 al mes), lo que supone un porcentaje del 7%. Los trabajadores con unos ingresos de 50.000 euros, tienen un ahorro impositivo del 5%, es decir, 543,33 euros al año (45,28 mensual).

El promedio de ahorro fiscal en los tramos salariales que se pueden calificar como de clase media y trabajadora es de 26,16 euros mensuales, cantidad que no supone ningún tipo de ventaja ni con la que siquiera se puede pagar un café con leche o dos barras de pan al día, ni, por supuesto, una factura de suministros o la cuota de la comunidad de vecinos.

Isabel Díaz Ayuso va arrastrándose por las esquinas afirmando que sus políticas fiscales tienen un impacto positivo en todas las familias madrileñas. Eso es falso, tal y como demuestran los datos. Es una cantinela que repite una y otra vez allá por donde la dejan y, en realidad, no es más que la aplicación en el siglo XXI del Principio de la Orquestación de Joseph Goebbels, la mano derecha de Adolf Hitler.

«La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas», afirmaba Goebbels.

De este principio nace la expresión de que una mentira repetida muchas veces termina siendo una verdad. Isabel Díaz Ayuso explota esto prácticamente todos los días. Lo hace con la rebaja fiscal a los ricos, con el enfrentamiento constante con el gobierno de Pedro Sánchez por los impuestos a ricos y bancos, con las medidas de ahorro energético.

Sin embargo, las cifras que proporciona la propia Comunidad de Madrid en su herramienta de cálculo de ahorro fiscal demuestran que a las clases medias y trabajadoras esas rebajas de impuestos, en realidad, no le afectan de manera positiva, tampoco de manera negativa. Simplemente, no les afectan en nada, pero el mensaje cala.

Ayuso consigue que los cientos de miles de familias que lo están pasando verdaderamente mal, que están sobreviviendo con el ingreso mínimo vital porque las políticas activas de empleo en la Comunidad de Madrid son inexistentes, piensen que esas bajadas de impuestos también les van a beneficiar a ellos cuando no es así. Ayuso y su gobierno las han diseñado sólo para los que más tienen.

Ayuso no se atreve con Diario16

Esta era una de las cuestiones que Diario16 tenía intención de tratar con Isabel Díaz Ayuso en la entrevista que se le solicitó, como se hizo a Rocío Monasterio, Juan Lobato, Mónica García y Alejandra Jacinto. Sin embargo, Ayuso no se atrevió a enfrentarse a cuestiones en las que se podía quedar descubierta. Díaz Ayuso no se atrevió con Diario16.

El Partido Popular mintió al afirmar que Ayuso había concedido entrevistas a todos los medios. La verdad desmonta la añagaza. No se trataba de hacer preguntas para atacar la gestión de Ayuso de manera directa. Quien ha hecho una entrevista con este medio sabe que no es nuestro estilo porque, independientemente de a quien entrevistemos, nos movemos por el respeto y desdeñamos la agresividad.

Sin embargo, sí que se le iba a pedir que respondiera a cuestiones clave que afectan directamente a la ciudadanía, respuestas directas, sin afanes trumpistas ni populistas. Eso, evidentemente, Ayuso no quería hacerlo y, tal vez, no sabe enfrentarse a la sinceridad sin soberbia ni altanería. Otra vez será, señora Ayuso, aunque, evidentemente, es más fácil hablar en otros lugares donde por prebendas le garantizan un final feliz.  

Compra de votos

En esta campaña electoral han salido a la luz varios escándalos por presunta compra de votos que ha afectado a todos los partidos. Esto, evidentemente, Isabel Díaz Ayuso no lo podía dejar pasar y lo ha utilizado como argumento para atacar a la izquierda y alimentar la teoría de la conspiración de que la izquierda pretende asaltar las urnas. Este es un nuevo ejercicio de trumpismo patológico protagonizado por la candidata del PP. «No hay delito del Código Penal no protagonice algún candidato de la izquierda en estas elecciones», ha afirmado Ayuso.

Sin embargo, Ayuso se olvida de cómo el Partido Popular ha protagonizado escándalos como la de llevar a los ancianos de las residencias con la papeleta del PP a los colegios electorales, las fechorías de la familia Baltar en Ourense (que son vox populi), los fraudes en el censo o los votos de personas fallecidas.

Además, que una dirigente del PP eche en cara a nadie la comisión de delitos del Código Penal, cuando su propio partido ha sido condenado por ser partícipe en delitos de corrupción, roza la desvergüenza.

No obstante, Isabel Díaz Ayuso no hace mención a un modo de comprar votos que es a través de la mentira, el engaño y la manipulación de la información, como hace con los beneficios de sus políticas fiscales.

Decir que sus bajadas de impuestos afectan a todos los ciudadanos es falso, como se puede comprobar en los datos. Afirmar que esas rebajas fiscales benefician a todos, es falso, porque quienes, en porcentaje, más tienen son los que más ahorro tienen. Decirles a las familias que perciben el salario mínimo o menos que las bajadas impositivas les van a reportar un ahorro es mentira. Por eso, esto es un modo de «comprar votos» y a Ayuso le sale barato: 26,16 euros al mes. Toda una ganga.