Ayuso acusó al Gobierno de las mascarillas fake, cuando las había adquirido la Comunidad de Madrid

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso acusó al Gobierno de las mascarillas fake, cuando las había adquirido la Comunidad de Madrid, incluso la prensa amiga se hizo eco de aquellas acusaciones. La realidad es que el material que erróneamente se distribuyeron como de máxima protección, bajo la marca Purvigor, fueron “adquiridas directamente por el SERMAS”, –Servicio Madrileño de Salud-.

Era finales de abril, cuando estaba pegando fuerte la pandemia de la Covid-19 cuando en una entrevista en una emisora, Ayuso afirmó en respuesta a uno de los periodistas que le espetó en directo: “fueron ustedes muy críticos cuando el Gobierno compró una gran remesa de mascarillas que resultaron ser ‘fake’ y hubo que devolver, pero a usted le ha pasado lo mismo”.

Ayuso sin inmutarse contestó: “No. Las mascarillas no han sido compradas por la Comunidad de Madrid. Han sido compradas por el Ministerio, creo, de Defensa. No han sido las nuestras”.

Pero no era cierto. Ahora sale a la luz la verdad que deja en evidencia una vez más a la presidenta madrileña. Porque en Madrid también había mascarillas mal etiquetadas, con certificaciones falsas o simplemente que no llegaban a los niveles de protección que prometían, y lo más grave de todo es que se regalaron a los madrileños como “las mejores mascarillas del mundo”.

Como ha podido saber la Cadena SER, “el primer gran lote fue una partida de la marca Garry Galaxy de protección media -equivalente a FFP2-. Las adquirió el Ministerio de Sanidad y las distribuyó después a varias Comunidades Autónomas. A la falta de material se sumaba a partir de ese momento las sospechas sobre el que empezaba a llegar a los profesionales”.

El Mundo publicó la aparición de otra partida de mascarillas ‘fake’ a finales del mes de abril, en Andalucía y Madrid. En este caso se trataba de material de alta protección -equivalente a FFP3-, de la marca Purvigor, y reservado para los profesionales que se exponían a un mayor riesgo. El periódico se hacía eco de la versión de la presidenta y de la Consejería de Sanidad: “Estamos verificando la procedencia, pero no han sido adquiridas por compra centralizada de la Comunidad de Madrid”.

Dos días después vinieron los actos fastuosos y propagandísticos de Ayuso para el cierre del hospital de campaña de IFEMA, y que acabó como un gran batiburrillo de gente apelotonada, incluido invitados, personal sanitario y periodistas, Finalmente Ayuso y Almeida tuvieron que pedir perdón por aquel vergonzoso acto.

Como publica ahora La Cadena SER: “Las mascarillas que erróneamente se distribuyeron como de máxima protección, bajo la marca Purvigor, fueron “adquiridas directamente por el SERMAS”, el servicio de salud de la Comunidad de Madrid, como reconoce ahora la Consejería de Sanidad a través del Portal de Transparencia.

La partida forma parte de un contrato de suministro de material, tramitado por la vía de emergencia, y por valor de 3,4 millones de euros, que la Consejería firmó el 25 de marzo con la empresa distribuidora Helianthus Medical.

La Dirección General de Gestión Económico-Financiera y Farmacia, he emitido una nota en el que afirma: “Una vez verificado que la documentación que el fabricante había proporcionado a la empresa suministradora era incorrecta y en algún caso falsificada, la empresa Helianthus nos traslada su disposición para retirar las mascarillas entregadas consideradas NO VALIDAS -en mayúsculas en el documento original-, por otras mascarillas que cumplían con la normativa vigente”.