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André Gide, yo confieso

Los cuatro volúmenes que recogen el monumental ‘Diario’ del escritor francés durante medio siglo suponen un exhaustivo recorrido analítico por las décadas más turbulentas del siglo XX

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análisis

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André Gide (París, 1869-1951) ocupa de manera estelar una figura central en la cultura francesa del pasado siglo XX. La concesión del Premio Nobel de Literatura en 1947 vino a reconocer la trayectoria literaria de un autor total, que abarcó con maestría casi todos los géneros, desde el relato y la poesía, a la novela o la crítica literaria, pasando por el ensayo, el teatro, la literatura de viajes o la autobiografía. La editorial DeBolsillo culmina ahora, con la publicación de los volúmenes III y IV del Diario del autor francés, la edición íntegra de esta monumental obra, referente del pensamiento de un autor clave para entender en toda su dimensión y complejidad el proceloso siglo veinte.

Esta edición, con traducción de Ignacio Vidal-Folch y prólogo y adaptación de notas de Ignacio Echevarría, supone la publicación, por primera vez en castellano, del texto completo de la obra cumbre de su autor. Los cuatro volúmenes constituyen una crónica pormenorizada y sincera de la vida pública y privada de una figura central de la cultura francesa.

Gide inició su Diario a los 18 años (exactamente el 4 de octubre de 1887) y lo concluyó sólo seis días antes de fallecer, el 21 de noviembre de 1950,  con la siguiente anotación: “No. No puedo afirmar que, al terminar este cuaderno, todo habrá de concluir… Tal vez tendré el deseo de agregar algo todavía… En el último instante, agregar algo todavía”.

El pasado 2021 esta misma editorial publicó por primera vez en España los dos volúmenes iniciales de la que sin duda es la obra más importante de André Gide: su Diario. El primero, correspondiente a los años comprendidos entre 1887 y 1910, mostraba la adolescencia y juventud del autor, y el segundo, de 1911 a 1925, la primera etapa de su vida adulta. En los dos volúmenes restantes, el III (1926-1935) y el IV (1936-1950), aborda el último cuarto de siglo de su existencia, en edición fijada por la Bibliothèque de La Pléiade en 1996, anotada en el original por Martine Sagaert, pero prologada y adaptada por Ignacio Echevarría en la traducción de Ignacio Vidal-Folch.

En estos dos últimos libros de su Diario se aprecia perfectamente a un Gide cuya vitalidad ya no parece ser tan desbordante como en sus años de juventud y cuyo compromiso político no hace más que acarrearle incontables problemas. En las seis décadas que estuvo escribiendo su Diario en miles de páginas, ahora agrupadas en España por Debolsillo en cuatro volúmenes, el autor de Los cuadernos de André Walter se dedicó a anotar toda clase de impresiones, reflexiones y observaciones sobre cuanto acontecía tanto en su interior como a su alrededor. En los dos primeros volúmenes podemos apreciar a un escritor lleno de vitalidad que luchaba por abrirse camino en el mundo, pero en estos dos últimos volúmenes correspondientes a las últimas décadas de su vida descubrimos a otro que empieza a retirarse de la escena pública para vivir su intimidad de un modo más sosegado. Este proceso de aislamiento interior arrancó, tal y como se percibe en el Volumen III, con el rechazo social que experimentó al anunciar públicamente su adhesión al comunismo.

DeBolsillo culmina, con la publicación de los volúmenes III y IV del Diario, la edición íntegra de esta monumental obra, referente del pensamiento de un autor clave

Sin embargo, en el volumen IV, Gide cambia totalmente de postura. Y es que, tras un viaje de varios meses a la URSS, renegó públicamente del comunismo, lo cual le valió la enemistad de casi toda la izquierda europea. Esto, sumado a la imagen pública que se dibujó de él como poco comprometido con Francia durante la Ocupación alemana, hizo que Gide cayera en un silencio profundo respecto a los temas públicos. Además, el 17 de abril de 1938 murió su esposa Madeleine, de quien se había alejado físicamente, pero que continuaba ocupando un enorme espacio en su corazón. Tras insertar fragmentos de su Diario en revistas, plaquettes e incluso en el interior de algunos de sus libros, Gide se planteó publicar una versión íntegra en 1930, evitando de este modo las falsificaciones o manipulaciones que pudieran hacerse tras su muerte. Sin embargo, su mujer le pidió que no lo hiciera.

El autor respetó el deseo de su esposa, hasta que André Malraux y Martin-Chauffier le propusieron publicar sus Obras completas en Gallimard e integrar en cada título un segmento del Diario. Gide aceptó, pero suprimió los pasajes concernientes a su mujer y sustituyó algunos nombres por iniciales o seudónimos. Fue en 1939 cuando, por consejo de Jacques Shiffrin, decidió publicar en La Pléiade una versión definitiva, que tuvo una segunda edición crítica en 1996 y que es la que Debolsillo ha usado para la traducción que ahora, con la publicación de los volúmenes III y IV, queda completa. De este modo, al fin los lectores en castellano pueden acercarse al siglo XX francés de la mano de un autor imprescindible. “Una extraordinaria, una insaciable necesidad de amar y de ser amado: creo que esto es lo que ha dominado mi vida, lo que me ha empujado a escribir; necesidad casi mística, además, porque aceptaba que no encontrase, en vida, su recompensa”, escribió el escritor francés el 3 de septiembre de 1948 en su Diario.

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