Por favor que alguien produzca una sitcom basada en el día a día de nuestros políticos en el Congreso de los Diputados. Algo estilo Al salir de Clase o Salvados por la campana, en este caso Salvados por las urnas. Y es qué los acontecimientos de los que hemos sido espectadores durante estos cuatro años de desconcierto político, tienen mucho de séptimo arte. Tiempo al tiempo que no oferten en todas las plataformas televisivas de subscripción una adaptación de Con ocho basta (ni un comicio más) .
Me ha sorprendido que últimamente algunos partidos políticos han adoptado el formato «artista invitado «, os pongo dos ejemplos. El primero, nos remontamos a las pasadas elecciones municipales, Manuel Valls en Ciudadanos. Cameo fallido, el público no empatizó con la actuación de Valls y es que la escuela francesa siempre ha sido complicada para el público español, el tempo y la pose gala no convence siempre a este lado del pirineo, pero bien que cruzaban a Perpignan en sus tiempos mozos algunos.
Otro momento cameo, reciente y candente en la actualidad, ha sido el papelón de Manuela Carmena durante el pregón de las fiestas de la Merce de Barcelona. Ada Colau en su intento de emular al gran Almodovar, apostó por una veterana dama de la política para su cortometraje. Las críticas fueron tremebundas contra la interpretación excesivamente neutral de la madrileña, no convenció, Carmena no fue la Chus Lampreave de Ada, que tan buen resultado dio al director Manchego.
Tantas ampollas levantó el fichaje de Manuela que tuvo contraprogramación en la cartelera con el pregón alternativo producido por el gran Toni Albà, una versión bizarra y satírica algo más adecuada para una fiesta mayor. Esta versión B de la cinta fue aclamada por una extensa mayoría del público catalán, acostumbrado a las grandes interpretaciones del humorista, recordemos su papel como Felipe V en 2016.
En todas las salas parlamentarias podemos elegir entre grandes remakes del séptimo arte. ¿No os recuerda a la tan versionada Romeo y Julieta, el amor clandestino entre Sánchez y Rivera? La tragedia lírica de Bellini, Montescos y Capuletos, votantes del PSOE vs. votantes de C’s, una unión imposible. Bueno no del todo así, en esta nueva entrega es la familia votante del PSOE quien no soporta al heredero de los Ciudadaners. Por parte de la dinastía de Rivera suelen ser algo más promiscuos «con Sánchez me acuesto, con Casado me levanto, con Vox pactando y con el mazo dando «. Esta adaptación libre del clásico italiano incorpora un final alternativo e interactivo del director, que verá la luz el próximo diez de noviembre, donde los espectadores con sus votos podrán decidir el destino de la pareja.
Otro interesante y precipitado remake es el que ha producido el Partido Popular. Esta vez ha sido su protagonista principal quien ha recibido un cambio de imagen y guion tras las valoraciones de los críticos, quienes apuntaban a un abuso de la sobre actuación e improvisaciones fuera de tono. Los populares han optado por mostrar una versión renovada de su actor principal, algo así como lo que sucedió con Blade Runner 2049, donde el guaperas de Ryan Gosling heredaba el papel de Rick Deckard como agente K pero sin eliminar a Rick, quien seguía siendo interpretado por Harrison Ford. O sea Casado con barba interpreta a Casado sin barba y de vez en cuando aparece M.Rajoy que tiene barba que a su vez es eclipsado en varias secuencias por J.M. Aznar que vendría a ser Jared Leto. En definitiva un caos psicotrópico como lo fue para mí el largometraje de Denis Villeneuve.
Para terminar un homenaje a un grande de nuestra cinematografía. Si el maestro Luís García Berlanga siguiera entre nosotros, no dudaría en dirigir otra obra maestra de la comedía que reflejara el resurgir de la España más negra en la actualidad junto a la compañía artística VOX y sus socios de gobierno.
Una secuencia del hipotético film podría ser el ridículo careo entre Martinez-Almeida y Ortega Smith durante el minuto de silencio por las víctimas de violencia de género. Si pasamos el corte por un filtro en blanco y negro, conseguiremos una escena que interpretarían a la perfección los geniales Pepe Isbert y Manolo Morán, donde el concejal increpa al alcalde por dejarse influenciar por los ediles comunistas y sus modernidades.
«Cine, cine, cine, más cine por favor, que todo en la vida es cine y los sueños, cine son»
Así rezaba el estribillo de la canción de Aute y que nunca nos falte el cine, pero ojalá despertemos de una vez de este sueño de un país naufragando tras colisionar con el iceberg del desacuerdo. (Spolier: Palo Iglesias es Leonardo Di Caprio y termina ahogado porqué Kate Winslet que es Pedro Sánchez no le deja sitio en la tabla del gobierno, en el fondo no estaba enamorada de él, todo era por despecho)
