El tiempo hace eficazmente su trabajo secando lágrimas y drenando el dolor de los corazones. Doce años han pasado desde aquel jueves 11 de marzo en el que un atentado terrorista quebró Madrid, Europa y la sensación de seguridad mundial. Doce años ya de aquella barbarie donde murieron 193 personas, entre ellas dos nonatos y 1858 personas más resultaron heridas. Doce años en los que cada vez quedan menos posos de aquella tristeza, y la política empieza a empozoñar el recuerdo de los muertos.

Después de los homenajes (cada vez más tibios por parte de muchos sectores de la sociedad) este fin de semana, no queda más que preguntarnos por la situación actual en la que nos encontramos ¿Qué justicia ha habido para las víctimas? ¿Qué imagen se está transmitiendo por parte de la clase política?

Nos queda el bosque del Recuerdo en el Retiro, un puñado de claveles y una corona de laurel… pero acciones concretas, pocas.

Mientras que en otros países que sufrieron atentados terroristas como son Reino Unido y los Estados Unidos la sociedad civil se unió en torno a sus instituciones, en nuestro país los atentados de los trenes de Atocha sólo han servido para ahondar en la fractura social y política existente.

En el acto institucional celebrado en Sol, han acudido juntas por primera vez las cuatro asociaciones de víctimas y las autoridades políticas que parecen haber olvidado sus divergencias, casualmente, semanas antes de la conformación de un Gobierno que no llega. Hasta Mariano Rajoy se ha dejado ver en la céntrica plaza de la capital. Un Rajoy que nunca quiso homenajear a las víctimas, ni siendo presidente del Gobierno ni siendo líder de la oposición, aparece ahora, cuando está en funciones. En los años anteriores se sentía “satisfechamente representado” por un par de ministros, generalmente los de Justicia e Interior. Este año, va, se saca fotos y hasta lo tuitea. Qué pena que a estas alturas nadie crea en sentimientos altruistas ni en las casualidades.

Antonio Miguel Carmona, concejal socialista del Ayuntamiento de Madrid acudió al acto que organizaron los vecinos en la estación del Pozo del Tío Raimundo, uno de los lugares donde explotaron las bombas y masacraron a decenas de vecinos y trabajadores. En su opinión “los vecinos son los más sentidos, sienten hondamente el dolor del atentado sin ningún tipo de segundas intenciones”.

Carmona declara sin tapujos para Diario 16 que “el mejor homenaje es luchar contra aquellos que quieren que hayan más víctimas. El mejor homenaje es el silencio y la no utilización partidista del asunto del terrorismo”.

La presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo Ángeles Pedraza reclama la formación de un Gobierno “debido a la inestabilidad política que sufre nuestro país, resulta más necesario que nunca reivindicar la necesidad de un liderazgo político fuerte”. En este mismo sentido se dirigió también Pilar Manjón, presidenta de la Asociación 11M Víctimas del Terrorismo “los políticos se tienen que poner el traje del respeto y la humildad cuando hablen de nosotros”.

Los españoles llevamos largos meses asistiendo a campañas, debates, confrontaciones verbales, pactos y disputas: señores políticos, no utilicen también el dolor, la barbarie y la sangre para arañar votos.

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