Ni fecha de investidura, ni sí ni no a las seis condiciones impuestas por Ciudadanos para llegar a un acuerdo de investidura, que no de gobierno. Rajoy vuelve a responder “a la gallega” a Rivera. La decisión definitiva dependerá de lo que diga el Comité Ejecutivo del PP en una reunión que se celebrará el miércoles de la semana que viene. “Es un pacto político que requiere de la aprobación de la dirección”. De esta manera justifica Rivera la ambigüedad calculada del líder del PP. “Seguimos dentro de los plazos. Si el Comité Ejecutivo del Partido Popular acepta las condiciones, al día siguiente me volveré a reunir con Rajoy para abrir la mesa de negociación”, dice el líder de la formación naranja.

Por su parte, Mariano Rajoy justifica la consulta a su dirección “porque algunas de las condiciones que pretenden en Ciudadanos son de gran calado y exigen una reforma constitucional”. En una cosa sí ha sido contundente el líder del PP: “la fecha de la investidura se conocerá tras la reunión del Comité Ejecutivo”, un comité en el que, por cierto, alguien ha recordado que estará presente Rita Barberá. La ex alcaldesa de Valencia tendrá que abandonar su escaño en el Senado si se aceptan estas condiciones. Es la principal afectada. Rajoy ha dicho “lo que tenga que decir en este sentido, lo diré en el seno del Comité Ejecutivo”. Y luego lo dirá públicamente.

Además, Mariano Rajoy ha sido contundente en otra de las interrogantes que se están planteando en torno a la investidura. Aunque tenga el sí de Ciudadanos, necesitará, al menos, la abstención del PSOE, “porque ni siquiera con el PNV alcanzaríamos la mayoría requerida”. Es decir, vuelve a meter presión a Pedro Sánchez para que le “preste” sus votos. Es muy probable que, paralelamente a la evolución de las negociaciones que se van a llevar a cabo, si su comité ejecutivo acepta las condiciones de Ciudadanos, Rajoy pida a Sánchez una nueva reunión: “El me mostró su disposición a hablar conmigo cuando yo se lo pida”.

La negociación que propone Ciudadanos es mucho más amplia de lo que, en principio, se había dicho. En ella se incluyen medidas para reformar el régimen de autónomos, el impulso para la creación de empleos “de calidad y no basura”, la reforma de la justicia, y la regeneración de la vida política, además de las medidas económicas y presupuestarias que se han venido avanzando estos días. Es decir, todo un programa de gobierno aunque Rivera insiste en que “sólo se va a negociar el sí a la investidura del mismo modo que se hizo en la Comunidad de Madrid”.

En cuanto al calendario de la misma, también se han despejado algunas dudas que, definitivamente, quedarán aclaradas cuando se conozca la fecha de la investidura parlamentaria. “A mí me gustaría aprobar los Presupuestos Generales del Estado en tiempo y forma”, dice Rajoy. Es decir, antes del 1 de octubre, y, para el 15 de ese mes, mandar a Bruselas, “los compromisos que asumimos para volver a la senda del equilibrio presupuestario”. Es decir, el tan traído y llevado “techo de gasto”.

En fuentes cercanas al PP se da por segura la aceptación de estas condiciones por parte del comité ejecutivo. “Se dirá sí a lo que diga Rajoy”, señalan. No obstante hay un par de reticencias en ellas: la reforma de la Ley Electoral, “porque no se concreta en qué sentido hay que llevarla a cabo”, y la formación de la comisión parlamentaria que investigue el Caso Bárcenas y la financiación irregular del PP, aunque en Ciudadanos dejan claro que, con el nuevo arco parlamentario, sólo hacen falta los votos del PSOE y Podemos para constituir dicha comisión.

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