El PP de Castilla y León no ha encajado muy bien la decisión del Gobierno de su partido de cerrar la central nuclear de Garoña.

La reacción del presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, al respecto, no se hizo esperar, y tampoco lo ha hecho el PP de Burgos.

Para Herrera es un duro golpe en su última etapa al frente del Ejecutivo regional. De hecho, el presidente es de Burgos y siempre ha sido claro en su apoyo a mantener la central nuclear.

Por su parte, el presidente del Partido Popular de Burgos, César Rico, ha mostrado su pesar ante la “mala noticia” anunciada ayer por el ministro de Energía Álvaro Nadal sobre el cierre de la Central Nuclear de Garoña y ha recriminado al Gobierno de Mariano Rajoy que no hayan depurado las negociaciones para permitir que la central nuclear siguiese en funcionamiento. Mientras Maillo ha asegurado que el ejecutivo se ha visto obligado a cerrar la instalación por factores ajenos al deseo del PP, partidario de que Garoña siguiera abierta.

Maillo: “El PP seguirá apostando por la energía nuclear”

El presidente de la Diputación de Burgos considera que el cierre de Santa María de Garoña es una “muy mala noticia” para Burgos y para la comarca, pues asegura que “no hay alternativas” para las mil familias que viven de la actividad directa o indirecta de la central, y solicita al Gobierno que «queremos un complemento a Garoña, no una alternativa a Garoña, que no hay».

Según el presidente burgalés, la decisión tomada por el PP de Madrid de cerrar Garoña traerá consecuencias en otras centrales nucleares operativas en España. «Nuestros compañeros de Madrid tendrían que haber agotado hasta el último minuto esa capacidad de negociación porque no solo estamos hablando de Garoña, sino que este debate se va a proceder con otras centrales dentro de un año», pronosticó.

Asimismo ha acusado al Gobierno de Rajoy que “no haya sido capaz de comprender cuál ha sido el esquema y el tejido industrial y empresarial de tres comarcas como son Miranda de Ebro, La Bureba y Las Merindades”. Pero, aún así, cree que los motivos que han llevado al PP nacional a cerrar definitivamente la central nuclear de Garoña han sido la «minoría mayoritaria» que los populares tienen en el Congreso de los Diputados. Y ha apuntado que cuando se está en minoría «hay que tener capacidad de negociación» y «no se puede tirar la toalla sin agotar todas las vías. No hay alternativa».

Rico ha lamentado el «poco interés» que había por parte de Endesa e Iberdrola, empresas que gestionan Nuclenor, y que por este motivo el cierre de Garoña tendría que haber sido «empresarial» y no una decisión política.

Por su parte, el coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maillo, ha explicado que el Gobierno se vio abocado a cerrar la central por falta de consenso político y porque la empresa propietaria de la misma no tenía claro continuar con la central en marcha. “Evidentemente al Gobierno le hubiera gustado tomar otra decisión, pero en la situación política que vivimos actualmente no existía el consenso político necesario”.

No obstante, Maillo ha reiterado que pese al cierre de Santa María de Garoña el Partido Popular mantiene su compromiso firme de seguir apostando por la energía nuclear, ya que existen otras centrales nucleares operativas en España.

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