Un niño pesca en el río que atraviesa el Condado de Oconee, al sur de los montes Apalaches (Carolina del Sur), donde se ambienta Un pie en el paraíso.

Cuentan que Boris Pérez en una ocasión, muchos años antes de obtener el Premio Nobel, fue invitado a pescar. Hacía tiempo que no pescaba pero tenía todo el material a punto. Iría con unos amigos en una barca de remos esa misma noche.

Preparó las cañas y los aparejos. También una nevera con comida para compartir con los compañeros. Vino, vasos, hielo y otras bebidas alcohólicas para la ocasión. Llegó a tiempo pero ya estaban todos esperando. “Eres el último, Boris”, dijeron. Todos llevaban nevera. Habían tenido la misma idea.

Organizaron el espacio de la barca. Ajustaron los huecos pero el sitio no era suficiente. No cabía todo y tenían que dejar algunas cosas fuera de la embarcación. Optaron por lo más fácil: dejaron fuera las cañas y los utensilios de pesca y salieron al mar. Llevaban luces suficientes y decidieron hacer la pesca en dos fases: esa noche engordarían a los peces con los restos de la comida, y otro día, la segunda fase, volverían a pescarlos. Remando se alejaron de la orilla. Música, una baraja de cartas, comida, bebida, conversación y mucho tiempo sin reunirse. Las horas pasaron rápido. Aún era de noche cuando decidieron volver.

Por suerte no hay control de alcoholemia para remar, porque hubiera sido un problema. Ahora el problema era otro: no atinaban a organizarse con los remos y la barca iba desplazándose trazando círculos extraños. Esta navegación no pasó desapercibida, y pronto apareció una zodiac con agentes de seguridad.

Les preguntaron si pasaba algo y qué estaban haciendo. ¿No era evidente?, estaban pescando. ¿Las cañas?, no las necesitaban, estaban en la primera fase de la pesca, ya las traerían otro día. La policía no pretendió entenderlo. Les ordenaron regresar a la orilla de inmediato. De acuerdo, pero dos cuestiones previas: ¿dónde estaba la orilla?, y los remos no iban bien o los remeros no se coordinaban (más bien lo segundo). Acabaron siendo remolcados.

Al día siguiente la mujer de Boris comentaba el frío que había cogido su marido por pescar de noche. Tenía un mal cuerpo general y un fuerte dolor de cabeza. Debía ser la falta de costumbre… de pescar.

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Profesor Titular de Universidad de la Universidad de Cádiz, en el Departamento de Estadística e Investigación Operativa, adscrito a la Facultad de Ciencias del Trabajo. Ha sido Vicerrector de Alumnos de la Universidad de Cádiz (desde el año 2003 hasta el 2013) y Vicerrector de Responsabilidad Social y Servicios Universitarios de la Universidad de Cádiz (desde 2013 hasta 2015). Durante estos doce años, ininterrumpidamente, ha tenido entre sus competencias el Área de Deportes de la Universidad de Cádiz. Ha promovido la creación del Aula Universitaria de Fútbol de la Universidad de Cádiz, y en estos momentos ocupa el cargo de Director del Aula de Fútbol. Tiene el título de Entrenador Nacional de Fútbol con Licencia UEFA-PRO. Ha entrenado en las categorías Infantil y Cadete del Cádiz C.F. desde el año 2010 hasta la actualidad. Además, en el Cádiz C.F. ocupa el cargo de Coordinador de Delegados y Auxiliares de Fútbol Base desde el año 2014.

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