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Pepe Mujica, el pan encima de la mesa

Guillermo de Jorge
Guillermo de Jorge
Guillermo de Jorge (Guillermo George Hernández), Santa Cruz de Tenerife, 1976. Cursó Filología Inglesa en la Universidad de La Laguna. Suboficial del Ejército de Tierra del Arma de Infantería, es Diplomado Superior de Montaña por la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales del Ejército de Tierra. Ha participado en operaciones de seguridad y misiones de paz, significando su estancia en Mauritania, Afganistán e Irak. Ha estado en países como Marruecos, Portugal, Senegal, Sierra Leona, Kuwait, Francia. Poeta - soldado, armas - letras, en la actualidad ejerce la presidencia de la Asociación Nacional Círculo Artístico Cálamo. Miembro del Centro Andaluz de las Letras, ha colaborado con medios de comunicación, destacando sus colaboraciones con el Diario de Sevilla, con el periódico La Voz de Almería, el Periódico El Día de Canarias y el Periódico El Mundo. Dirige la Colección “Letras del Mediterráneo”, de la Editorial Playa de Ákaba. En 2008 fue nombrado Miembro del Instituto de Estudios Almerienses. Le ha sido otorgado por la Junta de Andalucía, Diploma por su contribución y participación en Nueva Literatura Almería y fomento de la Cultura 2004. Accésit del Premio Creación Joven de Poesía de la Universidad de La Laguna 2005, actualmente colabora con Diario de Almería y Onda Cero Almería. Ha participado en encuentros literarios de carácter nacional e internacional, destacando el Festival Internacional de Getafe de Novela Negra, el Encuentro Nacional de las Letras Islas Canarias, Festival de Poesía del Mediterráneo o el Ciclo Internacional de Poesía Ciudad de Valladolid, estando sus textos reunidos en varias antologías poéticas y narrativas. DATOS BIBLIOGRÁFICOS Ha publicado diez libros de poemas, entre ellos: “Corporeidad de la Luz", Ediciones Idea, 2006 y “HK-G36E", prologado de Rafael Guillén, Premio Nacional de Literatura. Instituto de Estudios Almerienses, 2008. Ha colaborado con revistas especializadas, como la Revista Literaria Río Arga, Navarra; La Galla Ciencia, Murcia o la Revista Literaria Culturamas, Madrid. Y sus textos han sido publicados en suplementos literarios, destacando: “Selección de poemas" Publicado por el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Puebla, México. “Varied poems" Publicado por la Universidad de Columbia, EE.UU. En narrativa ha publicado: “Relatos a Glo”. Editorial Ediciones Idea, 2008. Como Cuadernos de Combate ha editado: “Irak: Diario de un legionario”, publicado por el Periódico La Voz de Almería, 2004. “Afganistán: Diario de un Soldado”, prologado por Lorenzo Silva, Premio Planeta de Novela. Editorial Playa de Ákaba. 1º Edición, Dic 2015. 2º Edición Feb 2016. 3º Edición Sept 2017. Exposiciones fotográficas realizadas: “Afganistán: Pasajes”. Monográfico junto con Lorenzo Silva y comisariada por el artista plástico Fernando Barrionuevo, en la Sala de Arte Contemporáneo MECA Mediterráneo Centro Artístico (Almería, Andalucía).
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análisis

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Como si de un rayo de luz fuese, este año el Festival Internacional de Poesía el Laurel, celebrado en la Zubia, Granada, nos ha dejado para deleite de nuestro paladar un dulce para degustar y cerrar esta nueva edición con la presencia del ex-presidente de Uruguay, Pepe Mujica, al que se le galardonó por su trayectoria y su aportación a la humanidad. Estuvimos allí, para contarlo, gracias a la amabilidad y al compromiso del Ayuntamiento de La Zubia y a Pedro Enriquez, organizador y alma mater de esta bella experiencia.

Pero lo cierto es que poco o nada queda decir, ante la lucidez inexpugnable de un hombre leal a sus principios y valores que nos recordó la verdadera esencia del ser humano y de la sociedad a la que estamos sometidos. Con el deber íntimo y manifiesto de concienciar a los suyos, a los nuestros, al pueblo, que tan necesitado está de esa libertad que se le ha arrebatado a la largo de la historia y que, a pesar de todo, sigue ahí esperando.

Humilde, como siempre, empezó su intervención con unas palabras que recordaba su cautiverio y que servía de preámbulo para dejarnos claro que esta vida sólo hay una y hay que vivirla hasta dejarnos en ello el último resquicio de nuestra piel:

“Y siento que no tienen que respetarme tanto. Yo lo que soy es un viejo duro. Con talla atlética. Me comí trece o catorce años presos porque me agarraron. Y eso fue por falta de velocidad. Ustedes tiene a dentro un motor que los puede tirar para un lado. Si ustedes no le dan causa a su existencia, no se preocupen, el mercado les va a poner una causa. A eso se le llama comprar la felicidad en cómodas cuotas mensuales que se financien.

Y No. No. No hago apología al atolondramiento, no. Porque en las costas o en el trabajo, indirectamente, está el apoyo social. La vida humana no es sólo un compromiso material. Pero el sistema está hecho de tal manera que desata una cultura para que no te alcance nada. Porque primero vas a necesitar un altillo. Vais a necesitar una casa. Y si lo tenéis solucionado, después vais a necesitar una casa en la playa. Y después el auto se quedará chico y necesitaréis uno más grande. Y así, sucesivamente.

No, no. No es apología a la pobreza. Estoy planteando la importancia que tiene el aprender a vivir con sobriedad y no dejarse enganchar de la nariz. Porque es muy lindo plantear la utopía de un mundo que va a ser perfecto. Pero, ¿y mientras tanto? A mi me preocupa el mientras tanto de la gente hoy. Y la he tenido que convocar para que use su cabeza para no dejarse de arrastrar de acá. Que si la felicidad no la pelea conscientemente -y eso se llama tener tiempo para la familia, para los hijos, para los amigos y para alguna cosa que a nosotros nos guste- se pierde y porque eso es lo que se llama libertad.

La libertad está en la cabeza de uno. Porque si te hacen una campaña de marketing que te convence que te van a agarrar un veterano, con una bicicleta ergonómica que la comprás y te va a dejar una cinturita de abeja; o te dan una crema que te van a sacar las arrugas y vas a aparentar tantos años. Y si gastan en el mercado es porque les da resultado. Enganchan a la gente. De eso hay que aprenderse a defender. Enganchan a la gente. Hay cosas que sí y hay cosas que son como meterte la mano en el bolsillo. Y este es el problema.

Vivir siempre es un acto de creación y de compromiso. Porque tenemos diferencia con respeto al mundo vegetal o hacia el mundo no consciente. Cada uno de nosotros le podemos dar a su vida hasta cierto punto un punto. No totalmente independiente. Porque no podemos escapar de la naturaleza. De nuestras tripas. Que son mucho más fuerte de lo que parecen. Pero hasta cierto punto podemos orientarlo. Por eso cultiven la poesía. La poesía nos hacen pensar en la hermosura de la vida a pesar de las amarguras. Quiéranse a ustedes mismo, pero quieran a los demás. No cultiven el odio. El odio es como el amor ciego. Pero el amor ciego es creador y el odio termina destruyendo a ustedes mismo.

Precisa de la condición humana. Porque estamos hechos así. Y estas cosas que son tan elementales son las que permanentemente estamos sacrificando.

Desde el punto de vista individual tú eres libre. En esa fruta del tiempo de tu vida en que tú haces las cosas que a ti te motivan y te gustan.

Vivir para trabajar para cumplir con una obligación porque tienes que comer, no porque tienes necesidades materiales. Ahí eres un sujeto sometido a la ley de la necesidad como todos los bichos. Y a eso se le debe un tiempo de tu vida. Y no cometer el error de decir que yo no quiero que a mi hijo le falte nada, cuando quien le falta eres tú.

Contraemos compromisos materiales con esa cultura que los impulsa. Y que se transforma en un comprador y un vendedor, cuanto más. Y tenemos que trabajar cada vez más. Y gastar tiempo de tu vida para hacer frente a esas necesidades materiales.

Las cosas no generan cariño. No generan sensibilidad. Son los seres vivos los que los transmiten y eso tenemos que entenderlo.

Amo la conciencia de la vida. Me siento el amado de la vida. El único milagro que hay arriba de la tierra para cada uno de nosotros es haber nacido. Porque hay que hacerse estas preguntas. Por qué te tocó a ti y no a otro cuarenta millones de probabilidades. Y no le tocó a otro, sino a ti”.

Un hombre sabio que, tras el paso del tiempo, tiene una clarividencia de su condición como ser humano y la conciencia con el mundo que le rodea. Y nos alerta de los próximos desafíos de la humanidad:

“Estamos en una encrucijada de la historia. Porque, cuál es el gran motor de las ganancias y el crecimiento. Y qué significa el crecimiento. ¿Más cosas? ¿Más materias primas que se consumen? ¿Más energía que se consume? ¿Más deudas con millones de hombres? Y el afán de toda una tierra y de toda una cultura de expresar el desarrollo que vive Europa y las sociedades desarrolladas. Porque el mundo pobre no puede, pero mira la vidriera. Y cree que el mundo promisorio y cree eso. Pero de 1950 a la fecha, la economía se multiplicó cuarenta veces. Y de seguir así, de aquí al 2050 se multiplicará doscientas veces. Y el mundo es finito. La tierra no es infinita. Tiene límites. Pero nuestra ambición no tiene límites.

No es sólo una cosa, son múltiples: la toxicidad presente en el agua, el peligro del deshielo masivo, multiplicación de la temperatura, desaparición de repente de especies.

En la medida en que las masas de hielo se vayan disolviendo, aumente el nivel de los mares y aumente la temperatura media, se pueden escapar el carbono acumulado en los hielos de Siberia, en el norte de Canadá y en otras partes.

Este es el mundo que viene. Ese desafío ecológico de ambición permanente. De desesperación por crecer. De cultura masificada consumista funcional que asegure la ganancia y que significa caerles a todos los recursos naturales que hay arriba de la tierra. Y eso es violentar las capacidades que tiene el suelo. Porque la naturaleza tiene límites.

Al principio son un lujo del pueblo y después una necesidad. Y aumenta el tamaño de la basura. Y como tenemos que hacer trabajos que duren poco. A eso que le llaman la obsolescencia programada -Porque a todo lo ponen términos-. Y estamos todos enfrascados en esa cultura. Y cuál es lo primero que nos dicen: “…eso es para darle trabajo a la gente”. Y yo pienso, Ay, pero cómo te preocupás del trabajo de la gente. Pero, ése es el negocio. Eso es lo que asegura la casa del gerente. Esto es una cultural del sistema funcional al sistema que no ha tocado vivir. Y lo más fuerte de sus sistemas no sus sus ejércitos, ni sus gobiernos, ni sus policías sino es esa cultura que nos gobierna. No precisa de grilletes. Ahora bien, como todas las cosas que hay acá positivas -ya lo señalé- han desatado instrumentos y probablemente dentro de cincuenta años los más jóvenes que están aquí van a ver una de las injusticias más grandes que va haber arriba de la historia, lo que tenga mucha plata se podrán cambiar el hígado, el corazón, las tripas, esto, lo otro… lo que desarrollan o no. Y cuando puedan te lo ponen y podrás vivir cien ochenta o dos cientos años. Es probable que la ciencia resuelva esos problemas. Muy probable, pero va a tener un coste. Y eso va a ser cosido con lo que tenemos. Espero que la democracia de la muerte siga existiendo”.

Un hombre austero, como nos invita el ver un trozo de pan encima de una mesa. Un ser humano que ha sabido perdonar a aquellos que sometieron durante años a los pueblos y a las ciudades en nombre de un dios que nunca existió. Que predica, si se me permite la expresión, con sus actos. Pues deben de ser ellos quienes nos juzguen y no las palabras. “Y te pasas así, así, así y yo creo que hay derecho que esta criatura humano en medio de este mundo así como es, debe de tener el derecho a tener un cacho de felicidad. De no irse de la vida, siendo simplemente un rutinario comprador. Sino alguien que haya gozado de la maravilla milagrosa de estar vivo. Y por eso vine hasta aquí”. Sino alguien que haya gozado de la maravilla milagrosa de estar vivo. Y por eso vine hasta aquí”.

Un acto de justicia, su intervención. Y Pepe Mujica siempre presentó una postura inquebrantable ante los diferentes sistema de gobierno imperantes. Con una finura y una exquisitez que ponía de manifiesto muchas ideas que sabemos o que presuponemos y que, sin embargo, día a día, nos las engullen y nos la anulan, para que formemos parte de una fiesta a la que nos han invitado y en la que el plato principal somos nosotros, la carne de cañón, las sobras, el resto de los mortales sobre los que se sustenta este sistema implacable que no deja indiferente a sus victimas. Cuya única razón de existencia es eliminar y suprimir a todo aquello que se cruza en su camina y cuya única voluntad es sobrevivir a costa de los que ellos consideran sus esclavos: nosotros.

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