El inclasificable escritor, editor, dibujante y sobre todo auténtico filósofo Frédéric Pajak (Altos del Sena, Francia, 1955) presenta en esta primera entrega de su Manifiesto incierto, publicado por Errata Naturae en una bellísima edición, a un protagonista de excepción: el filósofo alemán Walter Benjamin. De su mano y de la extraordinaria belleza de los dibujos del propio Pajak –“un auténtico dibujante-filósofo”, según la crítica de Libération– asistimos al devenir de una existencia marcada por la contradicción y el horror de la barbarie que se le cruzó en el camino de su existencia.
Esta serie del Manifiesto incierto lleva ya cuatro entregas en Francia y le ha hecho merecedor del prestigioso Premio Medicis de ensayo en 2014. La primera entrega que ahora se presenta en España, Con Walter Benjamín, soñador abismado en el paisaje, recrea con unos dibujos tenebrosos y magistrales los últimos días de felicidad de un hombre frágil, judío y marxista inquebrantable, que vio cómo el zarpazo de Hitler en el mapa europeo puso muy alto el listón del horror absoluto surgido de la condición humana.
Pajak intercala géneros literarios con la misma maestría con la que pinta y escribe al unísono. Esta novela en cierto modo meditativa podría ser asimismo un ensayo gráfico de inusitado impacto visual. Pajak presenta en el prólogo del libro su argumentario sobre esta obra de confluencia entre géneros y artes. “Soy un niño; diez años, tal vez. Sueño con un libro, mezcla de palabras e imágenes. Retazos de aventura, recuerdos reunidos, sentencias, fantasmas, héroes olvidados, árboles, el mar furioso”. Y a continuación reconoce: “El libro muere cada día”.
Pero en absoluto ha muerto una obra que en esta primera entrega aventura la magnitud del proyecto, ambicioso y global. Pajak deja a merced de la “incertidumbre” su saga, pero qué duda cabe que estos primeros pasos tienen los cimientos muy sólidos.
