En una conversación privada con un periodista tratamos un tema que debería preocupar a los españoles porque en ello todos nos jugamos mucho, concretamente nuestro futuro como país y como ciudadanos: la simplificación del discurso de nuestra política. Ejemplos los tenemos en todos y cada uno de los partidos. No se libra nadie. Esta simplificación es peligrosa por dos razones: la primera, porque se transforma el mensaje político en pura propaganda o en lemas más propios de manifestaciones que de un análisis político; la segunda, porque se simplifica tanto que es muy fácil caer en la demagogia o en los análisis parciales e interesados.

La simplificación del mensaje se está convirtiendo en una constante y ninguno de los actores, facciones, organizaciones, periodistas, analistas, tertulianos, partidos o líderes ha caído en algún momento en ella o, lo que es peor, la ha convertido en una mala costumbre o en una constante de un discurso basado en generar titulares. Un ejemplo de lo que estoy contando es la actitud que se está tomando desde algunos medios y desde los partidos políticos hacia todo el proceso que está llevándose a cabo en el Partido Socialista tras el intento de perpetuarse en el poder de Pedro Sánchez, el Comité Federal del 1 de octubre, la constitución de la Comisión Política (la gestora) o la resolución del Comité Federal por la que el PSOE se abstendría en la segunda votación de la sesión de investidura para, de este modo, iniciar la legislatura y evitar unas terceras elecciones en las que el PP junto a su socio Ciudadanos obtendrían una mayoría absoluta que dejaría a la derecha con cuatro años más para terminar la ejecución sumaria del Estado del Bienestar. Se han dicho muchas cosas a través de mensajes muy simples que se han ido repitiendo con el único fin de que calara en la opinión pública y, de ese modo, transformarlos en una verdad que parezca inmutable. En este artículo repasaré algunas rebatiendo, desde mi opinión, cada uno de esos mensajes que acercan la simplificación del análisis a la difamación interesada.

 

La Gestora del PSOE no quiere que los militantes voten en primarias

Esta es una de las mentiras utilizadas por Pedro Sánchez, los miembros de la secta pedromita y algunos medios cercanos a Podemos. Unos quieren con esta mentira crear un ambiente bélico entre la militancia socialista para enfrentar a las bases con la dirigencia, algo que lleva haciendo el ex secretario general desde que algunos de esos dirigentes criticaron que aquél no asumiera ningún tipo de responsabilidad política por sus «históricos» resultados en las elecciones de diciembre de 2.015 (90 escaños) o por su «gran logro» en los comicios de junio de 2.016 (85 escaños). Respecto a los medios que llevan apoyando a Podemos desde prácticamente su fundación la intención es la de crear un trasvase de votos hacia la formación morada. Como pueden observar, se trata de un mensaje corto, simple, pero con una gran potencia a la hora de adulterar la realidad y para beneficiar los intereses personales de quien sí que lleva engañando a los militantes desde julio de 2.014.

Es absolutamente falso que desde la Comisión Política del PSOE quieran quitar a las bases socialistas su derecho a la elección de su secretario general. Nadie en la gestora ha afirmado que se quiera quitar el voto a la militancia porque, y eso es algo que los pedromitas olvidan, los procesos de primarias están incluidos dentro de los Estatutos del PSOEy para modificar o eliminar dichos procesos se debería hacer una reforma estatutaria que sólo se puede hacer en un Congreso Federal. No hay más vuelta de hoja. Nadie, repito, nadie puede quitar las primarias sin que dicha modificación estatutaria sea aprobada en un Congreso y, evidentemente, un derecho tan importante para los militantes no puede ser derogado. Nadie lo entendería y la Comisión Política no tendría ninguna intención de enfrentarse frontalmente a las bases.

Lo que ocurre es que tanto el sector pedromita como el propio Sánchez y sus mariachis intentan sembrar la cizaña con este tema, con esta manipulación bastarda de la realidad por el mero hecho de que hubo quien de una manera responsable y legal le paró los pies ante el golpe de mano que quiso imponer al verse acorralado por la deriva a la que estaba llevando al partido.

 

En el PSOE se produjo un golpe de Estado en el Comité Federal del 1 de octubre

¿Qué ocurrió en aquel Comité Federal del 1 de octubre? El sector del Partido Socialistaque estaba en contra de lo que pretendía Sánchez frenó los planes del ex secretario general, unos planes que estaban orientados a que su proyecto y sus intereses personales se antepusieran a los del partido.

Por un lado, Pedro Sánchez pretendió saltarse a la torera las resoluciones del Comité Federal por las cuales no se podría convocar el Congreso Federal Ordinario hasta que no se hubiese resuelto la problemática de la gobernabilidad en España. Sánchez, tras sus dos nuevos fracasos en Euskadi y Galicia, sintió su debilidad y dio un paso para perpetuarse en la secretaría general del PSOE importándole una higa si se convocaban nuevas elecciones que dejarían a la derecha con mayoría absoluta en el Parlamento pero con él blindado en su cargo.

Ante esta situación dimitió el número suficiente de miembros de la Ejecutiva Federal para que Sánchez se viera obligado a dimitir por falta de quorum en dicha Ejecutiva. Sin embargo, él se aferró a un cargo que ya no era el suyo porque las normas de funcionamiento de la Ejecutiva así lo dictan y salió a defenderse lanzando otro órdago: o él o el caos, o se aprobaba su ruta en el Comité Federal (primarias el 23 de octubre y Congreso Federal en diciembre) o dimitiría de un cargo que ya no ostentaba.

En ese Comité Federal se vio que la única intención de Sánchez era la de mantenerse en la secretaría general. Incluso llegó a recular queriendo readmitir a los dimisionarios y repensar su plan. Una vez que tal locura no fue aceptada, intentó que se votara en una urna oculta (él encabezó a los que echaron una papeleta a esa urna) sin ningún tipo de garantías. Un pucherazo en toda regla. Al final se votó lo que él quería que se votara y perdió. Dimitió.

¿Ven aquí algún tipo de golpe de Estado? Evidentemente no, ya que no se vulneró en ningún momento la legalidad institucional. Todo se hizo según lo establecido en los Estatutos y, sobre todo, Pedro Sánchez no fue destituido sino que dimitió. Es cierto que se hizo de un modo muy traumático, pero la situación a la que Sánchez estaba llevando al partido lo hacía necesario. El PSOE es un partido donde los proyectos personalistas no tienen cabida y, según mi opinión, ya se le había consentido bastante.

 

La Gran Coalición, el pacto con el PP o la derechización del PSOE

Desde Podemos o desde los medios afines a la formación morada se comenzó una campaña de difamación en la que se comenzó a hablar de que el Partido Socialista había entrado en la Gran Coalición. Esto es falso. Que yo sepa el PSOE no ha firmado ningún acuerdo, ni de investidura ni de legislatura, con el Partido Popular, ni, por supuesto, ha entrado en el Ejecutivo de Mariano Rajoy. Si hubiera hecho algo de eso entonces sí que se podría haber hablado de Gran Coalición pero esto no ha ocurrido. El Partido Socialista únicamente se ha abstenido para, en primer lugar, poder arrancar la legislatura con un gobierno en minoría al que se pueda controlar; en segundo lugar, para poder derribar la obra de Mariano Rajoy; en tercer lugar, para poder influir a la hora de aprobar unos PGE más sociales. Las iniciativas presentadas en el Parlamento hasta ahora van en ese sentido.

No ha habido ningún pacto con el Partido Popular, el PSOE no ha pactado con la derecha. El único que lo ha hecho ha sido quien precisamente acusa a la Comisión Política de hacerlo: Sánchez quien sí que firmó un pacto con Mariano Rajoy y con Albert Rivera. 

Esta derechización del PSOE es una de las interpretaciones más bastardas que se ha hecho desde el sector pedromita, una interpretación que fue difundida por el mismo Sánchez cuando en una rueda de prensa tras sus fracasos en Euskadi y Galicia afirmó sin ningún tipo de vergüenza que sólo él representaba el espíritu de izquierdas y que todos sus críticos eran de derechas. Es cierto que a lo largo del tiempo y que los años en el poder han provocado un viaje hacia lo que se ha dado en llamar centro-izquierda y que no es otra cosa que una interpretación ideológica cercana a la socialdemocracia europea. Pero de ahí a afirmar que el Partido Socialista se ha hecho de derechas hay un trecho muy grande. También es lógico que desde Podemos o lo que queda de Izquierda Unida se afirme que el PSOE se ha derechizado, pero eso es una parte más del discurso propio de quien se cree que está en posesión del copyright del progresismo, sobre todo porque en este país la izquierda tiene un problema grave y no es otro que la búsqueda de la hegemonía, un problema que históricamente ha llevado a las diferentes fuerzas progresistas a ver a su principal enemigo en quien debería ser su aliado frente a la derecha. Pero somos así.

 

El Comité Federal impidió a Pedro Sánchez pactar con Podemos. El Gobierno del Cambio de Sánchez.

Esta es una de las falacias que los pedromitas repiten como si estuvieran rezando el Rosario. Del mismo modo, afirman que Pedro Sánchez se sometió a los dictados del Comité Federal por lealtad, cosa que no hicieron los que ellos llaman «golpistas». En primer lugar, en la resolución no se afirmaba en ningún sitio que Sánchez no podía pactar con PodemosLas únicas líneas rojas existentes era un pacto con el Partido Popular y con cualquier formación política que pusiera en riesgo la unidad del Estado. Es decir, que Sánchez podría haber pactado lo que le hubiera dado la gana con el partido de Iglesias Turrión salvo el referéndum catalán. Es así de simple pero desde el sector pedromita se afirma que Sánchez no pudo formar un Gobierno del Cambio porque el Comité Federal le dejó muy poco margen de maniobra. Esta es una añagaza tan burda que da hasta ganas de vomitar. Sánchez tuvo todo el margen de maniobra que quiso pero no lo aprovechó y se fue al camino fácil de pactar con Rivera que estaba deseando firmar lo que fuera con quien fuera. Realmente no fue un pacto porque Ciudadanos se aprovechó de la necesidad de protagonismo de ex secretario general socialista para que éste claudicara y se sometiera al 72% del programa neoliberal de los naranjas.

Por otro lado, quien sí que quiso incumplir las resoluciones del Comité Federal fue el propio Pedro Sánchez al querer convocar un Congreso Ordinario cuando sabía que hasta que no se formara gobierno no se podía hacer y al pactar con los independentistas catalanes una salida a la vía del referéndum si él era investido presidente. Pero de esto los pedromitas no hablan.

 

La Comisión Gestora no quiso recoger las firmas del Alcalde de Jun

Esto es falso. El Alcalde de Jun se puso a la cabeza de la legítima recogida de firmas de la militancia para provocar la convocatoria de un Congreso Extraordinario y de unas primarias para elegir al secretario general. Desde que Sánchez dimitió y se inició esta campaña José Antonio Rodríguez Salas indicó en su perfil de Twitter que las firmas necesarias se recogerían antes del Comité Federal del 23 de octubre añadiendo la apostilla de que la Comisión Política no las iba a recoger porque «no querían oír la voz de la militancia». Incluso llegó a montar un show en televisión intentando hacer ver que no le cogían el teléfono en Ferraz. De repente desapareció y nadie le pudo localizar para que las presuntas 90.000 firmas fueran verificadas. A día de hoy aún no las ha presentado y no lo ha hecho porque, en realidad, no dispone de más de 40.000 firmas válidas, es decir, de militantes que estén al corriente de pago de sus cuotas, tal y como indican los Estatutos.

Son muchas más las falacias que se han vertido desde distintas posiciones contra el PSOE por el principio de que una mentira repetida muchas veces se convierte en verdad. Es cierto que al Partido Socialista se le puede echar en cara muchísimas cosas, pero lo que no se puede permitir es que se promuevan campañas difamatorias con diferentes fines.

4 COMENTARIOS

  1. Congreso y primarias YA! Este tio es el perro de la gestora ilegal y el portavoz de los golpistas. Solo hay un secretario general Pedro Sanchez porque lo elegio la militancia.

  2. el autor tiene toda la razon del mundo. por que piense distinto de ti no creo que tengas que llamar perro a nadie. yo estoy totalmente de acuerdo con el. estamos en una situacion en que hay que hacer analisis mas profundos y no quedarnos solo en el mensaje facil de los 140 caracteres.

  3. El que apoya a los golpistas no merece mi respeto y es un golpista mas. Congreso ya y primarias para que vuelva Pedro. El resto son paparruchas y dialéctica golpista.

  4. Solo Pedro puede hacer al partido socialista grande otra vez. Hay que echar a los golpistas y a todos los que los apoyan. Una buena purga haria yo aunque nos quedaramos los 120000 que hemos firmado. Yo los metia en la carcel a todos y a la primera a la susana que es de las que tira la piedra y esconde la mano. Este que escribe es un infeliz al servicio de los golpistas y un resentido de los de Tomas Gomez.

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