Foto de Agustín Millán.

Éste no es un artículo sobre Cataluña. Y no lo es por dos motivos: el primero es que es tanto el ruido de la propaganda y la contra-propaganda de unos y de otros que la verdad es que se me escapan incluso los matices. Y el segundo es que en nuestro país siguen ocurriendo cosas muy graves  a las que tal vez no estemos dando la importancia que se merecen.  

En primer lugar nos encontramos con que el Banco de España y el gobierno del señor Rajoy dan por perdidos nada más y nada menos que 42.500 millones del total de los 58.650 millones de dinero público que aportó el Estado al rescate bancario. Eso supone que dan por perdidos el 80 % del total. Y ese dinero, conviene recordar lo obvio, sale de sus impuestos y de los míos, de los hachazos en servicios básicos y en pilares fundamentales del Estado de Bienestar como son la sanidad, la educación o los servicios sociales, sale del bolsillo de todos los españoles. Aunque tal vez lo más grave es que el señor Rajoy, esa nulidad total, con su desfachatez habitual llegue a afirmar en sede parlamentaria que da por bien perdidos esos 42.500 millones de euros.

En segundo lugar, podemos mencionar como, según la AEAT, los supermillonarios españoles, aquellos con un patrimonio superior a 30 millones de euros, dejaron de tributar 273 millones de euros con la bonificación de ese impuesto. Algo que se puede poner en relación con el hecho de que el número de los muy ricos en España haya aumentado un 24 % desde el 2012, y con ese informe de la OCDE que indica que nuestro país es el séptimo de los 33 de  toda la organización donde más ha crecido la desigualdad desde el año 2010.

También podríamos hablar de ese incendio en un juzgado de Valencia, que tiene un aroma que dejaría  como párvulos a los Corleone en España, y  de una pérdida de derechos y de libertades que se lleva dando desde hace mucho tiempo en nuestro país, en todo nuestro país,  y que lamentablemente no parecía causar ningún tipo de escándalo hasta hace poco. Un buen ejemplo es esa Ley Mordaza que no fue recurrida, que cosas,  ni por el PNV ni por CiU.

Y ahora que se acaba el verano también se debería hablar de los 7.000 muertos al año, sí, siete mil, que causa la pobreza energética en España, del subempleo de nuestros jóvenes, de que al parecer según el Banco de España hemos entrado en desaceleración económica, cuando la mayoría de ciudadanos de este país no ha notado ningún acelerón ni nada que se le parezca, o del lamentable modelo económico que implican las brutales cifras de desempleo de agosto y las próximas de septiembre. Éste es un artículo sobre esas cosas. Sinceramente, me interesan más.

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