Buenas noticias para los hipotecados a interés variable. El euríbor, la referencia de las revisiones de casi todos estos préstamos, va a seguir en niveles negativos. Poco más bajará, pero hasta 2019 no comenzarán a recobrar la senda alcista, según los expertos.
Estos se basan en dos argumentos para sostener tal predicción: el precio oficial del dinero va a permanecer invariable. Es decir, el Banco Central Europeo no va a tocar los tipos de interés, y las circunstancias económicas actuales, en concreto después de lo que ha pasado con el Brexit, van a frenar cualquier repute de la actividad económica. “Todo apunta a que habrá una desaceleración económica en la eurozona por el efecto contagio del Brexit, aunque los datos no lo confirmarán hasta dentro de unos meses”, asegura Rafael Romero, director del departamento de inversiones de Unicorp Patrimonio.
Y es que cualquier acontecimiento que pueda generar incertidumbre influirá en el ritmo de recuperación de la economía y, por lo tanto en el euríbor, el porcentaje al que se prestan el dinero los bancos entre sí. Las medidas de “barra libre de liquidez” adoptadas por el Banco Central Europeo para ayudar a dicha recuperación también tienen que ver. Los bancos no necesitan acudir al interbancario para obtener liquidez. Simplemente con pedir dinero al BCE ya lo obtienen, y a precios de ganga.
Para comprobar que los expertos y los mercados van de la mano no hay más que echar un vistazo al comportamiento que ha tenido el índice desde la sorprendente victoria del Brexit en el referéndum celebrado el 23 de junio. Aquel día, mientras los británicos acudían a las urnas, el euríbor se quedó en el -0,029% mientras que un día después se situó en el -0,047%, acabó junio en el -0,051% y esta semana se ha situado en un nuevo mínimo histórico en tasa diaria, el 0,059%.
¿Cuánto durará esta situación? Los analistas apuntan a un mínimo de dos años más. Hasta 2019 no comenzarán a notarse signos de reactivación del euríbor. Mientras tanto se seguirán experimentando más bajadas pero limitadas. Apenas se notarán en los bolsillos de los hipotecados.
