30.000 personas. Eso es lo que han reunido Comisiones Obreras y UGT en la manifestación que culmina dos jornadas de movilizaciones, la primera de las cuales se llevó a cabo este jueves en las principales ciudades, y esta otra, con manifestación central en Madrid. Cuatro años después, las centrales mayoritarias parecen despertar de un largo letargo para ponerse al frente de una protesta que los partidos políticos son incapaces de materializar en forma de oposición. Y eso que estuvieron presentes en la concentración los representantes de PSOE y Podemos.

Los sindicatos protestan por algo tan simple, pero a la vez tan contundente, como es la derogación de la reforma laboral. Fátima Báñez, ministra de Empleo, les contesta señalando que “algo bueno tendrá la reforma que se podrá mantener. Y lo demás es negociable. Sólo hace falta sentarse en la mesa de diálogo”. Y los dirigentes sindicales la han contestado: “no hay nada bueno. Los efectos perniciosos de la reforma ya se han producido. Y si se está produciendo empleo, es de baja calidad, ya se ha señalado. Con salarios de pobreza”, contestaba el dirigente de CCOO, Ignacio Fernández Toxo.

La postura del PP es clara al respecto. La reforma laboral no es negociable. Pero Fátima Báñez se piensa reunir con los sindicatos este martes. ¿Para qué? No se sabe bien. Las centrales quieren dos cosas que el gobierno se niega a aceptar. La derogación de la reforma laboral y una dotación extraordinaria para las pensiones. Ambos asuntos son objeto de controversia en el Parlamento. PSOE, Podemos, e, incluso Ciudadanos han aprobado proposiciones no de Ley en tal sentido. El Gobierno dice que las va a vetar. Ahora el asunto se ha trasladado al Constitucional que debe decidir sobre la validez de las iniciativas parlamentarias frente a la oposición gubernamental. Y con estas movilizaciones, que tanto Álvarez como Toxo advierten, son las primeras de las que están por venir, las centrales mayoritarias pretenden recuperar un terreno que han perdido en los cuatro últimos años. Los dos líderes han pedido, al final de la manifestación de Madrid, “que los dos partidos de izquierda se pongan de acuerdo para recuperar los derechos perdidos”. Los objetivos son recuperar poder adquisitivo de los salarios, derogar la reforma laboral y que el SMI llegue a los 950 euros, y por eso exigen a los grupos políticos progresistas que forjen mayorías parlamentarias en esta dirección. «Hay motivos para cambiar leyes. Por eso acabo mi discurso diciéndoles a los partidos que nos acompañan, que este acompañamiento sea con propuestas parlamentarias para cambiar leyes. Que se pongan de acuerdo», ha reivindicado el líder de UGT. El testigo lo ha retomado Toxo nada más comenzar su intervención: «Hay una mayoría parlamentaria que debe ser sensible a la mayoría ciudadana».

La respuesta se ha producido en forma de participación en esta manifestación. Desde Izquierda Unida hasta el PSOE pasando por Podemos han estado presentes. Todos menos los “liberales progresistas” de Ciudadanos que dicen que las reivindicaciones “se defienden en el Parlamento”. Al menos así lo traslada Inés Arrimadas. La calle parece que no va con ellos.

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