Oxfam Intermón hizo público el lunes el informe “Contra viento y marea: España ya no puede poner más excusas en la lucha contra el cambio climático», en el que, como informó Diario16, no sólo denuncia la desgana del Gobierno español en sus obligaciones medioambientales y sus compromisos financieros para combatir el cambio climático, sino que alerta también sobre los catastróficos efectos de este cambio en las zonas más pobres y desfavorecidas del planeta.

El informe ha coincidido con la apertura en Marrakech de la Conferencia sobre el Cambio Climático COP22. Se trata de un análisis documentado y extenso sobre las consecuencias del incumplimiento por parte de la mayoría de países desarrollados –los que más contaminan– de los acuerdos medioambientales internacionales.

Aunque el calentamiento global afecta a todo el planeta, los riesgos inmediatos del cambio climático lo sufren de manera desproporcionada las personas más pobres del mundo quienes, además, menos responsabilidad tienen en la generación del problema.

 

Cambio climático, pobreza y desigualdad

Señala Oxfam Intermón que la mitad más pobre de la población mundial – aproximadamente 3.600 millones de personas – sólo genera alrededor del 10% del total de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI), y vive mayoritariamente en los países más vulnerables ante el cambio climático, sufriendo por lo tanto sus efectos de forma extremada. Son también las poblaciones que tienen menos capacidad y recursos para afrontar el impacto del cambio climático.

El riesgo al cambio climático lo sufre la población más pobre del mundo

De acuerdo con datos del Observatorio de Desplazamiento Interno 2015, desde 2008 hasta 2014, 22,5 millones de personas se han visto desplazadas cada año de sus hogares a consecuencia de desastres naturales relacionados con el cambio climático, lo que equivale a un promedio de 62.000 personas por día. La combinación fatal con el fenómeno de El Niño, especialmente virulento en 2015, ha dejado alrededor de 60 millones de personas en riesgo de padecer hambre.

Según un estudio de mayo de 2013 de la misma ONG, en el año 2050 habrá 52 millones de niños con malnutrición en África Subsahariana, la mitad como consecuencia de los efectos del calentamiento global.

“Muchos países van hacia la debacle por las consecuencias del cambio climático mientras España y buena parte de los países desarrollados miran hacia otro lado y se lavan las manos”, dice José María Vera, director general de Oxfam Intermón. “Hay que superar esta visión miope porque estamos todos en el mismo barco, aunque ahora mismo los efectos del cambio climático se ceben en las poblaciones más pobres, que además son las que menos responsabilidad tienen”.

 

El clima, desquiciado

El número de desastres relacionados con el clima se ha triplicado en las últimas tres décadas. Esta es una de las tantas evidencias del incremento del riesgo asociado al cambio climático que enfrenta la humanidad.

Los desastres relacionados con el clima se han triplicado en las últimas tres décadas

En las últimas décadas algunos fenómenos climáticos se han traducido en verdaderas tragedias humanas. De acuerdo con el Índice de Riesgo Climático Global 2016, entre 1994 y 2014 más de 525.000 personas murieron como consecuencia directa de aproximadamente 15.000 eventos meteorológicos extremos.

De acuerdo con este índice, de los diez países más afectados por fenómenos meteorológicos extremos ocurridos entre 1994 y 2014, nueve de ellos son países de ingreso per cápita bajo o mediano bajo. El único país de la lista con ingreso per cápita mediano alto es Tailandia.

La vulnerabilidad, la exposición, las amenaza y el consecuente mayor impacto frente al cambio climático, se intensifican por la pobreza, la escasez de recursos para hacerle frente que la propia pobreza supone, y las desigualdades en todas sus manifestaciones.

 

Foto de Oxfam Intermón.
Foto de Oxfam Intermón.

África, víctima principal del cambio climático

No es casual que, según el Índice de Vulnerabilidad al Cambio Climático 2015, siete de los diez países más vulnerables al cambio climático se encuentren en África, la región del mundo con mayor cantidad de personas viviendo en la pobreza extrema.

La agricultura en África es fundamental para la seguridad alimentaria porque produce los alimentos que consumen las personas y proporciona la fuente principal de subsistencia de la mayoría de la población trabajadora en África subsahariana. Cuando la producción agrícola se ve afectada por el cambio climático, los medios de vida de un número considerable de las personas pobres de las zonas rurales quedan expuestos a riesgos y se incrementa su vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria. 

Siete de los diez países más vulnerables al cambio climático están en África

Burkina Faso, uno de los muchos países donde Oxfam Intermón realiza acciones de desarrollo, es uno de esos países africanos cuya población ve comprometida su subsistencia y su seguridad alimentaria ante fenómenos climáticos extremos: un 80% de su población depende económicamente de la agricultura y la ganadería de subsistencia y más del 20% de su población está desnutrida.

La temperatura media del país ha aumentado en 0,6 grados desde 1975, lo que ha llevado a un incremento en la frecuencia e intensidad de los desastres naturales y a una alteración del patrón de lluvias que provoca sequías e inundaciones.

La organización remarca especialmente que las mujeres son uno de los colectivos más vulnerables ante los efectos del cambio climático: en muchas regiones su discriminación tiene efectos en la escasez de alimentos, la propiedad de la tierra o la carga de trabajo.

“Al final se trata de un círculo vicioso”, apunta Jose María Vera. “La exposición a un clima imprevisto y extremo hace a la población pobre cada vez más vulnerable, y por tanto con menos armas para defenderse del próximo embate meteorológico. Se trata además de una población silenciada que carece de peso político”.

Las mujeres son más vulnerables a los efectos del cambio climático

La comunidad internacional y la lucha contra el cambio climático

El cambio climático está indisolublemente unido a la desigualdad económica que caracteriza a nuestro tiempo: se trata de una crisis impulsada por las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por el estilo de vida de las personas más ricas, pero que afecta fundamentalmente a las personas más pobres. Según estimaciones de Oxfam, hasta ahora, la mayor parte de los principales emisores de CO2 forman parte del 10% más rico de la población mundial y viven en países ricos de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos).

Cabe señalar que incluso las emisiones de CO2 generadas por el estilo de vida de los cientos de millones de personas más pobres en países emergentes que son importantes emisores (como China, India, Brasil y Sudáfrica) siguen siendo considerablemente inferiores a las de las personas más pobres de los países de la OCDE.

Los pasos que los líderes mundiales han dado tanto en acciones de contención de emisiones como de ayuda financiera para combatir el cambio climático se quedan cortos frente a la gravedad del fenómeno. Se requiere un mayor esfuerzo conjunto de todas las partes involucradas y especialmente por parte de los países desarrollados y del sector privado. Las resoluciones del Acuerdo de París de abril de este año son claramente insuficientes para los países más vulnerables y amenazados del planeta.

En su reciente informe global “Los fondos climáticos a examen 2016”, Oxfam Intermón nos muestra que, de los casi 37.000 millones de euros al año declarados por los países ricos como fondos de lucha contra el cambio climático, tan solo entre 10 y 19.000 millones están realmente dedicados a combatirlo.

De esa cantidad, sólo entre 3.600 y 7.200 millones se destinaron a ayudar a países pobres a adaptarse a los impactos del cambio climático, una cantidad que queda muy por debajo de lo necesario. España figura a la cola en fondos destinados a adaptación, con sólo el 8% de la financiación aportada dedicada a ese fin en el periodo 2013-2014. 

Los principales emisores de CO2 son el 10% más rico del mundo

Las causas del cambio climático y el calentamiento global

El problema del cambio climático se gesta, como se ha dicho, en el proceso de calentamiento que viene experimentando el planeta en los últimos siglos debido principalmente a un aumento de las concentraciones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y sus efectos y riesgos potenciales para el planeta en sí mismo y, sobre todo, para las personas que habitamos en él.

Según Oxfam la raíz del problema del cambio climático radica en el modelo energético empleado, basado en el uso dominante de combustibles fósiles emisores de dióxido de carbono (CO2), que es el principal de los gases de efecto invernadero. El exceso de CO2 hace que aumenten las temperaturas globales.

Existe ya un consenso internacional para evitar a toda costa que el aumento de la temperatura de la Tierra para finales de este siglo supere los 2 °C en comparación con los niveles preindustriales. Oxfam junto con otras organizaciones demanda no sobrepasar el umbral de los 1,5 °C.

La comunidad científica alerta sobre el aumento de la probabilidad de impactos graves, generalizados e irreversibles si no se toman las medidas necesarias para revertir la tendencia de calentamiento que viene experimentado nuestro planeta, más cuando es previsible que la temperatura se incremente hasta en 3 °C de seguir en esta senda.

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