La excomandante Zaida Cantera, víctima del acoso sexual en los cuarteles, es hoy diputada del PSOE

En apenas unos meses, la vida de Zaida Cantera (Madrid, 1977) ha dado un giro total al pasar del rancho y los barracones del Ejército al escaño del Congreso. La excomandante que durante seis años sufrió el terrible acoso sexual y laboral a manos de un superior, ha comenzado una nueva vida lejos de las amenazas, las persecuciones y las denuncias en los juzgados. “Ahora trabajo por la ciudadanía, al servicio público, que para eso estamos aquí”.

Tras ser elegida diputada del PSOE por Madrid en las pasadas elecciones generales, Cantera se ha propuesto transformar las Fuerzas Armadas, la “mayor empresa de trabajo temporal” de este país por la precariedad laboral que sufren los soldados de tropa y marinería. Niega que haya ruido de sables en los cuarteles, aunque siempre hay algún que otro general “nostálgico” de tiempos pasados, y se ha prometido a sí misma darlo todo para terminar de democratizar las Fuerzas Armadas. “Lo de ser hijo de se va a acabar en el Ejército. Vamos a terminar con los ascensos por amiguismos”, afirma.

Contraria a que los santos y las vírgenes reciban condecoraciones policiales o militares, partidaria de enviar tropas españolas a Siria en el marco de los acuerdos internacionales, Zaida Cantera asegura que Pedro Sánchez es un político “nada ególatra, dialogante y que sabe escuchar y cambiar de opinión si le das argumentos que le convenzan”.

La excomandante confiesa que las secuelas psicológicas del acoso al que fue sometida ante la indiferencia del ministro de Defensa le acompañarán de por vida, pero ella prefiere no mirar al pasado, sino al futuro, y ha empeñado su palabra en mejorar las condiciones laborales de los soldados. “¿Que si me ha llamado el ministro para pedirme perdón? No. Si por ese señor fuera yo ahora estaría en la cárcel”, añade.

Diario16 entra en el Congreso de los Diputados, ese lugar “que no es machista pero donde hay machistas”, según la diputada que se ha convertido en algo así como la Juana de Arco del todavía algo rancio, opaco y por momentos inquietante Ejército español.


 

Empecemos por su caso personal tan sangrante. ¿En qué momento procesal se encuentra su denuncia por acoso sexual?

Bueno, la denuncia se ganó, al coronel le cayó una sanción de dos años y diez meses, menos de tres años y un día, que hubiera supuesto su expulsión de las Fuerzas Armadas. Luego intentaron ir a por mí y todo eso quedó completamente archivado. A raíz de todo esto, mi caso salió en el programa Salvados, el 8 de marzo hizo un año, y también salió el libro en el que contaba lo que me había sucedido dentro del Ejército. Todo se debatió en esta sala del Congreso de los Diputados en la que estoy ahora mismo hablando contigo. Luego el delincuente, porque fue condenado en sentencia firme, me puso dos denuncias, una por la vía militar, que quedó archivada también. Él decía que por haber salido yo en la televisión y en el libro contando mi historia dañaba su honor y que eso suponía una deslealtad hacia un mando superior, una serie de tipificaciones militares que resultan aberrantes a estas alturas del caso. De modo que por la vía militar el caso quedó archivado y entonces él dijo: voy a recurrir por la vía civil. Todo esto lo sé por la prensa. Una de las cosas que dice su abogado es que su cliente se ha visto vilipendiado a través de las redes sociales, de la televisión y la prensa, pero luego es precisamente él quien no se cuida de salir en los medios de comunicación contando todos esos hechos y esas cuestiones que avivan más el fuego. Así que yo me enteré que me había denunciado por los periódicos, porque realmente no me ha llegado nada de los juzgados civiles, así que estamos en ese proceso, trabajando para el pueblo y por los ciudadanos y esperando a ver si me llega o no me llega la denuncia.

Pero da la sensación de que no se ha llegado a hacer justicia. El acosador sigue en libertad, nadie ha pagado por esto, eso es lo que parece desde fuera.

Bueno, es que él está en las Fuerzas Armadas pese a que es un acosador sentenciado simplemente a dos años y diez meses. Uno de los jueces militares le dijo a mi marido que no le habían condenado a más de tres años para que pudiera ir vestido de uniforme a la boda o a la comunión de su hijo, no recuerdo muy bien, lo cual ya resulta aberrante. Si alguien conoce más o menos mi historia y la compara con sentencias judiciales por la vía civil, verá que de los cuatro o cinco años este tipo de sentencias no bajan. Esto no fue solo un acoso sexual, fue un acoso laboral y luego, posteriormente y durante todo el transcurso de los hechos, mediaron agresiones. Este hombre me llegó a agredir, y eso está probado.

Creo que incluso hubo amenazas de muerte muy graves contra usted y contra su familia…

Bueno, contra mi familia no llegó a proferirlas pero sí me amenazó, y de hecho una de las veces puso en peligro mi vida; dio la orden de tirar una traca valenciana en unas maniobras justo en la tienda de campaña donde yo estaba durmiendo. Provocaron un conato de incendio y menos mal que se equivocaron de tienda de campaña porque si llega a caer sobre la mía, donde yo estaba durmiendo con el saco, imagínate. Podía haber salido ardiendo y no estaría ahora mismo aquí, hablando contigo. A todo esto, los jueces militares le quitaron hierro, se juzgó por la vía militar, que nunca tendría que haberse juzgado por esa vía, y entonces dijeron: pobrecito él, no le vamos a quitar el uniforme después de tantos años haciendo tropelías dentro de las Fuerzas Armadas. Que al menos pueda ir de uniforme a la boda de su hijo.

Supongo que todo esto le habrá ocasionado un daño psicológico inmenso. ¿Ha conseguido recuperarse?

Sí, marcada estoy para siempre, la prueba evidente es que yo he tenido que dejar mi profesión y no lo he dejado porque lo haya solicitado sino porque un plantel de varios tribunales médicos han determinado que las secuelas que me ha causado el acoso sexual, el acoso laboral posterior, las agresiones, todo lo vivido durante esta etapa de mi vida, que fueron seis años en total, está ahí. No fueron solo los dos primeros años, fue todo el largo proceso posterior en el que como víctima fui vilipendiada. Y eso es lo que ocurrió en mi caso: por el hecho de denunciar pasé de ser una buena profesional a una aberrante profesional, con lo cual cualquier persona puede preguntarse: ¿pero cómo es posible? Y lo único que medió entre una situación y otra fue la denuncia. En total todo el proceso fueron unos seis años y claro que te quedan secuelas porque él sigue estando dentro de las Fuerzas Armadas, él puede mandar sobre más mujeres. Esto es como colocar a un pederasta en un colegio, exactamente lo mismo, con el agravante además de que viste de uniforme. Se presupone que es un funcionario público y militar al servicio de unos valores morales y éticos y de la ciudadanía y lo primero que ha hecho ha sido quebrantar la confianza que los ciudadanos han depositado en él como servidor público. No debería estar ahí vistiendo el uniforme. Yo soy de las que opina que ningún servidor público ni de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado debería tener unos antecedentes que tengan que ver con el desempeño de sus funciones, y en este caso tiene claramente que ver con el desempeño de sus funciones. Secuelas te quedan, claro que te quedan.

Los acosos en los cuarteles, ¿son una práctica frecuente?

¿Qué acoso, el sexual?

Me refiero a los dos, tanto el sexual como el laboral, el mobbing…

El acoso laboral en las Fuerzas Armadas por desgracia existe y más del que debiera. El acoso sexual existe, y no voy a decir más del que debiera porque se sabe cuál es el que se debe, pero no es algo extendido en los cuarteles, por decirlo de alguna manera. El acoso sexual depende más bien de la educación de la persona que lo ejerce, en este caso del hombre que lo ejerce, y la inmensa mayoría de los miembros de las Fuerzas Armadas son hombres y mujeres que tienen la cabeza bien puesta, que se han educado en democracia, que han crecido en una serie de principios de derechos y libertades, de igualdad, y hay otros que creen que por el mero hecho de pertenecer al género masculino están por encima del bien y del mal, y si además tienen estrellas sobre los hombros, más todavía, que es lo que ocurrió en este caso: un teniente coronel ascendible a coronel, posible general, que se creyó que estaba por encima de una mujer y además por encima de un capitán por el hecho de tener esas estrellas. No es general el acoso sexual en las Fuerzas Armadas, no nos equivoquemos, pero eso no quita que ocurra, y entonces el problema está en que las Fuerzas Armadas no están dotadas hoy en día de mecanismos adecuados para que una persona que sufre un delito de un superior o un semejante pueda denunciarlo y más una víctima de acoso sexual o una víctima de violencia de género. No existen los mecanismos adecuados y los que han intentado ponerlos lo único que han pretendido no es salvaguardar el derecho de la víctima sino salvaguardar que no se conozcan los abusos fuera de los cuarteles ni que se dañe el buen nombre de las Fuerzas Armadas, eso es así de sencillo. En cuanto al acoso laboral, eso ya depende de las personas independientemente de su género y sí es cierto que ocurre, como es cierto que tampoco existen los mecanismos apropiados para que esto se evite y se pueda frenar de alguna manera. La prueba de ello la tienes en que, por ejemplo, en el protocolo de acoso sexual a raíz de mi caso se instó al Gobierno, aquí en las Cortes, a la creación de un protocolo, que por cierto tiene veinte páginas, no tiene más. No dedica un solo céntimo de euro a la implantación del protocolo ni a personal formado en cuestiones de violencia de género o de agresión sexual. Ese protocolo, si tienes la oportunidad de leerlo, es paradigmático, porque dice: se atenderá a las víctimas que sufran acoso laboral pero previo a un acoso sexual. Entonces, si tú has sufrido un acoso laboral per se, si no has sufrido un acoso sexual posterior, no puedes acogerte a ningún tipo de protocolo porque no existe, es decir, búscate la vida de nuevo. Si el acoso sexual no deja de ser un acoso laboral, entrecomillado, como el que yo sufrí, pero con un objetivo y un motivo sexual, es acoso igualmente. ¿Por qué no hacemos un protocolo de acoso laboral? Bueno, pues vamos a intentar a ver si conseguimos que eso salga adelante en esta legislatura. Y sí que existe el acoso en el Ejército, existe como existe en todos los ámbitos laborales.

A menudo se dice que la democracia no ha llegado a los cuarteles. ¿Está de acuerdo con esa afirmación?

En algunas áreas de las Fuerzas Armadas se puede decir que no, pero en general sí ha entrado. Las Fuerzas Armadas son un fiel reflejo de la sociedad, eso es así de sencillo, y las Fuerzas Armadas no están exentas de casos de corrupción, como está ocurriendo, ni de cualquier tipo de violencia, acto delictivo, en el seno de las propias Fuerzas Armadas. ¿Que si ha entrado la democracia en los cuarteles? En su mayor parte sí porque la mayoría de los miembros que ocupan las Fuerzas Armadas son hombres y mujeres que han crecido en democracia, hijos de la democracia. Sin embargo, hay otro reducto de hombres, no de mujeres porque todavía no han llegado arriba, que no se han educado en esos valores, y que en el día a día aún denotan bastante dejadez en cuanto a la aplicación de esos principios. ¿Con eso queremos decir que las Fuerzas Armadas no son democráticas? No. Son democráticas, porque en su mayor parte lo son. Pero sí que es cierto que son poco transparentes, son muy opacas, siempre argumentando la seguridad nacional que en el noventa por ciento de los casos no está en riesgo. Se niega información e incluso a los propios miembros de las Fuerzas Armadas. Cuando a ti te hacen un informe de calificación y vas a pedirlo te dicen: oiga no, esto está clasificado; ya pero es que es mi informe, les dices, y ellos te insisten: clasificado. Ese tipo de cosas ocurren dentro de los cuarteles. ¿Pero que no son democráticas? No, yo no llegaría a hacer esa afirmación.

¿Queda algún golpista, algún nostálgico en el Ejército?

No lo creo, al menos yo no lo he visto. Otra cosa es que existan nostálgicos de etapas pasadas, de antaño, pero nostálgicos golpistas que sean peligrosos, no. Más numerosos son los demócratas que tenemos dentro del Ejército que quieren que la democracia se expanda al cien por cien. Este famoso ruido de sables es más una metáfora de algunos periodistas que la realidad. La realidad no es que haya generales que estén pensando en sacar las tropas a la calle, no. Primero porque como te he dicho la mayor parte del Ejército son hijos de la democracia y serían los primeros que dirían: ¿pero usted dónde va?, yo no le he jurado lealtad a usted, yo le he jurado lealtad a la Constitución y a la soberanía popular. La soberanía popular está representada en el Parlamento, está representada en las Cortes, y es el conjunto de la voluntad de los ciudadanos y ciudadanas. Y eso se tiene muy claro y está muy imbuido dentro de las Fuerzas Armadas. Eso no quita para que haya algunos, ahí tienes al hijo de Tejero celebrando una paella y…

Precisamente le iba a preguntar ahora por él…

Pues me parece una aberración, va en la línea de ascensos que está llevando a cabo tanto el ministro del Interior como el ministro de Defensa, porque se está hablando mucho de los ascensos de Interior pero si nos fijamos en los de Defensa y uno se salta esa opacidad y accede a los documentos sobre cómo se está ascendiendo se ve que se está ascendiendo por amiguismos, se está señalando con el dedo qué perfil tienen que tener unos u otros a la hora de ascender, eso es claro. Vamos a ver si eso también conseguimos erradicarlo. Las Fuerzas Armadas deberían estar ocupadas por aquellos que tengan los mayores méritos y la mayor capacidad. Yo en esto no es que sea tecnócrata pero sí diría, a ver, en un puesto que tenga que ver con la Inteligencia ¿qué es eso de que venga uno que tiene un puesto en Estados Unidos porque es el hermano o el amigo de copas de fulanito o porque sabe mucho inglés pero muy poco de Inteligencia? No. Uno que sepa Inteligencia y que sepa inglés, que de esos los tenemos en las Fuerzas Armadas. Que no es el hijo de, pues lo siento mucho, pero es el más preparado para representar a España en un puesto de Inteligencia, que sabe inglés y sabe de los Estados Unidos. Lo de los hijos de se va a acabar en el Ejército.

Pero se escuchan algunas declaraciones inquietantes, altos mandos que han pedido la intervención del Ejército en Cataluña. ¿Qué opina, deberían ser sancionados?

Pero esto es como el gallo del gallinero que al final canta mucho pero no hace nada, ¿me explico? También es la importancia que le deis los medios de comunicación. Que el general fulanito ha dicho no sé qué, bueno pues luego te coges al general fulanito y resulta que sí, que está ocupando un puesto no sé dónde, pero ¿y él solo qué hace? Él solo no hace nada. Y los que le oigan le dirán: ¿pero usted de qué va?, yo de aquí no me muevo si las órdenes pertinentes no me llegan y las órdenes pertinentes tienen que venir de esta manera. Algún nostálgico siempre hay, esto es como ese que a veces lo ves por la calle, te hace el saludo franquista y no se pone a cantar el cara al sol de milagro. ¿Eso representa al conjunto de la sociedad española? Pues no. ¿Ese militar por muy comandante o coronel o general que sea representa al conjunto de los militares españoles? Pues no. Ni de cerca. Que hay algunos de ellos, por supuesto, pero no son la mayoría, ni muchísimo menos. Al contrario, son una minoría, y gracias a Dios cada vez son menos.

Cambiemos de tema, su vida ha debido cambiar mucho, de militar a diputada. Debe ser un salto brutal. ¿Es la política otro tipo de guerra?

Pues yo pensaba que iba a ver muchas diferencias, pero no te creas que hay tantas porque con buena voluntad y sabiendo de lo que se habla en ambos sitios se hace un servicio al ciudadano. Claro está que en ambos lugares, tanto en la política como en las Fuerzas Armadas, la persona que ocupe los puestos tiene que tener bastante claro, y yo lo tengo, que está aquí para servir al ciudadano y no para servirse a sí misma. Partiendo de esa base hay cuestiones que yo todavía estoy aprendiendo y no me refiero al fondo de la cuestión sino a la forma, al procedimiento. Los procedimientos en las Fuerzas Armadas yo ya los tenía mecanizados. A mí me llegaba una solicitud para hacer unas maniobras y yo ya tenía perfectamente mecanizado lo que había que hacer y lo hacía. Aquí, en el Congreso de los Diputados, me llega una petición, una propuesta o lo que sea, y sé de qué va el fondo, porque estoy tratando temas que no son ajenos a lo que hacía antes, y estoy en temas de la Comisión de Defensa, en cuestiones de la Unidad Militar de Emergencia, cuestiones de seguridad que tienen que ver con los másteres que he hecho, o en la Comisión de Exteriores o Protección Civil, estoy tratando temas que controlo. Otra cosa es que en lugar de hacer una cosa según un trámite haya que hacer por ejemplo una propuesta no de ley, pues lo primero que tengo que aprender es cuál es el procedimiento que tiene las Cortes para tramitar una propuesta no de ley y en qué formato se tiene que hacer. Sé el contenido, me falta el continente con esos procedimientos. Pero eso es algo que, como me han dicho ya algunos compañeros diputados, lo cura el tiempo y sobre todo un corto espacio de tiempo, porque son tantas las cosas que tenemos que hacer que al final siempre te acabas topando con alguna, que si un proyecto no de ley, que si esto o lo otro. Es cuestión de preguntar y no hay nada que no se subsane con un poco de humildad y sabiendo preguntar.

Luego al final es sentido común y aprender la mecánica parlamentaria…

Sí, sí, lo sé por mi familia, porque mi padre se ha acercado bastante a la política y también mi madre, y siempre he creído que la política vista desde lejos, desde el otro lado del escaparate, es una toma de decisiones, de servicio a la ciudadanía y como dices muy bien, de sentido común. Claro está que tienes que asesorarte porque yo, controlando como controlo el ámbito militar, no lo controlo todo, porque es imposible controlarlo todo. Entonces, cuando llego a un apartado que tiene que ver con Defensa que se me escapa, soy la primera que descuelga el teléfono y empiezo a preguntar. Consulto incluso con compañeros de las Fuerzas Armadas que están en ese ámbito o con asesores que tenemos aquí que tampoco lo controlan todo pero que entre todos es más fácil resolverlo. Y sobre todo preguntamos a la gente que está implicada en las cuestiones que vamos a tratar. Al fin y al cabo, aquí, en el Congreso de los Diputados, tomas decisiones que afectan a las personas, y esas personas van a sufrir las decisiones que tú tomas. Hay que pensar en esas personas y eso es el sentido común.

Creo que fue el propio Pedro Sánchez quien personalmente le ofreció entrar en política de la mano del PSOE. ¿Cómo es Pedro en las distancias cortas?

Pues es una persona muy afable, alguien que sabe escuchar. Me acuerdo cuando me llamó y me dijo: tengo una propuesta para ti, ¿qué te parece si la hablamos cara a cara? Yo lo primero que le dije fue: bueno, has pensado en mí, ¿para qué me quieres dentro del proyecto socialista? Porque yo uno de mis temores era que había salido en televisión, había salido rompiendo una lanza contra el acoso sexual y la lucha de las mujeres por la igual en las Fuerzas Armadas y me asustaba que solo me quisiera porque era una cara bonita, por decirlo así, entrecomillado, porque era un símbolo en ese momento. Entonces le dije que si me quería para eso que se olvidase y si me quería para asuntos relacionados con educación, por ejemplo, pues evidentemente tampoco porque no sabía nada. Él me escuchó, debatió conmigo y me dijo: mira, es que te quiero para esto y para esto otro. Lo cual me sorprendió, me sorprendió que conociera tantas cosas de mí que no habían salido ni en la prensa, ni en mi currículum siquiera. Con lo cual me resultó grato. Después hemos tenido la oportunidad de intercambiar impresiones y es una persona muy racional y muy razonable. Es una persona a la que le dices: Pedro, creo que te estás equivocando con esto. Y si tú eres capaz de argumentarle las cuestiones, él cambia de opinión y te responde: lleváis razón, me he equivocado. Es una persona que sabe escuchar a sus asesores y decirles: pues lleváis razón, es mejor como lo estáis planteando vosotros que como lo estoy planteando yo. Eso es importantísimo en política y sobre todo a la hora de llegar a acuerdos. Una persona que no sea soberbia, que no sea egocentrista, porque él es muy humilde, muy cercano a la gente. Y sobre todo que no sea ególatra, que diga: yo estoy aquí para intentar hacer cosas por España y tengo un sueño que es ser presidente del Gobierno para que los españoles y las españolas vivan mejor. Y eso engrandece a una persona y eso Pedro lo tiene. Su humildad y su capacidad de escuchar y de cambiar de impresión con argumentos sólidos.

¿Qué opina del pacto del PSOE con Ciudadanos? ¿Es lo que más conviene al país?

Por supuesto. Porque no olvidemos que el pacto es un acuerdo de mínimos. He escuchado por ahí que estamos pactando con la derecha. No, eso es una equivocación. Estoy pactando unas políticas de centro-izquierda que tanto el centro derecha, como es el posicionamiento de Ciudadanos, como el centro izquierda, que es el posicionamiento del PSOE, encontramos en común. Yo cuando escucho eso de ¿pero cómo pueden llegar a un acuerdo con un partido de derechas? les digo: señores, el mundo, la historia, está llena de acuerdos entre antagónicos y entre enemigos, porque sin acuerdos no se habrían parado las guerras, sin acuerdos no habría intercambio de prisioneros, no habría ayuda humanitaria en determinados países, toda la historia está llena de acuerdos entre posturas antagónicas. Lo que está claro es que en el Parlamento, por mucho que lo planteen algunos, es imposible sumar los votos de izquierda, porque no da. Entonces qué pretenden, ¿que vayamos a una sesión de investidura con los votos de izquierda? Hubiera pasado exactamente lo mismo que ha pasado hace unos días. Porque necesitas que Ciudadanos se posicione ¿y le vas a decir a Ciudadanos que se abstenga por su cara bonita? Tendremos que decirle a Ciudadanos que necesitamos al menos su abstención para apoyar un pacto de investidura. Y los de Ciudadanos, que no son tontos, porque aquí nadie es tonto, te llega y te pone sus exigencias: a cambio de mi abstención éstas son mis exigencias. Entonces, a cambio de tu abstención, vamos a sentarnos y vamos a buscar un conjunto de medidas que sean razonables y buenas para la sociedad y si alguien dejara de pensar en derechas e izquierdas y se sentara realmente a debatir sobre cada una de las medidas se llevarían muchas sorpresas, porque en esas medidas hay puntos de evolución en la sociedad. Tú puedes ser de derechas y yo de izquierdas pero ¿a que estamos de acuerdo en que cuando vemos un papel en el suelo hay que tirarlo a la papelera? Pues nos ponemos de acuerdo para hacer una ley y tirar el papel a la papelera, porque ahora mismo todo el mundo lo está tirando al suelo. Podemos buscar acuerdos para llegar a un pacto contra la violencia de género o para mejorar los contratos laborales, porque como dice Pedro Sánchez el peor de los acuerdos es mucho mejor de lo que hay ahora. Pues vamos a echar a andar, porque si no nos vamos a tirar mucho tiempo con lo peor. El pacto con Ciudadanos a mí me parece que para empezar es muy adecuado; ahora lo que se necesita es que los que no estén de acuerdo con el cien por cien del pacto se sienten. A lo mejor si Podemos, IU y Compromís se sientan en la mesa vemos que en unos puntos no están de acuerdo y proponen otra cosa; ¡pues a lo mejor esa propuesta tanto PSOE como Ciudadanos estamos de acuerdo! Pero ponen pegas como que no se sientan en una mesa en la que esté Ciudadanos. Oiga no. Siéntense y dígannos exactamente qué medidas no les gustan y qué es lo que proponen ustedes. Porque a lo mejor así llegamos a un acuerdo entre todos.

¿Ha tenido ocasión ya de hablar con Pablo Iglesias? Creo que él también intentó ficharla…

Hubo contactos pero no hubo ningún intento de fichaje. Lo que hubo fue un acercamiento a raíz del problema que tuve y Pablo Iglesias, Irene Montero, Rafa Mayoral, etcétera, tuvieron la deferencia de preguntarme cómo había sucedido todo esto y preocuparse por lo que a mí me ocurrió. De la misma manera que en su momento también se preocupó el PSOE y Pedro Sánchez. Sí que es cierto que algunos compañeros de Pablo Iglesias me preguntaron sobre aspectos del Ejército y yo les ayudé en ese momento. Yo siempre he sido de izquierdas, socialista, otra cosa es que no lo pudiera manifestar porque los militares, como bien sabes, no pueden estar afiliados a partidos políticos ni a asociaciones u organizaciones de otro tipo de carácter sindical, pero eso no significa que nosotros no votemos, y el que me conoce y conoce a mi familia sabe perfectamente dónde me he criado, porque he estado en la sede del partido socialista, tengo fotos con mi hermana junto a los líderes del PSOE cuando éramos pequeñas y no tan pequeñas. Pero bueno, volviendo al asunto, cuando me pidieron ayuda yo no tuve ningún problema en ayudarles sobre las cuestiones que me preguntaron sobre las Fuerzas Armadas, pero nunca se pusieron en contacto para decirme: Zaida, queremos que vayas en las listas de Podemos. También te digo de antemano que yo siempre he sido socialista, no creo que hubiera dicho que sí.

¿Como mujer, qué pensó cuando vio a Carolina Bescansa en el hemiciclo con su bebé?

Mira, yo creo que eso es una opción personal que tuvo Carolina, a mí no me gustó como mujer, pero es una opción personal que yo respeto. Yo creo que hubiera sido noticia si hubiera habido algún hombre que hubiera llevado al niño, pero mire usted, como dicen algunos, tenemos la gran suerte, no un privilegio, sino la suerte, de que en el Congreso hay una guardería, una guardería que no es solo para los hijos de diputados y diputadas sino para todos los trabajadores del Congreso. Además, al parecer, la diputada vino con una asistenta personal que es la que cuida al niño. Casualmente, apenas unos meses antes, en las Fuerzas Armadas, por hacer un paralelismo, a una mujer que había pedido la conciliación familiar le denegaron la reducción de jornada por necesidades del servicio, no solo se la denegaron sino que le metieron guardias de 24 horas, y esta mujer, que además era de familia monoparental, no pudo dejar a sus hijos con nadie y se presentó en la guardia con ellos. Y le dijo al capitán: no he podido dejarlos con mis padres ni con nadie. A esta mujer le ha caído un mes de arresto por llevar a sus hijos al colegio. Entonces, claro, yo que conocí esa situación apenas unos días antes de que Carolina Bescansa trajera a su bebé al Congreso, y teniendo además alternativas que tenemos los diputados, pues digo, oye, respeto tu opción como madre, estás en tu derecho, pero me parece que comparativamente con una militar que no puede hacerlo, es un privilegio. Porque eso no es conciliar familiarmente, conciliar familiarmente es pelear, luchar porque existan las medidas necesarias para que no tengas que llevarte el hijo al trabajo, para que tú puedas conciliar y además puedas atender a tu hijo. En el hemiciclo había madres, en la bancada del partido socialista, que tenían a sus hijos en la guardería, y esas cuatro horas que estuvimos allí los niños estaban en la guardería. Si efectivamente, como dijo Carolina Bescansa, eso no fue un gesto sino que quería cuidar a su bebé de esa manera, con proximidad, ¿por qué no se lo ha traído el resto de las veces? ¿por qué no lo ha llevado a los platós de televisión? Desde ese punto de vista a mí me pareció más una utilización del niño que una opción personal, pero la respeto, ya te digo. Y luego claro, tener cuatro horas a un niño allí… Yo no soy madre y opino desde la distancia y el respeto. Respeto su opción personal pero ahora ves a una conductora de autobús y piensas que si una diputada puede llevar a su niño al trabajo, el resto de las trabajadoras también deberían poder hacerlo, y una conductora de la EMT de Madrid a ver cómo se lo lleva.

¿Qué piensa de lo que pasó en la sesión de investidura, la cal viva, Felipe González…?

A mí me pareció una falta de respeto. Yo no vengo de la política, vengo de otro mundo, y me pareció una falta de respeto porque uno está hablando de la cal viva y al rato está aplaudiendo a Bildu, no aplaudiendo, vitoreando a Bildu. Oiga, seamos un poco coherentes, si criticamos la cal viva critiquemos también los asesinatos y los tiros en la nuca, digo yo. Ambos son deleznables igualmente, pero no solo eso, sino que Pablo Iglesias atribuyó unos hechos a una persona, en este caso a Felipe González. Oiga, si tiene pruebas vaya a los juzgados, porque que yo sepa esos hechos se han investigado, se han juzgado y se han tomado las decisiones. Si usted cree que Felipe González fue el de la cal viva, váyase a los tribunales y denúncielo. Es muy bonito criticar los privilegios de los diputados y luego ampararse en ellos, que yo pueda decir lo que quiera mientras estoy ejerciendo de diputado sin que a mí me pase nada. Un poquito de coherencia. Hubo mucha crispación, ya lo dijo Antonio Hernando, dijo: señores, aquí todo el mundo empezamos a citar a históricos españoles y perdemos el contexto de esas citas. Aquí llega uno y me habla de los cuadros de Velázquez, de la caída de Breda… Oiga, que eso ocurrió en una guerra ¿y me viene usted aquí con eso? Es muy bonito citar un cuadro y luego no saber contextualizarlo; si a eso le unes ataques frontales en una sesión del Estado y faltas de respeto, dices: ¿dónde estamos? ¿esto es el Parlamento? Oiga, bajemos el tono un poquito que aquí no hemos venido a insultarnos, aquí hemos venido a trabajar por y para los ciudadanos, y a solventar sus problemas, que son muchos, y no hemos venido a aparentar ni a hacer shows mediáticos. Esa es mi opinión personal.

Cuando se cruza con el ministro de Defensa por los pasillos del Congreso, ¿le ha pedido perdón?

No me he cruzado.

Pero la habrá llamado para pedirle perdón en nombre de la cúpula militar, la habrá dicho: “Zaida, la invito a un café, vamos a charlar…”

¿Quién, ese señor? No, ese vizconde de la clase alta, no… Este señor rectificó porque le obligaron a rectificar, si por él fuera yo estaba en la cárcel ahora mismo. Todo el acoso laboral posterior fue culpa de él, él tenía absolutamente conocimiento de todo, y él lo permitió y no solo eso sino que al coronel-juez que desimputó a uno de los generales acusados, lo ascendió a general. La gente se echa las manos a la cabeza con lo de Tejero y lo del ministro del Interior, si vieran los ascensos del Ministerio de Defensa y vieran a quién han colocado en la cúpula, no se echarían las manos a la cabeza, no, echarían cuerpo a tierra.

Si Pedro Sánchez le ofreciera ser ministra de Defensa, ¿cuál sería su primera medida?

No me lo he planteado porque hasta hace cuatro meses no pensaba que iba a estar en esta silla… Fíjate que las medidas que me plantearía como ministra de Defensa serían las mismas que me planteo aquí, porque al fin y al cabo son cosas que se deben resolver dentro de las Fuerzas Armadas. La primera solventar el problema que tienen los soldados de tropa y marinería dotándoles de una carrera militar digna, que no finalicen sus contratos a los 45 años sino que puedan hacerlo hasta la edad de jubilación pasando unos requisitos apropiados, como ocurre con la Guardia Civil. Es que ahora mismo están con unos contratos que se puede decir que las Fuerzas Armadas son la mayor empresa de trabajo temporal. Los soldados de tropa y marinería, que es la escala más baja, entran y renuevan cada dos años el contrato, hasta los seis años de duración, y a los seis alguien decide (si le ha caído bien el soldado, porque hay una ausencia total de méritos y capacidades a la hora de la evaluación), si te ceden el compromiso o no hasta los 45 años. Y a esa edad estás en el paro, si te haces reservista de especial disponibilidad puedes estar cobrando 600 euros hasta la edad de jubilación. Por tanto es una pérdida para las Fuerzas Armadas tanto de experiencia profesional como de capacidades humanas. Y también abordaría el problema de la promoción interna, tanto de la escala de oficiales como suboficiales.

¿Debe España enviar tropas a Siria?

Si así se determina en el marco de los acuerdos internacionales que España tiene suscritos con el resto de organismos, véase la ONU, la OTAN, España debe acogerse a las resoluciones que tiene firmadas. Habrá que ver cómo se propone y cómo enviar las tropas porque hay muchas maneras de hacerlo. Puedes enviarlas como asesoramiento militar, como formación, como observadoras, para entrar en combate, como apoyo logístico, puede ser de mil formas. Lo que España tiene que hacer es, dentro de los foros internacionales en los que se encuentra, posicionarse de acuerdo a la voluntad del pueblo español, y eso se determina en las Cortes. Ahora, nunca ir bajo nuestra cuenta y riesgo, eso me parece una barbaridad.

¿Y las bases americanas?

Pues la respuesta es prácticamente la misma, España ahora mismo se encuentra dentro de un marco de seguridad colectiva, de seguridad global, en este caso en la OTAN, y España debe contribuir exactamente de la misma manera que contribuye el resto de países. España ha llegado al acuerdo mediante la cesión de territorio para que barcos de Estados Unidos se posicionen en Rota por el famoso escudo antimisiles, más otras funcionalidades que no son solo esas, y si esas medidas están dentro del marco de la legalidad vigente y de los acuerdos internacionales que tiene España con diferentes organismos, esa tiene que ser la posición de nuestro país. De la misma manera que si llega mañana otro Gobierno y determina que ya no se necesita que estén esas tropas aquí, en suelo español, o que España necesita posicionar una batería antiaérea en Turquía, como ha ocurrido. Pues nos posicionamos allí. Son un conjunto de resoluciones que pueden resultar no problemáticas, pero que llaman la atención de la opinión pública. Hay que mirar más allá. Todo esto se engloba en un conjunto de medidas dentro de un marco general de seguridad colectiva y no exclusivamente española.

¿Gibraltar es español?

Para mí Gibraltar es español. Y puede poner que es una respuesta personal. Gibraltar es español.

¿Los santos y las vírgenes deben ser condecorados?

No, quienes deben ser condecorados son los hombres y mujeres que vistan el uniforme y se lo merezcan, solo los que se lo merezcan, porque he visto condecoraciones del tipo “yo estoy aquí sentado en una silla, ji, ji, ja, ja, y me llevo los premios”, y el que está fuera partiéndose la cara no se lleva nada. En España, tanto en los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado como en las Fuerzas Armadas, dar las medallas, más que un mérito, se ha desvirtuado completamente. Dar una medalla a la Virgen y no tener la vergüenza de presentarse en los sepelios de una policía que ha sido asesinada recién incorporada después de un embarazo me parece lamentable. Resulta que van a los entierros de unos policías que han sido asesinados porque han tenido repercusión en la prensa (por otra parte como tiene que ser), pero en otros casos se ríen de las víctimas. No, oiga, no. Se tiene que estar a las duras y a las maduras y no solo hay que ir a los sepelios en aquellos casos que son foco mediático. Ya le digo, los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado deben ser aconfesionales, como debe suceder en un Estado laico. Laicidad pura y dura. Aquí no se ponen medallas a vírgenes ni a santos, se deben poner a las personas que se lo merecen.

Sinceramente, ¿no iría mejor el mundo sin ejércitos?

Uy, por supuesto, pero eso es una utopía. Ayer escribía una persona en el Facebook eso mismo, que las cosas irían mucho mejor sin ejércitos, y yo le decía: ojalá, ojalá llegáramos a un mundo donde ningún ejército fuera necesario porque eso significaría que no nos sentiríamos ni agredidos ni sentiríamos la tentación de agredir a nadie. Seríamos una sociedad lo suficientemente evolucionada como para dirimir nuestras cuestiones, nuestras distancias y nuestras diferencias ideológicas a través de la palabra. Pero eso, hoy por hoy, no está ocurriendo. Hoy es 11 de marzo, los atentados en Francia, lo de Túnez, lo que está pasando en Siria, en Irak, en Afganistán, y si nos vamos a Asia, Latinoamérica… Hoy por hoy, ver la desaparición de los ejércitos es una utopía. Y por desgracia ni a usted ni a mí nos ha tocado vivir en un mundo utópico. Ojalá.

¿Qué es más machista, el ejército español o el Congreso de los Diputados?

Ninguno de los dos. Machistas son los hombres que se sienten superiores a las mujeres por el mero hecho de serlo. No considero a un colectivo machista, ni siquiera al Partido Popular, machistas son las personas. A mí cuando me dicen que el Ejército es machista les digo que se están equivocando. Mi marido es militar, duermo con él y de machista no tiene nada. Son las personas, son los hombres los que son machistas. ¿Hay machistas en el Congreso de los Diputados? Por supuesto. A algunos se les ve simplemente cuando te cruzas con ellos, pero eso no significa que por ejemplo mis compañeros del Partido Socialista lo sean. Decir que el Congreso es machista sería injusto con aquellos hombres que son feministas.

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre