PORDIÓS 1: Reaccionario. Vivo en el campo. Y a veces pienso si no debería dejar esta mierda de la escritura o, por lo menos, desconectarme de internet. Pensémoslo, es tan sencillo como “Ojos que no ven, coraçâo that doesn´t feel”. Porque se pasa la vida uno encabronado.

Sí, yo también he visto ese vídeo en el que presuntamente un Guardia Civil agrede física, verbal, social y políticamente a un antitaurino. Salvo baja médica, muy justificada por un forense público, ese tío debería estar en la calle ya (si no condenado). El problema es que hemos convertido la democracia en una obra waltdisneyiana prelutherking; todo es baba, conversaciones con canturreo, senos de goma y grandes pistolas de adorno. Vivimos sobre una hez fétida disfrazada de solemnidad. No, no es como siempre. Hasta que la clave de arco (que era un ladrillo del Muro de Berlín) cayó, íbamos a algún sitio, no sabíamos dónde, pero se abrían caminos y deseábamos una vida distinta, quizá mejor, o al menos eso creíamos; fíjense, ahora estamos como parados en el tiempo, sólo existe un deseo predominante tolerado: silicona empapelada con dólares y flujos de sabores. La verdad es sólo una, y a quien discrepe se le pone la única etiqueta prevista: fracasado. Ya lo he dicho, Trump es el gurú del tiempo nuevo: hace lo mismo que nosotros pero lo dice porque le sale de los cojones, tiene la piedra filosofal: dinero.

Ya, ya, es un gurú a la altura de lo que somos. Como una mosca sobre un zurullo. Las moscas zumban y engordan (traumatizaron a Thomas Mann en el velatorio de su abuelo), el PPSOE mantiene su fuerza electoral, ¿cómo puede ser? nos preguntamos como si tuviéramos alguna capacidad para decidir una alternativa, al final es cuestión de elegir el mal menor según mis intereses privados, de eso se trata, y lo llaman democracia, cada uno los suyos pero con algo muy claro: hay más beneficio en quien mueve la pasta.

Tengo una hija estudiando Biomedicina, una tía formada, y me dice que ahora los de Podemos dedican su tiempo al debate político; me hago el tonto y la sonsaco, y compruebo que su candidez juvenil en algún momento inflamada por estos lenines de Carabanchel se va por un sumidero porque esto ya lo ha vivido: la juventud necesitaba acción, no reacción, y había mucho por hacer. Me dice que para ver lo mismo, ya estaban aquéllos. Hemos claudicado. Mi desespero es menor, ya comenzó en las reuniones del 15M, al que otorgo aún el valor de la posibilidad, pero enseguida lo vi lastrado por la ignorancia supina y el protagonismo más cutre de teleserie pandillera, fui a dos reuniones, no más.

Desconectarse, rendirse, ofrecer el cuello como el Cordero de Dios (oigo la misa casicatólica de Bach) que, cuando conseguimos tumbarlo, se queda quieto y ofrecido para que hagamos en él según nuestra palabra. Dejarlo todo. ¿Irse a Las Falkland o volverá el Bréxit a reivindicarlas para justificar la estupidez interna?, a la Iron Maiden le vino de Muerte. Me siento rendido, estamos muertos, señoras, caballeros.

PORDIÓS 2: Accionario. Estoy pensando entrar en política y ser como Donald, pero democrático e ilustrado: barrer de la Administración Pública a fuerza de decretos este lupanar canceroso que la tiene invadida y metastatizada (como el Nazareno en el Templo); reducir al mínimo la actividad política prohibiendo toda propaganda y dejando en manos de los funcionarios el funcionamiento del Estado, esto es: respetar la separación de poderes de verdad; reformar las Leyes y dejar sólo lo básico, suspendiendo las autonomías y abriendo un proceso para volar España como concepto y, después, que lo que quede sea responsabilidad de las sucesivas elecciones, nada de referendums ni nacionalidades, estoy cansado de fascistas nacionalistas disfrazados de sevillitas holyweekeros o de perroflautas flequilloizaskun, ¡que la Historia y las naciones (asco de patrias) son un mero instrumento para sobrevivir casi siempre contra ellas mismas!, coño, qué mierda es ésa de la nación catalana, la española, la unidad de destino en lo universal… mientras nos volatilizan la libertad, la igualdad, la fraternidad, los servicios sociales, el sistema de oportunidades que nos sacudió el yugo feudal (que en España aún dura en algunas zonas del campo, sí, conozco Andalucía, y Extremadura, pero también esa basura burguesocatalana que se llena la boca de ópera y caga ñorda como todos).

Me voy a presentar, a Presidente, porque con la edad que tengo no me merece la pena un cargo menor: y voy a decretar el fin de los reinos de taifas políticos, y se van a acabar las ayudas a las empresas (que suman más que toda la caridad que este Estado sumiso ejerce) incluidos los conciertos educativos con empresas privadas (tantos con la Iglesia), y voy a volver a sacar el asunto de los coches oficiales, y vamos a encarcelar a todo el que no justifique el interés público por el que gastó los presupuestos, y sólo voy a estar ocho años (y habilitaremos una excepcionalidad en la que todos podamos decidir si alguien merece estar más en la vida pública) y deberé haber demostrado antes un número de años de trabajo o de paro para presentarme, y volveré el mismo número de años a ese trabajo o ese paro antes de cualquier fichaje (enchufe, en las eléctricas), y vamos a destruir el IRPF y vamos a cargar de impuestos lo que consumimos para que el ahorrador tenga beneficios hasta acumular un número de veces acordado la renta mínima que se tendrá con la ciudadanía, para que quien consuma se quede igual y quien se haga rico para poseer pague y pague por los intereses que le rente su capital, y pague; y si hay que irse de la economía europea enfriaremos esto volviendo al consumo interno (sí, suena feo, pero es la única salida que nos queda a una globalización que está imponiendo el criterio de los grandes capitales para hacerse más grandes siendo nosotros el combustible, ¿cómo nos defendemos?).

Vuelva a la acción, Izquierda, vuelva, me dan igual las siglas, proponga y arriesgue, y le votarán o no, demagogia no es esta patulea de propuestas que vomito sobre la marcha sino conducir al pueblo como a un burro del ronzal a dónde uno quiere para que le trabaje la tierra (es así hasta etimológicamente), por eso no se lo pedimos a la derecha, que sólo obedece a su bolsillo y su tradición solipsista y pajillera, ¡estoy harto!, estoy harto… ¿quién se anima a montar una izquierda ilustrada, legalista, culta y firme para ordenar este montón de basura?

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