El compañero Pedro Sánchez, Secretario General del PSOE y aspirante a Presidente de Gobierno, «…ha garantizado este viernes que no habrá unas terceras elecciones generales tras las que se celebrarán el próximo 26 de Junio» y que, después de esos comicios, «es seguro que habrá un gobierno en España» (Fuente: 20 minutos.es/noticia 27-5-16).

Pero nos gustaría que aclarase, durante la campaña, si priorizará el conseguir un gobierno favorable a los trabajadores en un pacto de izquierdas o por el contrario, reanudará el fracasado pacto con el derechista Ciudadanos; que sería bien recibido y aplaudido por los capitalistas del Ibex35 y algunos banqueros que han colaborado en la evasión de capitales y mal visto por la corriente I.S. y muchos trabajadores votantes del PSOE.

La Unión Europea, a través de su brazo político: la Troika, sigue exigiendo, a cualquier nuevo gobierno español que sea conformado como resultado de las urnas el próximo 26-J, que aplique un nuevo paquete de recortes en torno a 10 y 15 mil millones de euros, ya que el gobierno reaccionario del Partido Popular – incluso con su brutal ofensiva de recortes y ataques a las condiciones de vida y salariales del movimiento obrero y el empobrecimiento de más de 3 millones de autónomos y pequeños empresarios que formaban las capas medias – fue incapaz de cumplir con el déficit fijado y comprometido, en los porcentaje acordados para el 2015.

Pese a las mentiras y la propaganda del PP, el capitalismo español sigue en una crisis que dura ya ocho años. Igualmente, está en crisis el capitalismo europeo, tanto en el aspecto económico como en lo social, como vemos con la batalla que libra la izquierda a través de la juventud y los sindicatos de clase, con manifestaciones de rechazo y huelgas generales, contra la socialdemocracia de derechas de Hollande en Francia que, al aplicar las medidas que le exige la Troika, está sufriendo un rechazo y un desgaste brutal.

También el capitalismo mundial está en crisis. Sólo hay que levantar la vista de lo que está sucediendo en Brasil, Venezuela y el resto de Latinoamérica, con intentos no declarados por parte del imperialismo de recuperar más control sobre la economía, incluso apoyándose en golpes de Estado; al igual que apoyan, con su estrategia bélica global, la horrorosa situación que sufren los pueblos de Siria y el resto de la zona en un interminable conflicto armado por la hegemonía mundial y de las materias primas, que produce cientos de miles de muertos y millones de refugiados que huyen de la barbarie atrapados entre el fuego cruzado del terrorismo yihadista y los bombardeos imperialistas.

En el Estado español, los dirigentes de las izquierdas tenemos la obligación de luchar en la campaña electoral a la que nos enfrentamos, por un objetivo claro de evitar un próximo gobierno de las derechas que profundizaría la crisis descargándola una vez más sobre las espaldas del pueblo trabajador, incluidas las capas medias; cada vez más empobrecida/os y extenuada/os por la política antisocial aplicada por Rajoy y su gobierno, que está rodeado por un océano pestilente de corrupción de cuyos saqueos nadie asume la responsabilidad política a escala gubernamental ni exigen que se devuelva lo robado, como podría hacerse practicándose la incautación de los bienes en base al Art. 128 de la C.E. que dice:  «Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general. Se reconoce la iniciativa pública en la actividad económica. Mediante ley se podrá reservar al sector público recursos o servicios esenciales, especialmente en caso de monopolio y asimismo acordar la intervención de empresas cuando así lo exigiere el interés general».

Pero sabemos que la burguesía es incapaz de cumplir la constitución, cuando beneficia al pueblo y perjudica sus intereses y como no somos utópicos sabemos que «no podemos pedirle peras al Olmo (de Rajoy) sino que, si queremos peras, debemos arrancar el Olmo y plantar un Peral”.

Ese debe ser el objetivo fundamental, desalojar a la derecha del gobierno y conformar un gobierno de las izquierdas que, como habíamos estado defendiendo en la anterior confrontación electoral desde nuestra corriente Izquierda Socialista, debería estar compuesto por PSOE+Unidos Podemos con el más amplio respaldo posible del resto de las fuerzas de progreso, las mareas, los movimientos sociales y sindicales.

Tenemos la confianza de que, si los dirigentes no lo impiden, los resultados a partir del 26-J SÍ permitirían formar un gobierno conjunto favorable a los trabajadores, pero es preciso contar con las izquierdas que luchan, movilizarlas y pedirles que nos ayuden a doblarle el pulso a la derecha españolista, cerril, carpetovetónica y caciquil y también a la europea.

Porque «tenemos que decirle a la clase trabajadora la verdad aunque les duela», como decía Largo Caballero, y la realidad es que dentro del estrecho margen del capitalismo, ninguna reforma progresista será posible si se somete a su lógica del lucro para la clase dominante, haciendo pagar los costos de la crisis a los trabajadores que no la hemos provocado, y no a los capitalistas y sus bancos que son los responsables, por lo que con la burguesía en el gobierno la salida de la crisis será imposible.

Incluso, una vez conformado un gobierno aparentemente fuerte de las izquierdas en la línea antes mencionada, dicho gobierno tendrá que enfrentarse con el mismo dilema que se le presentó al Gobierno de Syriza encabezado por Tsipras en Grecia. ¿Se enfrentarán con firmeza a los recortes y cumplimiento brutal del déficit público, sometiéndose a la Dictadura de la Troika, o tendremos todos juntos fuerzas para arrancar un programa socialista, llamando a la unidad y las luchas políticas, sociales, sindicales, culturales, ecologistas y feministas para que podamos superar entre todo el pueblo en su conjunto la situación para salir de la crisis por la izquierda, aplicando un programa favorable para incrementar la producción, la distribución y la riqueza de forma igualitaria y armoniosa buscando el camino de la verdadera democracia y el genuino socialismo, o jugarán las direcciones de nuevo la política del divisionismo y el entreguismo?

La juventud, la clase trabajadora, los pensionistas, las capas medias y las fuerzas del progreso representamos la inmensa mayoría de la sociedad y con la legitimidad democrática que nos den las urnas podríamos poner la economía al servicio del ser humano y no del lucro privado de una minoría de banqueros, especuladores y corruptos que han venido saqueando al pueblo, poniendo en marcha un plan de choque para solucionar el paro, la escasez y la desigualdad que castiga a los menos favorecidos. Con una Banca Pública sería posible la planificación democrática y científica de la producción y la distribución de los bienes de consumo, poniendo la economía al servicio de la sociedad, gestionada democráticamente, cumpliéndose la aspiración del programa inicial del PSOE, que es “la completa emancipación de la clase trabajadora; es decir, la abolición de todas las clases sociales y su conversión en una sola clase de trabajadores, dueños del fruto de su trabajo, libres, iguales, honrados e inteligentes”, como defendían Pablo Iglesias y los fundadores del PSOE y UGT.

Izquierda Socialista siempre ha venido defendiendo que SÍ existe una alternativa para utilizar la creatividad maravillosa de la que es capaz el ser humano y, esa alternativa, se llama SOCIALISMO, el nuevo modelo de sociedad por el que merece la pena seguir luchando para llevar a cabo un programa verdaderamente socialista y profundamente democrático que ponga las bases para avanzar hacia la transformación socialista de la sociedad, porque el capitalismo nos ha robado el futuro.

1 COMENTARIO

  1. Olvídese usted de un gobierno de izquierdas porque la derecha a través de sus equipos mediáticos esta promoviendo unas organizaciones y confluencias cuyo único fin es derrotar al partido socialista. Para evitar una posible confluencias de programas se han validos de cosas tan imposibles de tragar para un organización obrera como son los separatismos. Es muy bonito el pensar que socialistas y podemitas pueden confluir pero es imposible. Una organización tiene sus orígenes en la clase trabajadora , muchos de ellos sindicalistas (el PSOE), la otra en niños bien esnobistas de plato de televisión maestros del copia pega donde se copia hasta la posición del entrecejo para hablar. Unos beben del pragmatismo sindicalista y otros de la nube. Rajoy ya ha conseguido una propina de medio año. Y lo que te rondaré país.

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