Wuhan es una ciudad moderna, gigante y con una población de once millones de personas. Ha sido el primer foco de contagio durante la pandemia de COVID-19 y, a pesar de que en un primer momento el mundo estaba boquiabierto al ver lo que allí sucedía, las opiniones han ido cambiando a medida que la pandemia se ha extendido por el mapa y se ha podido constatar que la gestión que realizaron fue muy positiva.
Se han producido ahora nuevas infecciones después de haber conseguido plantar cara a la pandemia. Y por eso se ha tomado la firme decisión desde el gobierno chino de poner en marcha test para toda su población: ni más ni menos que once millones de personas. Comenzarán por los grupos de población más vulnerables y en áreas residenciales.