Woody Allen llevaba demasiado tiempo sin manifestarse, expectante, esperando quizás que pase el temporal. Amazon mantiene en barbecho desde hace seis meses su última película A Rainy Day in New York, sin saber muy bien qué hacer con ella. Pero además, la productora ha decidido ahora también romper el contrato que habían firmado por otras tres películas más. Ante esa situación, el cineasta ha decidido demandar a la compañía por sesenta millones de euros.

“Amazon ha intentado justificarse con referencias a la acusación sin fundamentos de una joven de 25 años contra el señor Allen, pero esta ya era conocida por Amazon (y por el público) antes de firmar el acuerdo para cuatro películas. No da ninguna base para terminar el contrato”, asegura el comunicado lanzado por los representantes del cineasta. La joven a la que hace referencia es Dylan Farrow, hija del director y de Mia Farrow, quien ha denunciado públicamente en repetidas ocasiones que Allen abusó de ella en 1992, cuando tenía siete años

A pesar de que ningún juez ha encontrado culpable hasta ahora al realizador neoyorquino, Dylan persiste en sus acusaciones, que cobraron nueva actualidad a raíz del movimiento #MeToo. Aquello desembocó también en una guerra familiar, dado que Moses Farrow, hijo adoptivo de la pareja, salió al paso para criticar a su hermana, sosteniendo que fue manipulada por su madre. De hecho, todo en este caso han sido siempre brumas: si bien un psicólogo puso en duda la versión de la niña y la investigación judicial sobre Allen nunca llegó a presentar ningún cargo, el juez encargado del caso dio la custodia de los hijos a Farrow asegurando que, a tenor de las pruebas, no se podía excluir el abuso.

El último lance hasta la fecha tuvo lugar hace unas semanas, cuando Dylan Farrow reiteró en una entrevista televisiva que su padre había abusado de ella en su infancia. Allen, por su parte, le respondió desde una revista  asegurando que la joven estaba utilizando “cínicamente” la situación actual para repetir una “acusación desacreditada”. “Nunca abusé sexualmente de mi hija, como ya concluyeron todas las investigaciones que se realizaron hace 25 años”, afirmaba Allen, quien cree que Dylan y su madre están aprovechando el movimiento Time’s up para “refrescar” la acusación. “Aunque eso no lo hace más cierto hoy de lo que lo era en el pasado”, concluye Allen en la entrevista.

En cuanto al conflicto con Amazon, según publica la revista Variety, la demanda presentada por el director asegura que los ejecutivos de Amazon se reunieron con los representantes de Allen en diciembre de 2017, en pleno ascenso del movimiento #MeToo, para discutir las consecuencias de la polémica. Al parecer, los responsables de la compañía hablaron entonces de un posible daño de imagen para su marca y ambas partes terminaron acordando un retraso en el estreno de A Rainy Day in New York. Esa es la razón de que Woody Allen no estrenara ninguna película en 2018, rompiendo así la tradición de presentar una –cuando no dos- obras anuales.

Amazon ya se había encargado de la distribución de los dos títulos anteriores del director, Café Society y Wonder Wheel, así como de la producción de su primera serie, Crisis en seis escenas. Mientras se decide el futuro de su carrera, este reciente cruce de declaraciones y comunicados ha vuelto a poner al realizador en el centro del escenario social, lugar que venía evitando absteniéndose de manifestarse sobre las acusaciones de su hija y de su expareja. Por su parte, también en Hollywood varias estrellas han empezado a tomar posiciones públicamente a favor o en contra del veterano artista.

Bryan Singer se queda sin (posible BAFTA)

Las polémicas por supuestos abusos sexuales afectan también a otro de los artistas del momento. Bryan Singer, favorito para los Oscar, también aspiraba a un BAFTA como mejor director por Bohemian Rhapsody, pero se quedará sin opciones después de que la Academia británica que otorga estos galardones haya decidido suspender su candidatura. Los académicos han tomado esta medida ante las numerosas acusaciones de presuntas agresiones y abusos sexuales a las que se enfrenta el cineasta, entre ellas, la presunta violación a un menor de 17 años.

“A la luz de las recientes y serias alegaciones, BAFTA ha informado a Bryan Singer que su nominación por Bohemian Rhapsody ha sido suspendida a efecto inmediato”, explicaba ayer la Académica Británica de las Artes Cinematográficas y Televisivas en un comunicado, en el que añadía que “BAFTA toma nota de la negación del señor Singer a las acusaciones. La suspensión de su nominación permanecerá vigente hasta que se resuelva en juicio las acusaciones”. Por su parte, la productora del filme, 20th Century Fox, ha respondido con una breve declaración en la que apoyan “totalmente la decisión de BAFTA”.

Esta decisión británica llega después de que los GLAAD Media Awards, premios que reconocen a los miembros del mundo del espectáculo que han apoyado los derechos de la comunidad LGBT, también decidieran retirar la candidatura de Bohemian Rhapsody ante las escabrosas acusaciones que ha recibido el director.

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