viernes, 29marzo, 2024
10.9 C
Seville

Wikileaks y los perros guardianes

Nadie como Wikileaks ha desempeñado en la era digital la función de vigilancia contra los abusos de poder

- Publicidad -

análisis

- Publicidad -

El término watchdog significa, en el ámbito periodístico, utilizar las herramientas propias del periodismo para vigilar al poder. La idea es apuntar directamente con el foco a los asuntos turbios que se puedan dar en esa superestructura que llamamos sistema.

En la era digital el summum del periodismo de vigilancia ha sido realizado por Wikileaks. Gracias a esta organización mediática se pudieron conocer documentos secretos del Gobierno de los EEUU de los que se pudo extraer como piensan y cómo actúan el  gobierno, el ejército y los servicios de inteligencia de uno de los países más poderosos del mundo cuando se enfrentan a asuntos tan delicados como la guerra de Irak o la prisión de Guantánamo. El Gobierno de EEUU criticó duramente las filtraciones. “Ponen en riesgo a nuestros diplomáticos y a los profesionales de inteligencia”, manifestaron desde La Casa Blanca. Pero la verdad es que, a efectos prácticos, no ha salido a la luz ninguna represalia contra funcionarios de los EEUU por culpa de la información publicada en Wikileaks.

Problemas mentales

El fundador de Wikileaks, Julian Assange, vuelve a estar en la palestra debido a la sentencia de la magistrada de distrito del Tribunal de Westminster Vanessa Baraitser, en la que se rechaza la demanda de extradición presentada por EEUU, alegando el riesgo de suicidio de Assange si se le aplica la pena que solicitan desde la otra orilla del Atlántico. Pero en la sentencia de 132 folios no aparece ninguna referencia a la libertad de prensa como posible argumento que ampare a Assange por los hechos que se le imputan.

Efectos impredecibles

El efecto que tienen en la opinión pública las informaciones que destapan delitos y abusos de poder es más o menos cuestionable. Y es que los hechos pueden llevarnos a pensar de un modo y de otro totalmente contrario. Los escándalos publicados en la prensa pueden hacer caer a gobiernos, como sucedió con el entramado del caso Filesa al que el diario El Mundo dedicó en 1991 una portada que puso a temblar a la estructura del Partido Socialista y desencadenó una investigación que acabaría sumiendo al PSOE en una crisis y en una posterior derrota electoral. Pero también tenemos ejemplos en los que la información no parece importar demasiado a los votantes. Poniendo la vista en el rival directo del PSOE nos encontramos con la trama Gürtel, que fue destapada públicamente por el diario español El País y a cuyos investigadores les fue concedido el Premio Ortega y Gasset de Periodismo en 2010. En este caso, sin embargo, el impacto no fue el suficiente para evitar que el Partido Popular ganara las elecciones un año después.

Miedo a la prensa

Resulta difícil medir qué tanto afectan las informaciones reveladas y que impacto tienen los medios de comunicación en la población. Pero una cosa está clara: los gobiernos, partidos políticos, grandes empresas y cualquier otra institución que ostente un poder considerable siempre han tenido miedo a la prensa. Un ejemplo de ello fueron los fondos destinados por el ejército de los EEUU para que toda una serie de analistas militares aparecieran en las televisiones para transmitir el mensaje de que Irak tenía armas de destrucción masiva. El objetivo era legitimar delante de la opinión pública la intervención militar. Con el tiempo se supo que esas armas no existían, pero los militares habían hecho bien su trabajo  dejando, en el inicio de la contienda, a una gran parte de la población tranquila y cómoda ante una guerra atroz e injusta.

Las redes sociales

Las redes sociales, que parecían al principio el canal ideal para informar de manera ágil y limpia de los abusos de poder, se han acabado convirtiendo en el instrumento preciso para la propaganda de aquellos que precisamente cometen más abusos. La mentira corre mucho más rápido que la verdad, es más fácil de crear y tiene un mayor impacto. Esto explica cómo las campañas de propaganda en las redes pueden encumbrar a formaciones como Vox. Los populismos se caracterizan por ofrecer respuestas fáciles a problemas complicados;  y si por algo destaca internet es por la velocidad y la superficialidad. Con lo cual, queda poco espacio para el análisis y la investigación.

Watchdog

En el caso de Wikileaks parece que el impacto de sus publicaciones no está siendo tan importante como parecía en un principio. Parece que ese Watchdog que representa al periodismo de denuncia e investigación ya no asusta tanto. No porque se haya domesticado, sino porque toda una jauría de perros adiestrados ladran a todas horas fakes y desinformación, solapando los ladridos del perro guardián que señala a los políticos delincuentes protegiéndonos de sus abusos.

- Publicidad -
- Publicidad -

Relacionadas

- Publicidad -
- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre

- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -

últimos artículos

- Publicidad -
- Publicidad -

lo + leído

- Publicidad -

lo + leído