WikiLeaks, a través del diario Público en España, ha desvelado el entramado financiero gracias al cual, el partido de extrema derecha, Vox pudo aterrizar con fuerza en las instituciones españolas. En el principio de todo estuvo el Congreso Mundial de Familias de 2012, organizado en España por Hazte Oír. Ahí, preludio de Vox, ya apoyaron con importantes aportaciones Esther Koplowitz (FCC), el fallecido Isidoro Álvarez (El Corte Inglés) o Juan Miguel Villar-Mir (OHL).
En una publicación conjunta por medios de España (Público), Italia (Il Fatto Quotidiano), Alemania (Taz), y México (Contralínea), miles de documentos internos y confidenciales generados por las organizaciones españolas de ultraderecha, Hazte Oír y CitizenGo entre 2001 y 2017 han destapado un auténtico escándalo para la clase política y económica en nuestro país.
Consejo Nacional de la Resistencia en Irán
Otra de las forma con las que se financió los primeros años de Vox, fue a través del Consejo Nacional de la Resistencia en Irán (CNRI). Un grupo de origen marxista e islamista, aliado del régimen de Sadam Husein, que figuró hasta 2012 en la lista de organizaciones terroristas de EEUU. La historia del CNRI, nombre tras el que se esconden los Muyahidin-e-Khalq (Combatientes del Pueblo, MEK), se ensarta con la de Oriente Próximo.
La Red de Intolerancia
La plataforma de filtraciones y protección de whistleblowers (alertadores) WikiLeaks ha publicado, en un proyecto que se denomina The Intolerance Network (La Red de Intolerancia). 17.000 documentos internos de Hazte Oír y CitizenGo previos al despegue meteórico del partido de extrema derecha Vox.
Entre los documentos se encuentran campañas de propaganda y captación de fondos. También de instrucciones internas sobre la gestión de informaciones adversas, PowerPoint o cartas dirigidas a socios internacionales.
Vínculos con Steve Bannon y Donald Trump
En la base de datos, sobre la que Público lleva trabajando meses, figuran tablas de Excel con todos los donantes que financiaron el nacimiento y crecimiento de Hazte Oír. La organización ultracatólica fundada en 2001 por Ignacio Arsuaga Rato (sobrino tercero de Rodrigo Rato) y de CitizenGo, está vinculada a Steve Bannon, uno de los ideólogos de la campaña de Donald Trump y que visitó nuestro país en varias ocasiones.
CitizenGo
CitizenGo se puso en marcha por el mismo Arsuaga en 2013 como plataforma internacional de su organización.
“Hazte Oír se financia única y exclusivamente con las aportaciones y donativos de sus socios y de las personas que desean ayudarnos» […] «tiene casi 7.000 socios, más de 20.000 colaboradores y más de 400.000 simpatizantes”, reza la Guía para Comunicar en Situaciones de Crisis.
Grandes empresarios y millonarios españoles
De entre los miles de ciudadanos corrientes que aportan cuotas, destacan numerosos millonarios y altos ejecutivos. Entre ellos, hay grandes fortunas que no son socios, pero aportaron miles de euros.
El Congreso Mundial de Familias de 2012, que congrega al núcleo duro de las asociaciones ultracatólicas de todo el mundo, fue organizado en España por Hazte Oír, gracias a estas aportaciones.
De los 209 contribuyentes destacan por encima del resto: David Álvarez Díez, propietario del Grupo Eulen. También Esther Koplowitz (FCC), Isidoro Álvarez (El Corte Inglés) o Juan Miguel Villar-Mir (OHL).
El Gobierno del PP concede a Hazte Oír beneficios fiscales
Hazte Oír cierre el año 2013 con un presupuesto de casi dos millones de euros gracias a estas donaciones. El ministro del Interior de Rajoy, Jorge Fernández Díaz, firmó ese año la resolución que dotaba al lobby ultraconservador, con su plataforma internacional CitizenGo, de los beneficios fiscales de una “asociación de utilidad pública”. Gracias a esta dádiva, las donaciones crecieron hasta sumar en total más de 17 millones de euros.
Impulso internacional de la extrema derecha
Estas aportaciones a las finanzas de CitizenGo lograron convertirla en un motor internacional. Lo que ayudo junto con Bannon a impulsar los partidos y organizaciones de extrema derecha. Pero no solo es Europa, también su rápida extensión y consolidación en cincuenta países del mundo.
En España empujó el despegue de Vox tras sus fracasos electorales iniciales, mostrando un apoyo económico esencial, junto a las donaciones del Consejo Nacional de la Resistencia en Irán (CNRI) y también de militancia sin el que el partido de Abascal seguiría siendo residual.
Sin embargo, las relaciones entre Arsuaga y Abascal empezarían a complicarse en 2019 por los acuerdos alcanzados por el partido de extrema derecha con PP y Ciudadanos. En agosto de 2019, Hazte Oír anunció su ruptura con Vox.
Y con ello, dejó a la extrema derecha suelta. Mientras los ultracatólicos y antiabortistas paseaban un ridículo autobús por las calles de las principales ciudades españolas.
Noticia nueva. Igual que antes lo hicieron con C’s. Una inversión de futuro por si el PP dejaba de interesarles en algún momento. Y una bala en la recámara por si hace falta en el futuro algo más que unos votos. ¿Quiénes financiaron y apoyaron a los partidos fascistas allá por los años 1920-30?
Ese Vilches me cae bien. Pero aquí sólo se está considerando las aportaciones económicas; ahora, si comenzamos a pensar en el momento que aquel retrasado de Montoro se le ocurrió transparentar las cuentas de sus correlixionarios que dejaban los gobiernos, ya podéis incluir a los que no aportan cuartos, pero si ingresan, como Aznar y todos esos malos que adecuaron los mercados para todos estos. No sé si me expliqué o explicuve.
¿Cómo no les va a molestar Podemos? Si representa lo contrario a esta jauría de depredadores de los humanos. Al final tendré razón en señalarlos como reptiles, y no de los de «V» sino de los que nos matan.