¿Qué pensarían los apasionados de la literatura española si les dijesen que se había hallado una novela inédita de Federico García Lorca o un libro de poemas del mismísimo Miguel de Cervantes? La cara de asombro no tendría límites. Eso es lo que ha ocurrido en Estados Unidos cuando el pasado mes de febrero, un apasionado de la ‘arqueología’ literaria halló el descubrimiento del siglo para los amantes de la literatura anglosajona en particular y también universal.

El joven estudiante de doctorado de la Universidad de Houston Zachary Turpin es a la literatura estadounidense lo que el británico Howard Carter a la egiptología después de descubrir la tumba de Tutankamón en 1922. Turpin no puede ocultar su orgullo después de anunciar que había encontrado una novela perdida del mítico autor del libro de poemas Hojas de hierba.

Walt Whitman (1819-1892) vuelve al primer plano de la actualidad informativa mundial en pleno 2017 con una primicia planetaria: Vida y aventuras de Jack Engle, una novela de iniciación pero no de juventud (Whitman tenía ya 32 años cuando la escribió) que augura al gran poeta que sería poco después cuando ya estaba al mismo tiempo manos a la obra con Hojas de hierba, el poemario épico que marcó un antes y un después en la literatura estadounidense, la que probablemente sea la ansiada y perseguida Gran Novela Americana, pese a ser un libro épico en verso sin límites ni fronteras.

Esta novela de corte autobiográfico escrita en 1852 y publicada por entregas en el semanario neoyorquino Sunday Dispatch desapareció para siempre hasta el pasado mes de febrero de 2017 cuando la descubrió Turpin, un apasionado de las rarezas literarias. Tiró y tiró de la madeja hasta llegar a la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. Fue entonces cuando el joven doctorando pudo cantar eureka.

Manuel Vilas: “¿Cómo no adorar a un hombre que se adoraba a sí mismo?”

La editorial coruñesa Ediciones del Viento, bajo el mando de Eduardo Riestra, ha realizado un esfuerzo titánico para publicar en español esta joya apenas un mes después de ser colocada en los anaqueles de Estados Unidos. Sin duda hará las delicias de bibliófilos y amantes de la literatura en general, porque no es una novela juvenil sin pretensiones. Aquí ya se puede apreciar en prosa al poeta que poco después se consagraría para siempre con Hojas de hierba. Whitman necesitaba dinero para salir adelante en la difícil sociedad neoyorquina de mediados del siglo XIX y esta novela por entregas le supuso un alivio. Tenía el poeta 32 años y ya había emprendido también al mismo tiempo la tarea de sus primeros poemas para Hojas de hierba.

El universitario Zachary Turpin, descubridor de la novela perdida de Whitman.

Como en este poemario, en la novela rescatada el optimismo, la vida como oportunidad de experiencias, la llamada a la defensa del espíritu americano emprendedor también están presentes en muchos pasajes de la novela, con personajes que dejan entrever episodios autobiográficos de Whitman.

Whitman ya había publicado una década antes otra novela con muy desigual respaldo popular: Franklin Evans. Esto le sirvió para que en el citado semanario confiaran en su pluma para publicar otra novela por entregas. Sería Jack Engle.

La edición española de Life and Adventures of Jack Engle ha contado con un prólogo del escritor Manuel Vilas y la traducción de Miguel Temprano García. Desde Ediciones del Viento se apunta que Jack Engle está dedicada “al lector de prensa de Nueva York de mediados del siglo xix, con un fuerte carácter dickensiano, pero en la que ya afloran, sobre todo en los últimos capítulos, los grandes temas del autor de Hojas de Hierba”.

Whitman dirige su mirada narrativa no únicamente hacia una trama repleta de intriga, malas artes y al mismo tiempo buenos sentimientos representados en la historia de un malvado abogado y una huérfana en peligro. El gran poeta estadounidense también nos hace viajar con él “por las calles, las casas, las oficinas, los ríos y los camposantos de una ciudad todavía en formación, que terminaría en convertirse en la urbe más icónica del mundo”.

En el prólogo, titulado ‘Jack Engle regresa a la vida’, Manuel Vilas se pregunta: “¿Cómo no adorar a un hombre que se adoraba a sí mismo?”. Asegura que el poeta americano “fundó América y fundó el entusiasmo y la alegría”. Y concluye dándole una hermosa bienvenida: “Bienvenido a la lengua de Cervantes, querido Jack”.

Pues eso, Cervantes le da la bienvenida a un nuevo Walt Whitman. A disfrutar.

Segundo de nueve hermanos, Whitman procedía de una familia de cuáqueros que se asentó pronto en el barrio neoyorquino de Brooklyn. Allí empezó a trabajar en un bufete de abogados y después en talleres de distintos periódicos mientras colaba alguna que otra colaboración. Ya en la isla de Manhattan, con 16 años se dedicó brevemente a la enseñanza para pasar poco después a fundar un periódico, The Long Islander, que acabaría vendiendo poco después. Dos años antes de que viera la luz por entregas esta novela, Whitman comenzó en 1850 a escribir Hojas de hierba, que sería publicado por primera vez en 1855 y revisado y reeditado una y ora vez hasta su muerte en 1892. Desde entonces ya nunca nada fue igual para la literatura estadounidense ni universal.

 

Vida y aventuras de Jack Engle

Walt Whitman
Ediciones del Viento
160 páginas
17€

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