De “paguita” a reconocer que “no está en contra”. Este copernicano viraje en apenas unos días del partido ultraderechista Vox a la aprobación del ingreso mínimo vital, la medida estrella del Gobierno de coalición de Pedro Sánchez, llama poderosamente la atención a propios y extraños. Tampoco en el Partido Popular han mostrado una visible oposición a la medida, adelantada su aprobación en el Consejo de Ministros de este viernes ante la emergencia social de numerosas familias por la crisis económica generada por la pandemia de la covid-19. El pasado reciente del líder del partido ultraderechista, Santiago Abascal, y su relación con la Administración pública durante el mandato de la ex presidenta de Madrid Esperanza Aguirre tienen mucho que ver en este enmudecimiento del partido ultraderechista precisamente cuando el estado general de crispación política no para de crecer avivado por dirigentes políticos de uno u otro signo.

El sueldo de 80.000 euros de dinero público, dietas aparte, que cobró en 2013 el líder de Vox como único empleado de la Fundación para el Mecenazgo y el Patrimonio Social, entidad a la que la ex presidenta de la Comunidad de Madrid le asignó en el año 2013 un presupuesto público de 252.818 euros, precisamente un año en que no registró ninguna actividad, es la verdadera espada de Damocles con la que estos días debe bregar el partido ultraderechista.

Llama poderosamente la atención que un partido como Vox, acostumbrado a restregar a los partidos que llama “sociocomunistas” que conforman el ejecutivo de Sánchez la política de subvenciones públicas para proteger socialmente a las capas sociales más desfavorecidas, no haya vuelto a enarbolar estos días su estilete de los “chiringuitos” con dinero público para captar el “voto cautivo”, una estrategia que durante décadas siempre ha llevado en su ADN el partido que supuestamente se encuentra a su inmediata izquierda ideológica, el Partido Popular

Los contados análisis realizados estos días por algunos dirigentes de Vox han pasado de tapadillo sobre el asunto

Ni uno ni otro han hecho estos días mucho ruido mediático sobre la medida estrella de la legislatura para el Gobierno. Y no es casual, saben que no es su guerra ni su caladero de votos. Por eso, los contados análisis al respecto realizados estos días por algunos dirigentes de Vox han pasado de tapadillo sobre el asunto.

El pasado de Abascal y “depender del Estado”

La portavoz parlamentaria Macarena Olona aseguraba ante las cámaras de TVE que “los españoles no quieren tener que depender del Estado, quieren un trabajo digno y eso es lo que apoyamos desde Vox”, una reflexión que colisiona directamente por ejemplo con el pasado profesional de su líder en la Administración pública antes de llegar a ocupar un escaño de diputado en el Congreso.

También el portavoz del Comité de Acción Política de Vox, Jorge Buxadé, ha experimentado una llamativa desescalada en sus declaraciones sobre el ingreso mínimo vital del Gobierno en apenas un mes. De hablar de “una solución venezolana” para que los trabajadores “se conviertan en parados”, o calificar de “una limosna vitalicia” o “una cartilla de racionamiento” la iniciativa, pasando por considerarlo “un producto defectuoso” o “paguita clientelar y para menas”, el dirigente de Vox ha asegurado este mismo lunes pasado que “no está en contra” de esta ayuda social, pero que deberíahaber sido “la última” a tomar con el objetivo de minimizar los daños económicos de la pandemia mundial.

1 COMENTARIO

  1. Estos de Vox y PP
    Son Voxmitivos . Escoria humana Herederos del Golpista Bahamonte.
    Solo les importa el poder , para continuar expoliando el Pais , Sobres +Sobres
    que ellos pretenden y presumen de Defender.

    «AbasPaguita» te se ve el fondo , No engañas Ya.. Vividor monta caballos

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre