Preocupante noticia del diario El Nacional.Cat :
«Ni encapuchados, ni Actuando de madrugada, todo el contrario: cara descubierta, a plena luz del día, grabado en vídeo y enterrada a las redes sociales. Vox no se esconde de retirar letreros electorales de Partidos independentistas» .
Para entender la gravedad de estos hechos, debemos saber ¿Qué es la persecución política?
La represión política o persecución política es la acción de contener, detener, castigar y perseguir actuaciones políticas o sociales desde el poder político hacia un individuo o grupo.
La represión política niega e impide el ejercicio de los derechos civiles y de libertad política: expresión, reunión, manifestación, asociación, sindicación que suelen considerarse propias de los sistemas democráticos.
Represión política y violencia :
La represión política suele ir acompañada por violencia, que puede ser considerada legal internamente, a la vista del ordenamiento jurídico existente, como ilegal e informal. El ejercicio de la violencia sobre los disidentes políticos pretende ejemplificar el castigo para conseguir el temor en el resto de la sociedad, con el objeto de que se reprima a sí misma en el ejercicio de la libertad, que queda así anulada para todos, excepto para quienes ejercen el poder y para aquellos en cuyo beneficio se realiza la represión.
Represión política e intolerancia :
La represión política es en ocasiones sinónimo de discriminación e intolerancia política, ideológica, religiosa y social. Esta intolerancia se manifiesta mediante políticas discriminatorias, violación de los derechos humanos, brutalidad policial, prisión, exterminio, exilio, extorsión, depuración, terrorismo, asesinato extrajudicial, ejecución sumaria, tortura, desaparición forzada y otros castigos contra activistas políticos, disidentes y población en general.
Represión política y terrorismo de Estado:
Cuando la represión política es sancionada y organizada por el estado, se puede llegar a situaciones de terrorismo de Estado, genocidio y crimen contra la humanidad. La represión política sistemática y violenta es una característica típica de las dictaduras, totalitarismos y regímenes similares. En estos regímenes, los actos de represión política pueden ser llevada a cabo por la policía y la policía secreta, el ejército, los grupos paramilitares y los escuadrones de la muerte. En ocasiones regímenes considerados democráticos ejercen represión política y terrorismo de Estado hacia otros estados como parte de su política de seguridad.
En anteriores artículos venimos advirtiendo de determinados comportamientos que suelen ser inusuales en países que gozan de una democracia plena.
Este tipo de persecución política suele terminar en violencia a futuro. Llega un momento en que los partidos o partidarios agredidos pueden reaccionar ante la permisividad del gobierno que actúa como un simple observador, en el fondo este tipo de gobiernos suelen esperar justamente el enfrentamiento y recién actuar.
Una vez actúan la responsabilidad suele caer justamente en los partidos o partidarios que sufren la persecución política.
Ellos piensan: Si el estado con sus brazos, falangistas, togados, enmascarados, uniformados o no lo pueden hacer por que nosotros no?