Hace ya unos cuantos años que vengo manejando una taxonomía propia, respecto a los públicos en política que no tienen decidido su voto en las variopintas elecciones democráticas que se producen en el mundo. En esta clasificación de públicos, no me quedo sólo en la categoría usual de indecisos. Hablo, además de públicos favorables a cada candidat@, partido, etc., de públicos flotantes (con segmentos específicos en este último caso) entre diferentes opciones.

En las primarias actuales y en plena efervescencia para elegir a quien ocupe la secretaría general del PSOE, parece que va a haber una participación de la militancia extraordinariamente alta. Se habla de sólo alrededor de un 20% de afiliad@s socialistas sin decidir aún a quién votar o incluso si votar, es decir que, a una semana de las elecciones, el 80% de dicho público implicado en la vida del PSOE sabe perfectamente quien quiere que gane de las tres opciones posibles.

La proyección de los avales cuantificados para cada candidat@, refinada desde el análisis de las circunstancias (a cara descubierta) en que se han producido dichos refrendos, sugiere -como ya tengo escrito en este mismo diario- que Pedro Sánchez es el mejor colocado para ganar las primarias. De manera tal que, a las puertas del debate televisado entre las tres opciones, para que este candidato no ganase tendría que cometer errores inimaginables de facto y/o que el 20% -o poco menos- de esa militancia aún no decidida, vaya finalmente a votar y lo haga al completo por la segunda opción mejor colocada, la de Susana Díaz. Muy difícil.

Pues bien, acudiendo a mi mentada clasificación de públicos, en el caso de individuos con voto sin decidir, que denomino en general público flotante, debo aclarar que éste está integrado en las primarias socialistas actuales por militantes situados (debido a su ideología matizada y a otras circunstancias) a la izquierda y/o a la derecha inmediatas de cada una de las tres citadas opciones socialistas en primarias.

De modo que, en la práctica, parece razonable entender que Susana Díaz tiene sobre todo públicos flotantes con Patxi López, éste con Díaz pero también con Pedro Sánchez, y este último sobre todo con López mucho más que con Díaz. Démonos cuenta de que el modelo de partido, con todas sus consecuencias, así como el tipo de política (en sentido amplio) a llevar a cabo en el gobierno y en la oposición, ofrecen de manera esencial una resultante diferente entre Díaz y Sánchez. Con ello quiero decir que, ni a la optante andaluza le interesa hacer mucho esfuerzo por captar votos flotantes entre López y Sánchez, ni a éste le interesa tampoco gastar energías en lograr militantes flotantes entre López y Díaz. La rentabilidad, en ambos casos, sería muy reducida. Y sin olvidar que tanto Susana Díaz como Pedro Sánchez tienen un nutrido público favorable (parece que más, Pedro Sánchez) con poca probabilidad de cambiar el signo de su voto.

Así las cosas, veamos cuál es el panorama en estos momentos en las primaria del PSOE, desde las tres grandes categorías existentes de tal público flotante:

1)Flotantes indecisos informados, y no necesariamente muy desilusionados, que dudan a qué candidat@ votar, e incluso, ya en menor medida, si votar o abstenerse. En este caso, entiendo que Pedro Sánchez, tras el ofrecimiento de integración a Patxi López e incluso haciendo suyos doce puntos programáticos del líder vasco, tomará la mayoría de votos flotantes indecisos informados y no desilusionados, ubicados entre el madrileño y el vasco. Mientras que este último sí puede captar no tantos votos como Susana Díaz, pero no pocos, de la bolsa de militantes de esta categoría ubicados entre ambos optantes, vasco y andaluza.

2)Flotantes indecisos desilusionados y en general informados, los cuales, debido a variadas circunstancias, pueden llegar a abstenerse o bien decidirse por uno u otr@ candidat@. Análogas consideraciones al caso anterior, si bien en este segmento sí hay una probabilidad mayor de abstención.

3)Flotantes desinformados y, en general, desinteresados, cuya tendencia es, usualmente, no votar, si bien pueden terminar por acudir a las urnas en no pocos casos. En las circunstancias actuales de las citadas primarias, parece claro que el número de integrantes de este segmento de públicos es irrelevante.

En resumen, si con el 80% de votos decidido, la ventaja de Sánchez parece clara, ésta no creo que -en el peor de los casos- vaya a aminorarse con el incremento de participación. Es más, incluso podría perfectamente incrementarse. Con todo lo cual, Pedro Sánchez (a la espera del inminente debate televisado que lo que sobre todo hará es reforzar al público de cada candidat@ e incrementar la participación al aminorar el público flotante), mantiene su posición de probable ganador de las primarias.

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Profesor Honorífico de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), donde actualmente imparte Nuevas Tendencias en Comunicación Política y Electoral. En UCM ha ejercido más de cuarenta años de docencia, sobrepasando el cuarto de siglo como Catedrático. Está especializado en Comunicación Institucional y Política, e Imagen Pública. Y asimismo en Métodos y Técnicas de Investigación Social. Postgrado en Sociología por la Universidad de Oslo. En la UCM: Licenciado en Ciencias de la Información (con primer premio extraordinario), y Doctor en Publicidad y Relaciones Públicas, con la máxima calificación. Pionero de la investigación política y electoral en España. Más de cuatro décadas de experiencia dirigiendo (o con cargo de alta responsabilidad), comunicación, marketing e investigación social en los sectores publico, político (sobre todo, campañas electorales), privado (entre otras responsabilidades, director de dos agencias de publicidad, con clientes internacionales) y de ONG. Más de cincuenta publicaciones científicas. Analista político, articulista/tertuliano en prensa, radio y televisión.

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