Nadie hubiera cuestionado dentro del PP, en su sano juicio, a José María Aznar o Mariano Rajoy. Al menos, no abiertamente. Sin embargo, nada tiene que ver el pasado más inmediato de los populares con la actualidad. Ahora son muchas las voces, aún discretas, que cuestionan a Pablo Casado y su equipo. El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, ya se ha mostrado partidario en una entrevista en El País, de apoyar la investidura de Pedro Sánchez. Y esto es sólo en principio. Incluso el gallego está dispuesto a un gobierno de coalición.
Es difícil de asumir para un dirigente popular razonable la imagen que dan y lo que representan figuras que han surgido en el PP gracias a Pablo Casado. Claro ejemplo es la propia portavoz del Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, o, entre otros, los diputados Adolfo Suárez (hijo).
Así las cosas, no podían estar más tensa la situación este fin de semana durante la visita de Pablo Casado a la convención del PP en el País Vasco tras mostrarse Álvarez de Toledo partidaria de anular los fueros.
Voces del País Vasco también creen que sería adecuado facilitar esa investidura a Sánchez y después desde la oposición iniciar el camino correcto hacia Moncloa.
Casado cree haber acabado con las rencillas en el País Vasco. Se verá.