Soy José Villarejo, en defensa del honor de mi familia y del mío propio, quiero ejercer por primera vez desde que estoy preso el derecho de rectificación para que todos puedan oir también mi versión.

Me mantienen preso para impedir que pueda hablar y me defienda de tanto bulo y de tanta mentira. Esa es la verdadera razón y la única.

Afirmo que es rotundamente falso que yo mandara a nadie a ver a ningún fiscal. Fue desde Fiscalía que pidieron hablar con mi abogado, y ante su negativa se lo pidieron al de mi esposa. Mi abogado se negó porque ponía como condición que estuviera presente el Juez Egea, el que han echado porque quería ponerme en libertad.

Me enteré de la reunión con los fiscales cuando el abogado de mi mujer vino a contármelo, una vez que ya se había visto con estos fiscales. Tal y como lo han filtrado no tengo duda de que fue una trampa para así justificar que es legal una instrucción inquisitorial de toda mi vida, porque soy para ellos un chantajista peligroso. Ante esa campaña tan brutal contra mí, poco puedo yo hacer. Hasta el Presidente del Gobierno ya me ha condenado. Ya no tengo solución. Mejor que me mandaran a Guantánamo.

Al menos, déjenme contarles lo que a mí me han pedido esos fiscales. Me dijeron que si quería estar libre tendría que colaborar totalmente, y contarles a ellos todo sobre las personas de nivel con las que tuve relación. Y esto, por supuesto, incluía todo lo que conociera de cuentas y sociedades del otro rey, emérito. No tenían ningún interés en conocer detalles sobre comidas y reuniones con otros jueces y fiscales. Tampoco les interesaban mis actuaciones como encubierto ni mis informaciones sobre redes terroristas, narcotráfico, etc. Claro, ahora pensarán que les estoy mintiendo. «¿Qué va a decir Villarejo?». Pero se puede comprobar muy fácilmente: sólo oigan mis declaraciones en la Audiencia Nacional. Declaraciones que han desaparecido. Que ni si quiera se las dan a mi abogado para que pueda defenderme.

En ellas se ve claramente cómo me interrogan para que cuente cosas contra nuestro Rey y cómo me niego en redondo. Luego, es kafkiano que me acusen de no colaborar con los fiscales, porque no les digo nada del rey, y al mismo tiempo me acusan de chantajista porque están los datos que me negué a decir en sede judicial. Si alguien quiere hacer daño a la monarquía, son los que se abrazan con los abogados de Podemos que coinciden con ellos. Conmigo que no cuenten. Allá ellos y su conciencia.

Esta fiesta de iluminatis solo busca destruir la corona a cualquier precio.

Sobre las filtraciones de otros personajes, los que me señalan a mí como responsable, están admitiendo que el CNI no sirve para nada al permitir que un jubilado en prisión pueda poner en jaque al Estado y que nadie pueda impedírselo. ¿Quién se cree eso?

Félix (Félix Sanz Roldan, director del CNI) sabe y tiene controlado quién está filtrando y sólo le colaron la charla de la princesa Corinna, porque se confió con los de los abrazos pensando que los tenía controlados. Él deja que filtren porque se alegra del daño que me hacen apareciendo yo como un chantajista al que todos temen, pero aunque Félix quiera destruirme y sea mi mayor enemigo, y que por él yo esté en la cárcel, por encima de todo creo que es un patriota y asume que todo se le ha descontrolado dañando a quien debía haber protegido el primero. Por eso espero que en algún momento pondrá orden a este despropósito, ya que sólo beneficia a los populistas, a los independentistas, es decir, a los que sólo quieren buscar y hacer daño a España.

También estoy viendo atónito cómo una vez más el PP se va a dejar montar una segunda Gürtel con el tema Kitchen. No se dan cuenta que desde junio quien controla y maneja para el PSOE mi sumario es Marlaska. Y es un auténtico trilero manipulando causas, recuerden el Faisán.

Respecto a mi seguridad debo decir que, hasta hace poco el trato que tuve fue normal y correcto como a los otros presos. Nunca me había sentido amenazado hasta ahora. Por eso al cambiar mis condiciones en prisión informé al subdirector y a mi abogado y estoy preparado para lo peor. Creo que la sociedad española es ingrata con los funcionarios de prisiones: sueldos bajos frente a un trabajo duro, peligroso y estresante. Por eso me repugnan los miserables cobardes que quieren utilizar a unos pocos de esos funcionarios para hacer el trabajo sucio al que ellos no se atreven.

Solamente pido a todos los que hablan sin conocerme que oigan mis declaraciones ante la Audiencia Nacional y verán quién dice la verdad y quién miente en esta historia. Rousseau dijo que era una suerte de locura tratar de mantenerse cuerdo cuando todos han enloquecido. Menuda locura.

Feliz Navidad que tengan todos.»

Puede escuchar el audio aquí:

Este audio ha sido grabado por Gema Alcalá, mujer de Villarejo, el pasado 23 de diciembre. Es una declaración telefónica que hace el preso en Estremera.

 

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