Vigías en un mundo delirante, a la deriva

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Cuesta mantener la calma. Las noticias entran a miles y es preciso saber cotejar para descubrir las que más se aproximan a la realidad.

El mundo está loco, obsoleto, necesita un revulsivo: espabilar, renovarse, modificar usos y costumbres, o mejor, desestimar la mayoría  e iniciar una nueva Era en la que el centro de la Vida sea el ser humano.

Una nueva forma de vivir, de comportarse. Imprescindible modificar estructuras, desechar costumbres y vicios, so pena de perecer-desaparecer de la faz de la tierra en pocos años. Diga lo que diga Trump estamos viviendo un Ciclo letal del cual debemos salir. La mano del hombre está envenenando la Naturaleza. El Medio ambiente está enfermo, escasea el Agua. El Aire que respiramos es insano. Han maltratado los cultivos, aquellos que han alimentado millones de seres humanos. Los transgénicos han dejado en la inopia a millones de campesinos que deben comprar año tras año las semillas de lo que era suyo.

Muchos ríos han desaparecido mientras que, otros, amplían caudales inadecuados para alimentar lo que interesa a determinados «señores». Sube el mar. Nuestros árboles se mueren por culpa del subsuelo contaminado. También peces y aves, flora y fauna.

Otros agravantes los perpetramos nosotros, con nuestras formas de vida.  El trabajo se antepone a la familia que debe caminar sola, hijos sin tutelaje, mayores abandonados en Residencias y, ¿qué ocurre?

Los jóvenes, ávidos de sensaciones especiales, se lanzan a la vida disipada. Noticias de los últimos días: una niña de 11 años embarazada por su hermano de 14. Las Loterías se llevan el dinero de grandes y chicos sea comprando por TV, por teléfono, o en taquilla. Cada día se descubren más ludópatas, grandes y chicos que quieren resolver su vida porqué: “hoy sí me tocará”.  Tragaperras. No creo existan muchas familia que no tenga más de un «jugador» en la casa. Averigüen…Tal vez les falta algún reloj, una pulsera, quizá un anillo o recuerdo familiar que ha desaparecido y, Nadie lo ha tocado”.

Series esperpénticas, tal vez inadecuadas para su edad en la TV mientras están solos, o, porqué cuando los padres llegan están cansados y siguen ante la máquina tonta comiendo cualquier “comida basura”,  bebiendo Coca Cola, lo más ligero.  Se acuestan tarde, por la mañana no desayunan, se van al cole o Universidad estómago vacío que solventaran con un “bocata” en cualquier tugurio, bebida incluida. Obesidad en aumento.

El Tabaco los “bebibles de alcohol”.  Jóvenes que en una tarde pueden tomarse un montón de cervezas, sumado a vino en la mesa, Whisky  mientras dure la botella. Tal vez un coñac…

Mal comidos, mal dormidos, ¿pueden rendir en sus estudios sea cual fuere el grado? ¡NO! Capítulo aparte son las maquinitas que de día y de noche, en la mesa, en la cama, en la calle, en el tren, acompañan a la mayoría de personas de todas edades y condiciones. Solo difiere la marca del celular.

Años atrás hablábamos y ansiábamos conseguir la Sociedad del bienestar, que justamente no es la que triunfa. No hemos sabido acompañarla. Nos hemos dejado llevar por las voces que instaban a….comprar, vestir, viajar, a cambiar de coche, endeudarse hasta el cogote a las órdenes de los bancos, los grandes depredadores.

Horroriza comprobar que, en este SXXI, casi nadie es capaz de mantener una conversación, una sana discusión respecto a no importa el tema. Saben sí todos los chismorreos del orbe. Una gran mayoría desconoce los valores que  aprendimos de pequeños y, hemos intentado inculcar.  La constancia es una virtud que desconocen. No la quieren practicar, es aburrida.

Son muchos los que Nadie les ha enseñado. Las familias tienen exceso de trabajo acumulado, imprescindible. Será el que les permita pagar deudas. Tienen que hacer frente, además, a lo que supone el día a día: la casa, la comida, los viajes, deportes, la ropa, para no diferir de los amigos o vecinos que mejor visten, las cremas y perfumes que anuncian por TV que justamente “están a precios inalcanzables pero ahora pueden adquirirlos en tanto que ofertas»”. Es decir las gangas de las Rebajas. Odio las «marcas», me repelen quienes incitan a comprarlas.

Nuestros anhelos deben radicar en conseguir el bienestar de nuestra familia, sin olvidar a amigos y allegados todos. Disponer del trabajo que permita sostenernos. Un espacio donde vivir. Escuelas y Universidades al alcance de todos. Centros de Salud y Hospitales con los mejores facultativos salidos de nuestras Facultades. Sueldos dignos que permitan satisfacer nuestras necesidades culturales. Esta es mi Sociedad del Bienestar.

 

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