El partido comenzó con un planteamiento de Cherchésov completamente diferente al que hizo contra España: adelantó líneas y salió a presionar a Croacia. Esto desconcertó un poco al conjunto balcánico, ya que no se esperaban una presión tan alta.
Mientras los croatas llevaban la manija del encuentro, Rusia iba haciendo su partido, bien seguros en defensa y enviando balones largos a Dzyuba para aprovechar las segundas jugadas. Y esto surgió efecto en el minuto 31.
El 1-0 llegó cuando los rusos menos lo merecían.
El actual jugador del Villarreal, Cherysev, abrió la lata cuando menos lo merecían. Es lo que tiene tener un delantero tanque como Dzyuba y un jugador con talento como Cherysev, el cual hizo un golazo y envió un zurdazo a la escuadra tras una buena pared con el gigantón del Zenit de San Petesburgo.
En el primer y único desajuste defensivo de los rusos, ocho minutos después, Croacia aprovechó para poner el empate en el marcador (1-1). Una contra de manual que supo finalizar a la perfección Kramarić enviando de cabeza un gran pase de Mandzukić. Con empate a uno se llegó al descanso.
Tras la reanudación del mismo, el encuentro parecía que llevaría el guion y el esquema que llevó la primera parte, Croacia con balón y Rusia montando contras. Los croatas tuvieron varios acercamientos, pero se toparon con un buen Akinfeev.
La ocasión más clara de la segunda mitad fue de la mano de Perisic, que envió al palo un balón que posteriormente se paseó por la línea de gol, pero no tuvo final feliz. Fue su última intervención en el partido ya que minutos más tarde fue sustituido por Brozovic, mediocentro de contención que liberó a Rakitic de labores defensivas y así tener más contacto con el área rival.
Tras este cambio, Croacia perdió el balón y Rusia empezó a generar bastante peligro, pero sin lograr poner el segundo en el electrónico. El partido acabó con empate y al igual que en octavos, Rusia y Croacia jugarían de nuevo una prórroga.
Una prórroga de infarto.
La primera mitad de la prórroga estuvo marcada por las lesiones y los problemas físicos de los croatas y por el gol de Vida tras un córner que botó Modric en el 101’ (1-2). La buena noticia es que Luka Modric empezó a jugar y a sentirse importante en el momento que más lo necesitaba su equipo.
Cuando parecía que el héroe de la segunda mitad iba a ser Subasic, que hizo cuatro intervenciones de gran dificultad, otro protagonista apareció, pero del bando ruso. Mario Fernándes en el 115’ remató de cabeza un gran centro de Dzagoev poniendo el empate en el electrónico (1-1).
Treinta minutos de prórroga frenéticos donde ambos conjuntos anotaron un gol, pero finalizó con empate. Los penaltis decidirían quien sería el rival de Inglaterra en las semifinales.
El punto de penalti decidió de nuevo
Los fallos de Dzagoev y Fernandes condenaron a Rusia. Vida volvió a marcar y Rakitic hizo el quinto y definitivo gol que clasificaría a Croacia para las semifinales.
Croatas e ingleses se verán las caras el miércoles 11 a las 20:00.
