Hasta la época reciente, no nos vamos a engañar, Venezuela no solía abrir portadas en la prensa española. Ha sido desde que Podemos llegó a la política española cuando los focos se han centrado en lo que le ocurre o le deja de ocurrir al país gobernado por Nicolás Maduro.

No es necesario ser un experto en política internacional, ni siquiera en política latinoamericana, para darse cuenta de la doble vara de medir que se emplea para juzgar lo que allí acontece. Hechos que pueden tener lugar en Venezuela son juzgados de manera bien distinta cuando suceden aquí. No es que yo pretenda compararnos a aquellas tierras, pero sí me sorprende que algunos no tengan problema en condenar o denominar acontecimientos como «atentados contra los Derechos Humanos» mientras aquí se consideran «justicia».

Por ejemplo: el caso de Leopoldo López es objeto de muy diferentes interpretaciones para los políticos españoles. Y no en vano, merece que se le preste atención. Porque puede darnos claves para entender lo que tienen en la sesera algunos de nuestros dirigentes.

Leopoldo es el líder de uno de los conocidos como «partidos de la oposición al régimen de Maduro». Así le denominan los más posicionados en España dentro de una concepción liberal o de derechas. Porque entienden que Venezuela es una dictadura. Una dictadura donde se celebran elecciones y, que en caso de que la «oposición al régimen» gane en las urnas -como sucedió en los últimos comicios-, resulta no serlo. O sea: si están lo chavistas al poder, régimen; si lo están sus opositores, democracia. 

Venezuela podrá ser una cosa o la contraria dependiendo de quién se dirija a ella, y dependiendo del momento. 

Dicho esto y continuando con Leopoldo, coordinador nacional de Voluntad Popular, el asunto puesto sobre la mesa hace referencia a su encarcelación. Se encuentra en prisión, cumpliendo condena, por haber sido el instigador de una serie de revueltas populares que causaron varios muertos y daños materiales. La consideración de si Leopoldo es o no un preso político divide a la izquierda de nuestro país.

Felipe Gonzalez no tiene duda. Leopoldo López es un preso político y debe ser puesto en libertad de manera inmediata.  Alberto Garzón, por su parte, considera que esta cumpliendo condena por haber delinquido. Zapatero, sin llegar a denominarlo «preso político», en una postura intermedia, se muestra a favor de la excarcelación del líder opositor.

Ya ven, que no es baladí, el hecho de la condena de López. Ni que decir tiene que la derecha española está con Felipe González. Bueno, quizás sea más adecuado decirlo al revés: Felipe se posiciona en los postulados de la derecha española. Nada nuevo bajo el sol. Zapatero, por su parte, ni frío ni calor: no asume el discurso del «preso político» pero considera que la condena no debería tener lugar. No en vano está realizando labores de intermediación en Venezuela, que él considera una suerte de «proceso de paz preventivo». Así es lógico entender que sus posturas no sean del todo claras. Alberto Garzón, por su parte, y como es lógico, defiende la perspectiva chavista.

Juzgar cuestiones legales de otros países siempre resulta complicado. Porque para hacerlo sin errar es necesario conocer el ordenamiento jurídico del lugar y no pretender extrapolar el ideario que tenemos adquirido de nuestro supuesto estado de derecho. Sin embargo resulta curioso que para la izquierda más «radical» (dentro de la representación parlamentaria creo que Garzón representa dicho espectro), se justifiquen cuestiones que, probablemente en España serían duramente criticadas por suponer un atentado contra los Derechos Humanos. Y viceversa: la defensa de lo que aquí considera Derechos Humanos el señor González, no obtiene su mismo grado de vehemencia cuando de violaciones en España se refiere.

Como en todo, me temo que en realidad la cuestión fundamental no es si López instigó o no revueltas en las calles de Venezuela. Me inclino por pensar que lo que realmente le parece peligroso al chavismo y a quienes lo apoyan, y no les falta razón, es lo que hay detrás de Leopoldo, esto es, los grupos de poder que podrían estar finanCIAndole, utilizándole como cara visible de una estrategia que tiene como objetivo derrocar al último bastión del socialismo en latinoamérica. Una Venezuela asediada, bloqueada y doblegada, sola en mitad de la nada capitalista que, una vez muerto Chávez y Fidel, cuenta ya con pocos pilares sobre los que sustentarse.

Los golpes de estado actuales no son con ejércitos, como en los años setenta. Ahora los gobiernos caen por revueltas en las calles, por la indignación de una población, dirigida por algunos y con financiación de unas élites muy interesadas en establecer un sistema determinado. Hacen que todo parezca democrático, que todo parezca horizontal. Que todo suponga una casualidad de mareas de gente echadas a la calle, de protestas multitudinarias que se organizan por las redes sociales. Así se hacen caer los gobiernos socialistas: desde Gadafi, Mubarak, Al Assad, Zapatero, y Maduro. 

No son pocos los datos que distintos investigadores han presentado ya al respecto. Lógicamente, decir que detrás de estas manifestaciones, puede que se encuentre la derecha, no es del agrado de tantos que fueron a acampar y agitar sus manos. La masa se siente insultada y se vuelve en contra. Párense a pensar por un momento, y busque información. A día de hoy ha resultado que Mubarak no tuvo culpa alguna de reaccionar a unas revueltas de indignados,  como seguramente ocurriera con Gadafi (demasiado tarde para que él conozca tal cuestión); pregunten a una monja misionera sobre la verdad en Siria (pueden ver su conferencia en YouTube). Y así, resulta curioso que quien haya idolatrado a uno de los artífices y sombras de estas primaveras (George Soros), como ha sido Alberto Garzón, se encuentre ahora en la encrucijada de criticar lo que Leopoldo López intento hacer en Venezuela. 

La prudencia de Zapatero, además de por su condición de mediador en Venezuela, estoy segura de que viene por haber vivido en primera persona el estallido del 15M. Unas plazas repletas de indignados que desaparecieron cuando el PP llegó al gobierno con más recortes, más absolutimo y más destrozo del que la segunda legislatura de Rodríguez Zapatero pudo acarrear.

Ya ven, todo es relativo.

4 COMENTARIOS

  1. Beatriz, suscribo tu articulo en la totalidad. Conocí la Venezuela antes de Chávez y con Chávez. Nada qué ver. Antes, los «pobres» no podian entrar en la ciudad…
    Molesta a la derecha, igual que les molestó la Cuba de Fidel, de la que Chávez se impregnó. Tuve la suerte de compartir «tiempos» con ambos…
    Gracias por atreverte a escribir lo que has escrito, «somos monstruos» quienes así opinamos…Triste futuro el que, entre todos hemos permitido construir.

  2. pues si, señora talegon, en venezuela deberiamos mirarnos aunque solo sea pa darnos cuenta de que si algun partido, logicamente distinto al pppsohezciudadanos,(porque estos son el régimen) intenta que algo cambie en españistan ya saben con lo que pueden contar: mentiras y difamaciones diarias de la prensa del movimiento y de la comprada con la caja b ppera, obsturccionismo por parte de la patronal (esto ya lo vimos en la huelga del transporte con zapatiestos, y en las manifestaciones de agricultores y los curas y sus misasmitines toersantico dia en la calle (Y ESO QUe era el psoe, no te quiero decir lo que pasaria si ganara las elecciones podemos) ; lock out, desabastecimiento, etc y todo eso provocado por esos que algunos llaman empresarios pero que en realidad son especuladores y los parasitos del regimen.
    y al final golpeestao patrocinado por el pais, felipe cal natural slim panameño consorte, etc, etc.
    Han ganao los de podemos algun ayuntamiento y no hay na mas que ver las dos varas de medir el acoso y mentiras y derrribo de la prensa basura y el obstruccionismo del ministerio de hacienda, la comunidad de madrid y toer que se pueda añadir.
    porque eso que digo es exactamente lo queha provodado que venezuela haya llegado a este estado actual que es por otro lado lo que desean esos que llaman oposicion y que no son na mas que los golpistas de siempre en latinoamerica, son los pinochets y videlas de turno

  3. LA BASURA MEDIATICA ES UN MAL QUE AFECTA A TODO EL ORBIS TERRARUM, PERO MUY ESPECIALMENTE A ESPAÑISTAN DONDE LA MANIPULACION, LA MENTIRA Y LA FALSIFICACION DE PRUEBAS HA LLEGADO A LIMITES INSOSPECHABLES.
    NUNCA HUBO TANTOS MEDIOS DE COMUNICACION Y NUNCA HUBO TANDA DESINFORMACION.
    ANTES HABIA DOS BLOQUES Y ESTO HACIA QUE LA INFORMACION VINIERA DE AMBOS LADOS Y SE PUDIERA CONTRASTAR, AHORA HAY UN SOLO BLOQUE Y ADEMAS LA PROPÌEDAD DE LOS MEDIOS SON DE LOS MISMOS INTERESADOS EN LA MANIPULACION QUE LOS UTILICEN PA SUS FINES ESPUREOS,
    LOS PERIODISTAS, SALVO HONROSISIMAS EXCEPCIONES, QUE SON ESO, SOLO EXCEPCIONES; SON UNOS MERCENARIOS DE LA PLUMA O UNAS PLUMAS DE ALQUILER Y PA RECIBIR UNA INFORMACION MEDIANAMENTE VERAZ TIENES QUE SUMERGIRTE EN INTERNET Y BUCEAR POR AQUI Y POR ALLA HASTA DAR CON ALGO CREIBLE

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