El cambio climático no es nuevo, es un fenómeno cuyos efectos conoce todo el mundo muy bien. De hecho, el ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore ya se encargó de alertar por medio mundo sobre las consecuencias devastadoras de este problema. Y entre todas esas consecuencias, hay una más reciente que ha dado lugar a una nueva clase social, a la que se conoce como refugiados o desplazados climáticos. Los expertos se atreven a augurar que el cambio climático estará detrás de la próxima gran crisis de refugiados.

No son refugiados políticos, no emigran de su lugar de origen por las guerras o los conflictos bélicos, aunque es cierto que están relacionados. Se pueden definir como esa parte de la población que se ve obligada a migrar o ser evacuados de su región por cambio originados por el clima, tales como sequías, desertificación o la subida del nivel del mar, por ejemplo.

La Agencia de la ONU para los refugiados, Acnur, ya alertó de este problema hace años. De hecho, ahora calcula que para el año 2050 los efectos del cambio climático expulsarán de sus tierras a unos 250 millones de personas. Además, cree que las implicaciones del cambio climático tienen efectos sociopolíticos que derivan en conflictos que terminan forzando movimientos humanos (como se ha visto desde Darfour a Siria).

las implicaciones del cambio climático tienen efectos sociopolíticos

La cifra es realmente alta, pero si tenemos en cuenta los datos del año pasado, existe un grave problema. Cada año, las inundaciones, sequías y otros fenómenos climáticos adversos obligan a desplazarse a millones de personas, 19,2 millones solo el año pasado según Acnur en 113 países.

El principal problema de este tipo de desplazados es que la legislación internacional no ampara a los refugiados por razones medioambientales. De hecho, la definición del refugiado que recoge Acnur, de acuerdo con la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados, dice que “un refugiado es una persona que debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de su país; o que careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales acontecimientos fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de dichos temores no quiera regresar a él».

la legislación internacional no ampara a los refugiados por razones medioambientales

Entre otras cosas, Acnur recuerda que los Estados “tienen la obligación de no expulsar ni devolver a los refugiados o solicitantes de asilo a cualquier país donde puedan correr peligro, comprendido, claro está, el mismo país del cual huyen”.

Asimismo, “los Estados tampoco deben establecer discriminaciones entre grupos de refugiados. Por el contrario, deben garantizar el acceso de los refugiados a sus derechos económicos y sociales, al menos, en el mismo grado en que los extranjeros residentes en el país de asilo lo hacen”.

Ante la crisis de refugiados que vive Europa en estos momentos, la mayoría procedentes de países asolados por las guerras como Siria, ha dejado a un lado el problema de definir y amparar a este tipo de desplazados por el clima.

 

¿Quiénes son los desplazados?

Al problema del amparo legislativo hay que sumar otro: los países más pobres son más vulnerables a estas consecuencias porque están menos preparados. Estas regiones son las que menos recursos tienen y las que menos contaminan. Cuestión que no impide que sean las más afectadas por las inclemencias del tiempo.

Archipiélagos del Océano Pacífico, como el de Tuvalu o las Islas Salomón, podría llegar a desaparecer con la elevación del nivel del mar. Sus líderes se han manifestado críticos con la escasa ayuda de Nueva Zelanda y de Australia, países vecinos, que incluso se niegan a aceptar a sus nacionales como refugiados

Por otro lado, Bangladesh es el país más vulnerable al cambio climático. A la elevada pobreza se suma el hecho de que varias comunidades del suroeste del país están sufriendo la entrada de agua salada, lo que dificulta la producción alimenticia.

África, causante sólo del 14% de las emisiones de gases de efecto invernadero, es de las áreas más vulnerables del planeta. Sudán, Etiopía, Eritrea y Somalia son solo algunos de los ejemplos donde las sequías provocan grandes crisis de hambruna.

La población de Shishmaref (Alaska) ha tenido que trasladar el municipio al interior del continente ya que la erosión de sus costas y la subida del nivel del mar habían destruido muchas de las casas de este municipio.

 

Los primeros desplazados en EE UU

Ya hay un caso peculiar de desplazados dentro de EE UU, en la isla de Jean Charles, perteneciente a Luisiana. El agua ha engullido desde 1955 el 90% del territorio original de Jean Charles como consecuencia de la erosión de la costa por la intervención humana, el impacto de huracanes en el golfo de México y el aumento del nivel del mar fruto del calentamiento global. En todo Luisiana han desaparecido unos 5.000 kilómetros cuadrados (el equivalente a la superficie de las Islas Baleares) en el último siglo.

En todo Luisiana han desaparecido unos 5.000 kilómetros cuadrados

Las autoridades pronostican que la isla acabará totalmente hundida. El Gobierno federal ofreció el pasado enero por primera vez ayuda económica –48 millones de dólares a gastar hasta 2022– para trasladar a todos los residentes a un lugar cercano en tierra firme. De momento, los cerca de 50 habitantes no han decidido que van a hacer, pero lo que está claro, que es que este problema afectará a cada vez más personas, incluyendo a los países más desarrollados.

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