Joaquina Cortés pasó 40 años de su vida con su marido. Se casó por el rito gitano, pero con esa filosofía de «para toda la vida». Cuatro décadas y cinco hijos después, conviviendo juntos cada día y cada noche, la Seguridad Social, primero, y la Justicia española, después, le deniegan la pensión de viudedad al no reconocer su matrimonio como legítimo. Hasta Estrasburgo se va Joaquina con su reivindicación, su abogado y la Fundación del Secretariado Gitano.
El libro de familia donde queda constancia del núcleo familiar con los cinco hijos de la pareja no son prueba suficiente para España de que este matrimonio existiera.
Desamparo de estas mujeres
La abogada de Secretariado Gitano, Selene de la Fuente, explica a Diario16 el «desamparo» de estas mujeres que, como Joaquina, se casaron antes de la Constitución del 78. «En este caso, se trata de una mujer analfabeta, no sabe leer ni escribir, y cuando se casó lo hizo para siempre y convencida de que era legal».
Han pasado años desde que Joaquina solicitó su pensión de viuda a la Seguridad Social. Primero hubo que recurrir todos los ámbitos administrativos, para después acudir a los tribunales, hasta llegar al Constitucional. En el Superior de Andalucía se le llegó a dar la razón a la afectada, pero la Seguridad Social recurrió y la Justicia volvió a negarle la pensión.
De la Fuente recuerda también que en el Tribunal Constitucional hubo votos a favor de concederle la pensión. Además, en Estrasburgo se dio la razón a otra española, La Nena, en similares circunstancias a la de Joaquina.
Fundación Secretariado Gitano
La Fundación Secretariado Gitano (FSG) ha apoyado a Joaquina Cortés Cortés en su demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, a quien el Instituto Nacional de la Seguridad Social y los tribunales niegan el derecho a percibir la pensión de viudedad aduciendo la falta de inscripción su matrimonio o pareja de hecho.
En 2009 esta entidad ya obtuvo una Sentencia del Tribunal Europeo en la que se condenaba a España por discriminar a otra mujer gitana en un caso prácticamente idéntico, por lo que la demandante, tras acudir a todas las instancias judiciales disponibles en España, ha solicitado el apoyo de la fundación para fundamentar su caso en Estrasburgo.
El precedente de La Nena
Según el comunicado de la Fundacion de Secretariado Gitano, al que ha tenido acceso Diario16, Joaquina Cortés Cortés se casó en 1974, en época preconstitucional, siendo menor de edad, y convivió con su marido hasta su fallecimiento en 2014. El matrimonio tuvo cinco hijos, todos ellos inscritos en el mismo Libro de familia.
Tanto Joaquina como su marido, ambos prácticamente analfabetos, estaban convencidos de que su relación matrimonial era oficial, confiando en todo momento en que, en caso de fallecer él antes que ella, percibiría una pensión devengada por su marido por sus más de 28 años cotizados en la seguridad social.
Joaquina se puso en contacto con la Fundación de Secretariado Gitano para solicitar elevar su caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, dada la experiencia de esta entidad en litigios estratégicos de discriminación de la comunidad gitana, incluido un caso muy similar, el de María Luisa Muñoz Díaz (“La Nena”).
