La localidad granadina de Maracena ha comenzado una campaña de movilización ciudadana a través de las redes sociales para impedir que se ejecute una sentencia que obliga a dos menores a ser entregados en Italia a su padre condenado por malos tratos. De hecho, la madre de los niños, de dos y diez años de edad, tuvo que huir del país transalpino para evitar los daños físicos y psicológicos a los que la sometía su maltratador.

Ahora, la titular del juzgado de Primera Instancia número 3 de Granada, María del Carmen Siles Ortega, ha dictado una sentencia el pasado 14 de diciembre en la que acuerda “la inmediata restitución de dos menores de dos y diez años” a Italia “al domicilio de su padre maltratador”. La madre de los niños solo tiene tres días de plazo para evitar que se ejecute el fallo judicial. Por ello, desde la delegación de Igualdad del Ayuntamiento de Maracena se tiene previsto presentar un recurso judicial a este fallo judicial.

La madre tuvo que huir de su casa rural aislada tras sufrir malos tratos en presencia de sus hijos

La responsable de este departamento en el consistorio de Maracena, Francisca Granados, asegura que el recurso pretende que la jueza “valore de nuevo la situación” de la madre de los niños. Juana R. G., de nacionalidad española, vecina de Maracena y 35 años de edad, huyó el pasado mes de mayo de la isla italiana de Carloforte, donde residía con el maltratador y padre de los menores, después de ser “sometida a una situación insostenible de violencia psicológica y física por parte de este, siendo presenciada en muchas ocasiones por los niños”.

Granada-Maracena.
Granada-Maracena.

El progenitor cuenta con una condena en firme de 2009 por malos tratos. Entonces, el juzgado de lo Penal número 2 de Granada determinó un delito de lesiones y estableció la custodia del hijo mayor para la madre así como una orden de alejamiento para el padre, que decidió irse a vivir a Italia. La madre, tras regresar a España, decidió quedarse con sus dos hijos e interponer una demanda al Juzgado de Familia de Granada para solicitar la custodia de su hijo pequeño, que en estos momentos aún se está tramitando.

El maltratador logró convencer a la madre de los dos niños para retomar la relación hace algo más de dos años e incluso la convenció para que madre e hijos se fuesen con él a vivir juntos a una casa rural en la isla de Carloforte, a unos nueve kilómetros de la población más cercana.

La responsable de Igualdad del Ayuntamiento de Maracena explica que Juana y sus hijos menores han sido sometidos durante casi tres años a un proceso “insostenible” de torturas y aislamiento. Ahora, el maltratador pretende hacer uso de un procedimiento jurídico internacional extraordinario recogido en la sentencia de la jueza de Granada que los obliga a volver a la isla italiana.

El equipo de peritos que valoró a los niños no es especializado en violencia de género

La Convención de La Haya estipula la devolución de los menores cuando existe sustracción ilícita y traslado de un lugar a otro país “sin el consentimiento o autorización de uno de los progenitores”. Las excepciones importantes también contempladas, como el riesgo de daños físicos y psicológicos a la madre, han sido obviadas por la jueza de Granada para ordenar la devolución de los menores con el maltratador.

Para abundar más en lo incomprensible de este clamoroso asunto, la jueza de Granada ha justificado la devolución de los menores atendiendo una valoración de los menores realizadas por un equipo psicosocial del juzgado de familia y no uno especializado en casos de violencia de género. Este informe determinaba que no se había detectado riesgo alguno para los menores si volvían con su progenitor a Italia.

1 COMENTARIO

  1. Bueno, si luego hay «algún problema» que ya no tenga remedio, pues nada; se concentran los vecinos, se hace un minuto de silencio, y ya está… .Todos contentos…

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