Es lo que hay. Nos hemos acostumbrado a vivir atrapados en el tiempo, como Bill Murray en el “Día de la Marmota”. Mientras tanto, miles de familias viven en la pobreza extrema, aumentan los recortes en sanidad, educación, servicios sociales, quedan en el olvido las personas dependientes y discapacitadas, crece el paro, la precariedad laboral, peligran las pensiones, el futuro de los jóvenes…. y me pregunto ¿qué carajo está pasando?.

Uno se cansa de cortinas de humo, de estupideces, de escuchar a tantos cantamañanas que han pasado de tocar la flauta de Kung Fu a dirigir la Filarmónica de Viena, repetir como papagayos que se debe  derogar el artículo 135 de la Constitución Española donde se recoge que el pago de la deuda “tiene prioridad absoluta”.

España, la del garrotazo va garrotazo viene, es un país constitucionalmente capitalista, así lo recoge el artículo 38 de la Carta Magna: “Se reconoce la libertad de empresa en el marco de la economía de mercado” y con ello,  comulga con ruedas de molino todo el parlamento. Todos son cómplices, activos o pasivos, de los diversos golpes de estados financieros dados por los que realmente tienen “el capital”, a ellos le deben el derroche en sus campañas.

En  las decisiones que han tomado y toman los diversos Gobiernos de esta nación, prima el interés de los “mercados” por encima del interés general pasándose por el forro el artículo 128 de la CE “Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general.” ¿No tenemos bastantes problemas socioeconómicos de interés general como para hacer cumplir la ley de leyes?.

Cada intervención del Sr. Montoro o del Sr de Guindos, es un: ¡¡¡Quieto todo el mundo!!!! ¡¡¡Al suelo!!! y tras  ello,  golpe tras golpe a nuestros derechos fundamentales, repercute en  nuestros bolsillos el coste de la crisis.

No hay que tener muchas nociones económicas para saber que si una empresa necesita financiación para cubrir los gastos corrientes, y digo más, sus nóminas, seguramente sus ratios indiquen déficit y problemas a la vista. La financiación se debe utilizar en inversiones, proyectos que generen ingresos que puedan pagar, por lo pronto, deudas y con los ingresos corrientes se sufragan  los gastos corrientes.

Y esto, sin más, es lo que está pasando con el Fondo de Reserva de la Seguridad Social del que depende las pensiones presentes y futuras de este país, del que se está financiando un mes sí y otro también las nóminas de las pensiones contributivas. ¿De qué color pinta el futuro? Está por inventar.

Mientras el agua nos llega al cuello, nos preguntamos qué fue de aquellos que legítimamente tomaron las plazas, de aquella indignación contra los recortes, de los que intentaron ajustar cuentas a la clases política y a la “casta” financiera. Cuando el barco se hunde, las ratas huyen y tiene más poder mediático un hashtag #PeriquitoAsino que la muerte de un sin hogar víctima de la crisis. La nueva política, que esconde sus móviles y portátiles de la manzana tras la bandera del anticapitalismo, tiene más de trasnochadora que de otra cosa. Han hecho de los problemas de la ciudadanía un circo mediático, un “reality show”, un” business” político del que no sacan rédito electoral pero sí económico. Aquí hasta el más “tonto” tiene publicado un libro donde te da lecciones de política.

Pero no son los únicos, sus compañeros de bancada, lo que queda del PSOE, están dando un espectáculo propio de políticos diletantes. Puñaladas a lo Viriato, puñaladas a lo Julio Cesar, parece más el guión de La Vaquilla que un debate profundo de hacia a donde debe poner proa la organización socialista.

Hace poco vi un pequeño reportaje sobre José Iván Salvador, el náufrago que pasó meses y meses a la deriva en el Océano Pacífico. Me impresionó cómo llegó a sobrevivir enfrentándose día tras día a la soledad en medio del mar. Como también me impacta, los millones de náufragos que vivimos en este mar de crisis llamado España, con olas que nos traen y nos llevan, rodeados de tiburones, sobreviviendo de cualquier manera en la soledad extrema bajo una constitución capitalista.

En fin, parafraseando a John Lenon, “La crisis es aquello que nos va sucediendo mientras nos empeñamos hacer otros planes viendo Grandes Hermanos, Sálvames, Al Rojo Vivo, Sexta Noche…”.

“España tiene un problema de ideología casposa” Pablo Manuel Iglesias.

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