viernes, 29marzo, 2024
14.1 C
Seville

Un traductor ucraniano enseña español a niños desde su pequeño refugio en Kiev

"A esta gente no les importa la vida, pero sí su confort. Y el confort lo están perdiendo día a día, y eso ayudará a que más gente salga a las calles a protestar", explica desde su refugio Andrii Pavlenko

Juan Carlos Ruiz
Juan Carlos Ruiz
Periodista y Licenciado en Ciencias de la Información
- Publicidad -

análisis

- Publicidad -

Se cumplen dos semanas desde que Rusia iniciara la invasión a Ucrania. Entonces, Andrii Pavlenko, ucraniano y traductor para la ONU, en declaraciones a Diario16, expresaba su inquietud, momentos después del ataque, por no haberse podido reunir con su padre de 83 años y su hermano, miembro de la Milicia Civil.

Durante los últimos cinco días ha recorrido 600 kilómetros para acompañar a su novia Olena a casa de la familia y ha regresado a Kiev. «Acabo de volver esta mañana y haré lo que pueda desde aquí para ayudar a mi hermano, a la gente que está protegiéndose en las estaciones de metro y a mi padre que se encuentra a las afueras de Kiev, donde hay unos bombardeos terribles. No tenía otra opción moral que volver a aquí y tratar de hacer todo lo que se pueda», explica al otro lado del teléfono. Ese espíritu de lucha por su país lo compagina ahora con sus clases de español a niñas y niños.

Aprender jugando

«Fue mientras hacíamos este viaje. Éramos tres familias y cinco niños de edad de 4 a 12 años. Y mi novia propuso que les diéramos clases de español. Así que empezamos con una clase super genial. En cuatro lecciones ya han aprendido a saludarse, a preguntar qué tal y contestar, decir buenos días, buenas tardes, buenas noches, cuentan hasta diez…todas estas cosas…adiós, etc… También saben las estaciones del año, algunos colores, el abecedario. Desde luego que es una clase maravillosa. Porque en cuatro lecciones sí que han aprendido mucho. Luego lo que impresiona de todo esto es que, durante las clases, no paro de oírles hablar español. Ellos realmente repiten entre sí, tratan de acordarse de la lección anterior, hacemos repaso. Una forma de que estén tranquilos en medio de esta guerra».

Hasta ese momento, Andrii y Olena habían permanecido en la casa de campo de los padres de ella, a las afueras de Kiev, «pero oíamos todos los días explosiones, disparos, veíamos helicópteros y, bueno, ya se estaban acercando los ocupantes rusos. Entonces decidimos que, mientras tuviéramos la ocasión, debíamos tratar de sacar a las mujeres y a los niños a un lugar donde estén a salvo, porque esto iba peor cada día, estaban rodeando prácticamente la zona donde nos encontrábamos. Así que decidimos movernos al oeste de Ucrania».

La vida en Kiev tras el ataque

Ahora, Andríi ha regresado a Kiev y cuenta que esta mañana ha logrado llevar a la Milicia Civil y a una estación donde hay mucha gente viviendo, una buena cantidad de medicinas, de comida, de ropa caliente y productos de higiene. «Y ahora estoy en contacto con una persona para el envío de chalecos antibalas. Lo estoy coordinando con nuestro ejército», afirma.

En cuanto a las clases de español, acordó con sus pequeños vecinos continuar on line. «Los niños están deseando, preguntan todos los días cuándo tenemos la siguiente lección. Pues ahora que estoy de vuelta en Kiev y tengo ordenador, esta tarde tendremos nuestra siguiente lección y será on line».

Ahora cuenta que su casa dispone de un sitio estratégico donde esconderse en caso de bombardeos. «Y el resto del tiempo estoy pendiente desde el ordenador, por teléfono, redes sociales, me muevo por la ciudad en algunos momentos».

Un niño de Chernóbil

Mientras, Andrii, de 36 años, ha vuelto a revivir una parte de su infancia. De pequeño, acompañado por la Fundación de Niños, que enviaba a menores nacidos durante la catástrofe de Chernóbil a familias de España, Italia o Francia, en los meses de verano, conoció a Maruchi, «su segunda madre». Llegó a Madrid para pasar tres semanas en Navidad, «nos caímos bien el uno al otro, y me invitó al verano siguiente. Luego estuve en España casi un año y medio, e iba al colegio en Madrid. Seguimos en contacto y hace tres años estuvimos allí».

aquí todo el mundo está rezando para que la OTAN decida cerrar el espacio aéreo

Respecto al papel que están jugando Europa y EE.UU en el conflicto, Andrii considera que «es muy significativo y afecta especialmente a Rusia, mientras más dure todo esto. A esta gente no les importa la vida, pero sí su confort. Y el confort lo están perdiendo día a día, y eso ayudará a que más gente salga a las calles a protestar. Y bueno, los colegas de Putin sufrirán por no poder usas sus mega casas y sus super yates. Y claro, todo lo que tienen afuera es de Rusia. Así que creo que esto es muy eficaz y es algo más de lo que Putin se esperaba. Pienso que hasta el último momento Putin no pensaba que Europa fuera a imponer tantas sanciones».

Por otro lado -dice con rabia contenida- «estamos ganando por todos los lados en cuanto a tropas. Estamos destrozando al ejército ruso, porque no han conseguido entrar bien adentro en ninguna parte. Ahí sí que les estamos dando una buena palizada. Pero, claro, somos más débiles en cuanto a misiles. Eso es obvio. Por eso aquí todo el mundo está rezando para que la OTAN decida cerrar el espacio aéreo y desplegar los escudos antimisiles. Pero entiendo que la OTAN no va a hacerlo porque eso significa que ellos ya son parte de esta guerra y eso es lo último que quieren que pase. Yo estoy un poco en medio. Entendiendo todas las posturas. Pero, vamos, si eso sucede, que nos ayudan a cerrar el cielo, podremos ir al contrataque en busca de todos los hijos de puta que han quedado escondidos por los bosques, por las casas…».

El asedio a Odesa y Kiev

En cuanto a la necesidad de tomar Odesa, comenta que es una ciudad grande y si la bombardean «crearán más pánico, y eso les viene bien. Además de esto, Odesa tiene puertos, aeropuerto, es frontera con Transnistria, país no reconocido por ningún otro país civilizado, que también está manejado por rusos. Con Odesa tendrán entrada desde el Mar Negro. Y después, es posible que quieran ir un poco más arriba o llegar a Kiev».

Pero, en caso de asediar Kiev, ya no lograrán hacerlo en un plan de tres días, «como pretendieron al principio, pues han tenido muchas bajas y entre ellas también habrá bielorrusos, porque es un acto de agresión conjunto. Que no se crean los bielorrusos que van a escapar de esta. Aquí se habla de la intención de Rusia de bombardear Kiev con bombas prohibidas. Desde luego, entrar aquí con un ejército hoy no tiene ninguna posibilidad».

- Publicidad -
- Publicidad -

Relacionadas

- Publicidad -
- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre

- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -

últimos artículos

- Publicidad -
- Publicidad -

lo + leído

- Publicidad -

lo + leído